UPyD: más allá de la apariencia

Para el Insomne, UPyD es esencialmente un partido vasco. Su núcleo duro, encarnado en lo que él ha bautizado con el sobrenombre de Consejo de los Gorriaranes, tiene el sello de lo vasco español.  Lo democrático  es para ellos una imposición de los políticos, en los que en el fondo confían tan poco como el mismísimo Insomne.

Por eso el Insomne está convencido de que los comprende. Y comparte su sentimiento.  A  su modo de ver y sentir,  la UPyD vasca es una formación patriótica. Y es sabido que donde hay patriotismo no hay mucho espacio para la democracia.  De hecho sobra.

O, como ahora, es una concesión al espíritu de los tiempos. Y también una servidumbre.  En última instancia, una pantomima.

El Consejo de los Gorriaranes  no es partidario de las pantomimas políticas en nombre de la democracia.

Se esmera y se esmerila, pero se  nota que no le va esa música.

Como se le nota que ni entiende ni digiere la música catalana de la sardana y la tenora. Cataluña es otro mundo; los catalanes, otro pueblo, un pueblo formado por dos comunidades sociolingüísticas. Algo parecido, sí,  a lo que ocurre en el país de los vascos, pero, a la vez, distinto, muy distinto.

Pregunta a los cuatro vientos: ¿librarán vascos y catalanes la batalla definitiva por la supervivencia de España?

Verdadero objetivo de la soberanía compartida según el modelo Maragall

Basándose en informaciones y pruebas  diversas (eso a lo que ahora llaman evidencias) recogidas y ordenadas durante varios años,  el Insomne ha podido averiguar que el fin último de la soberanía compartida según el modelo Maragall es conseguir que la Administración española quede sometida a la Generalidad o,  más exactamente, España a Cataluña.

De acuerdo con los planes de  los separatistas catalanes, así se compensará —definitivamente—  la opresión que España  ha ejercido sobre Cataluña durante siglos (según unos, desde 1714;  según otros,  desde la Edad Media).

Evidentemente, en ese caso España pasará a  ser un apéndice de Cataluña,  que  controlará su política interior y exterior.

Las embajadas catalanas tienen, pues, el valor de una avanzadilla, aunque, a decir verdad,  la estrategia de la soberanía compartida maragalliana responde básicamene al modelo del congrejo ermitaño.

Cataluña se apoderará de la estructura del Estado español y se limitará a cambiar las personas y el idioma como ha venido haciendo hasta ahora en su feudo.

De hecho, ya lleva años  trabajando en el  proyecto y colocando estratégicamente a sus agentes en los campos de la política, la economía y los medios de comunicación, entre otros.

Sin olvidar la Iglesia y el Ejército..

Pregunta a los cuatro vientos: ¿cobrarán conciencia del peligro los españoles y se aprestarán a ponerle remedio antes de que sea tarde?

La soberanía compartida, modelo Maragall, explicada a los españoles (a propósito de una tercera del diario ABC)

El Insomne lee dos veces seguidas una tercera del diario ABC.  Se titula  Cataluña, a vista de catalejo. Está firmada por Álvaro Delgado-Gal.

En opinión del Insomne, Álvaro Delgado-Gal escribe mal;  no respeta ni las normas de la gramática ni las leyes de la lógica del lenguaje, esa lógica elemental y profunda que nos permite ordenar, en términos humanamente racionales,  todo lo que pensamos, soñamos y/o percibimos para que, una vez ordenado, podamos regurgitarlo  en forma de discurso o papilla verbal.

Lo suyo es un batiburrillo seudoliterario, seudofilosófico, seudosociológico y, naturalmente, seudopolítico.

Algunas de sus comas son auténticas blasfemias o, si se prefiere,  delitos flagrantes de lletra ferida.

Así ni se hace periodismo ni se defiende la patria.

Y, a propósito, ¿para qué sirven las comas?

Por unos momentos podemos imaginar que estamos en los Madriles de mediados del siglo XX. La capital de España es una tertulia hecha de innumerables e interminables tertulias. Sus participantes —ilustrados y no ilustrados— siguen viendo Cataluña como otra España, la España de los separatistas.

Pero el caso es que estamos en el siglo XXI.

Y ayer, 23 de julio de 2009, Álvaro Delgado-Gal regurgitaba en ABC:

«No se entiende que una región que apunta a la independencia, apunte simultáneamente  a la hegemonía sobre la nación de la que se quiere independizar».

Al parecer, el ingenuo escribano  aún no se ha enterado de que, si en otro tiempo la rama separatista de  la burguesía catalana, siempre temerosa,  impulsaba furtivamente la independencia de su feudo, actualmente, después de mucho intrigar y trajinar de cintura para arriba,  esa misma burguesía,  apoyada ahora  por toda una legión de oportunistas y advenedizos,  ha ideado y ha desarrollado una variante infinitamente más refinada, más lucrativa y, por qué no, más catalana del quimérico sueño independentista.

Y, a més a més,  más segura. Totalmente segura. A salvo de batacazos económicos y represalias cuartelarias gracias al desmantelamiento del Ejército español  llevado a cabo, con carácter preventivo,  por Narcis Serra, primer ministro de Indefensa de la actual democracia.

Estamos hablando de lo que Pasqual Maragall, defensor de la traición como principio ético,  llamó  soberanía compartida.

De acuerdo con la teoría  maragalliana, antes de 2015 Cataluña será independiente de España. Utilizando la lengua y disposiones ad hoc como frontera y filtro unidireccional, a los españoles les estará vedado,  y de hecho  también prohibido,   entrar y salir libremente del nuevo Estado y, con mucha más razón,  ocupar cargos de cierta responsabilidad en él.

Pero,  como simultáneamente ese nuevo Estado seguirá formando parte de España a ciertos efectos (que los legisladores catalanes irán dándonos a conocer tras la imposición del Estatuto), sus ciudadanos tendrán derecho a circular libremente por la península y, claro está,  a elegir y cubrir  los cargos que deseen en la Administración pública española y en la empresa privada, sin olvidar la banca.

La banca, sobre todo la banca.

Ya lo dijo Pujol, líder político y guía espiritual del Sanedrín, sus cien familias y sus dos Sumos Sacerdotes:  «Sin dinero no hay independencia».

El objetivo final, ahora ya al alcance de la mano,  es combinar la independencia unilateral de Cataluña con la colonización e inmediata subyugación de España mediante el control personal, directo y total de su Administración y sus centros de poder y  decisión.

En esas están.

Mientras tanto,  los españoles,  sin enterarse. Algunos, sin querer creérselo.  Otros, como Álvaro Delgado-Gal,  con la mosca detrás de la oreja pero sin la mínima idea de lo que realmente  pasa.  Y, por lo tanto, sin saber qué hacer.

Para el Insomne es muy sencillo ¡TOCAR A REBATO!

Pregunta a los cuatro vientos: si los separatistas catalanes consiguen imponer su Estatuto y además blindarlo,  de modo que quede fuera de la jurisdicción de la Constitución española e incluso  por encima de ella, ¿podrán impedir después los españoles que esos mismos separatistas colonicen y sojuzguen a España mediante el control de su Administración y sus resortes de poder y decisión?

Repito,  en esas están.

Regalos: más allá del chocolate del loro

En opinión del Insomne, la corrupción en todas sus formas y entendida siempre como comercio (no tráfico) de poder y/o influencia es inherente a la política,  puesto que  de hecho  existe desde que la política es política.

Cualquiera que sea la imagen visible y tangible que adopte ese comercio, en el fondo se trata  siempe de una transacción  del tipo do ut des (te doy para que me des), en  el bien entendido de que lo que tú me des después tiene que tener siempre más valor que lo que  yo  te doy ahora, pues de lo contrario no habrá comercio.

Y es sabido que para que haya comercio tienen que beneficiarse las dos partes.

El secreto  está en que lo que yo te doy ahora, proceda o no proceda   de mi bolsillo,  es para ti, mientras que lo que tú me vas a dar cuando llegue  el momento  no  saldrá  nunca  ni de tu bolsillo ni de tu cuenta corriente.

Hoy en  día, las relaciones humanas en el ámbito de la política son tan complejas  y tan oscuras que un político que se precie no tiene  necesidad de  robar en plan bandolero, ni siquiera en plan mafioso,  para  lucrarse e incluso para enriquecerse. Basta con que se mantenga bien  informado  y, llegado el momento, mueva inteligentemente los hilos de modo  que uno de sus hombres de paja esté en el sitio justo y actúe en el momento justo, según la  fórmula norteamericana.

Dadas las cantidades que, dentro de la política,  se mueven en las operaciones de soborno en todas sus formas,   el Insomne considera que lo de Camps y Rita Barberá es algo así como el chocolate del loro.

Habría que ir más arriba e hilar más fino.

Mientras tanto no estaría demás poner un poco de orden en esa parcela de la actividad pública y fijar un importe máximo  a los obsequios que los políticos pueden aceptar sin incurrir en delito.

La idea responde a una sugerencia de  UPyD.

Otra posibilidad sería obligar a todos los políticos a  llevar un registro público  de sus  ingresos extra  en metálico y  en especie con especificación de  la naturaleza y el valor estimado de cada uno de ellos, así como de su destino final.

No es que con ello  fuera a ponerse  fin a la corrupción política de un país con tan larga y rica tradición en ese campo, pero  probablemente se conseguiría algo.

Como tatntas veces, el resultado de la medida dependería del rigor con que se aplicara. Sin olvidar el control del control, habida  cuenta que éste suele consistir en poner un sello más o menos oficial con una fecha más o menos ficticia.

Pregunta a los cuatro vientos: ¿alguien cree sinceramente que en la España de las Autonomías  puede instaurarse  un registro público y  veraz de los ingresos extra en metálico y en especie de nuestros  políticos?

El catalán, lengua minoritaria

Por mucho que se empeñen las fuerzas vivas del catalanismo,  el catalán es una lengua minoritaria y, de acuerdo con esta premisa,  sus posibilidades de implantación y expansión, aunque sea por vía coercitiva, son y serán  siempre limitadas.

Para el individuo, pertenecer a una cultura con una lengua minoritaria es casi siempre un handicap o, más exactamente, una  grave  limitación social y profesional,  algo que las autoridades catalanas tratan de ocultar, paliar e incluso compensar con   beneficios e incentivos.

Aunque se considere catalanohblantes a los siete millones y medio  de habitantes que, aproximadamente, tiene ahora  Cataluña y se pretenda garantizar un trabajo estable  a todo aquel que hable catalán, la realidad terminará imponiéndose y tirando por tierra esos y otros postulados difundidos por las autoridades de esta Comunidad Autónoma.

Como nos demuestra la historia, las situaciones sociales impuestas por decreto son insostenibles a la corta o a la larga,  pues no hay fuerza humana capaz de  contener indefinidamente el curso  de los acontecimientos y la evolución natural   de la sociedad.

Las personas deberían procurar ser conscientes de las consecuencias de experimentos de ingeniería social como el que   está llevando a cabo la Generalidad de Cataluña.

Las generaciones futuras sufrirán de lleno las consecuencias de medidas  coercitivas tan irracionales como nocivas.

Aunque no sabemos exactamente cómo terminará  ese experimento de ingeniería social, podemos asegurar que de él no saldrá nada bueno ni para el individuo ni para  la sociedad, pues no respeta ni los derechos de la persona ni las leyes de convivencia que presiden las relaciones sociales.

De momento sabemos que las autoridades catalanas intentan cortar por todos los medios las relaciones de los escolares y los estudiantes de esta región con los del  resto de España, primando a toda costa y por encima de todo sus  rasgos diferenciales.

Pregunta a los cuatro vientos:  ¿cómo es posible tanta estrechez de miras y tanta cerrazón en pleno siglo XXI, el siglo de la globalización?

Homo politicus, Procusto procusteado

Procusto, personaje mitológico cuyo nombre significaba originalmente «el que estira», ha pasado a la historia de la cultura occidental como protagonista de una leyenda de la que existen unas cuantas  versiones.

La leyenda del lecho de Procusto.

Según una de las  versiones, el gigantesco y perverso Procusto, de profesión  posadero, tenía un lecho en el que obligaba a yacer a su cliente de turno. Si  éste era demasiado grande  para las medidas del  lecho, le cortaba los pies;  si, por el contrario, era demasiado pequeño, lo descoyuntaba y le estiraba el cuerpo hasta que diera  la talla requerida.

Al parecer,  Teseo, hermanastro del sádico Procusto,  le aplicó una de las dos modalidades practicadas por éste, pues, tras tenderlo en el lecho,  le cortó la cabeza y las extremidades inferiores para que su cuerpo se ajustara  a las medidas del catre.

Así, a la postre, Procusto también tuvo su lecho de Procusto.

Hoy se califica como  procústeo el criterio que exige que alguien se someta, sin apelación posible,  al marco en el que debe actuar.

A partir de ahí,  el Insomne se ha tomado la licencia  de  utilizar, dentro del mismo espacio semántico,  el verbo procustear y el sustantivo procusteador, de indudable utilidad pública.

Pregunta a los cuatro vientos:  ¿saben los actuales  Procustos y procusteadores de la política española que corren el riesgo de  terminar procusteados por procedimientos procústeos?

Mikel Buesa: con la música a otra parte

El Insomne confiesa  que sabe  muy poco de Mikel Buesa. Consulta su blog. Concretamente, «Una conversación con los lectores de Diario Crítico». Nivel bajo. No le sirve. Tiene  que averiguar de primera mano quién es realmente  Mikel Buesa, qué piensa,  cómo piensa.

Ya lo tiene. Es economista y, si es economista, seguro que le gustan los números o, más exactamente, las matemáticas.

Y, como al Insomne le consta que  matemáticas y música aparecen a menudo hermanadas en una misma persona,

pregunta a los cuatro vientos: ¿qué tal anda de oído musical Mikel Buesa?

Me explico.

El Insomne ha llegado por vía empírica al convencimiento de que el sentido musical del ser humano guarda   una estrecha relación con su sensibilidad para comprender personas y situaciones, y, consecuentemente, para adaptarse a ellas.

Por lo tanto, según  él, sin sentido musical no hay adaptación posible por la sencilla razón de que no hay capacidad de adaptación.

España: ¿nación-Estado o federación?

Para el Insomne  la historia de España es la genealogía de un pueblo que, formado inicialmente por varios pueblos,  busca la unidad y se constituye en nación-Estado tras una guerra de la independencia que durará  ocho siglos.

Sí, para este hijo de la Carpetovetónica, la Reconquista fue nuestra  guerra de la Independencia. La victoria sobre los musulmanes determina el fin de la dispersión y el nacimiento de España como unidad política. Y Estado moderno.

¿O no?

Desde entonces, España ha sido una nación-Estado. En su historia no hay precedentes reales de algo que se parezca al federalismo.

¿O sí?

De acuerdo con lo que el Insomne sabe, la federación es siempre el resultado de un proceso político integrador,  de fuera adentro.

¿O no?

No hay procesos federales, federalizantes o similares  desintegradores,  de dentro afuera.

¿O sí?

Cada nación tiene su genealogía, que es su historia, y esa genealogía, que determina su idiosincrasia y es determinada   por ella  —en este caso, España como nación-Estado—,  fija el régimen político, unitario o federal.

¿O no?

Pereguntas a los cuatro vientos: ¿ha habido en la historia universal procesos federales y/o federalizantes de dentro afuera? En caso afirmativo, ¿dónde, cuándo, cómo y por qué? Y, sobre todo,  ¿cómo han terminado?

Nota aclaratoria

Como para el Insomne la Reconquista fue nuestra guerra de la Independencia, en cuanto que de ella surge España como nación-Estado unitario, la guerra de 1808 contra los franceses fue una guerra de Liberación. A lo sumo, una segunda guerra de la Independencia.

UPyD Cataluña: lo que pudo ser y no fue

La situación en la que se encuentra actualmente UPyD Cataluña es un reflejo de  su  gestión, de la misma manera que su gestión es un reflejo de su dirección.

Alguien dijo que el ser humano es lo que piensa.

Para ser exactos tal vez deberíamos decir que el ser humano es lo que piensa y lo que hace. Ahí está el reflejo y el retrato de todo aquel que, provisto de una cabeza y un cuerpo, navega por este mundo, sea una parcela tan pequeña como  la naciúncula (del latín natiuncula) catalana  o un universo tan grande,  tan irreal y tan caótico  como  el imaginario de un loco.

A la vista de lo que ve y de lo que  lee, sobre todo de lo que  lee, el Insomne lamenta tener que escribir que UPyD Cataluña se encuentra en la  línea que lleva a la extinción.

Aunque le gustaría equivocarse, sabe que nadie puede dar lo que no tiene. Así consta en los libros.

En cualquier caso, la  situación de UPyD Cataluña no permite abrigar grandes esperanzas, tampoco hacerse ilusiones, al menos a corto plazo.

A todos nos cuesta aceptar ciertas realidades, pero,  como ese  escenario se  ha producido y reproducido  tantas veces…,

tenemos derecho a hablar no sólo de una «fecha de caducidad», palabra de  Rosa, sino también de una «muerte anunciada»,  palabra de novelista.

Muerte anunciada, no deseada, tampoco inevitable.

Indocumentados, analfabetos funcionales y niños de pecho  parecen  empeñados en que así sea.

La activa colonia de topos instalada en el seno de la formación  y dirigida desde fuera por el Partido Único de Cataluña hará el resto: convertir UPyD Cataluña en lo contrario de lo que debió ser.

O, si se prefiere, de lo que pudo ser y no fue.

Aun así, estamos seguros de que alguien recogerá el testigo.

Pregunta a los cuatro vientos: ¿habrá una nueva oportunidad?

Acción política en Cataluña: más allá de Ciudadanos y UPyD

Una vez digerida  y asimilada la experiencia de Ciudadanos y UPyD Cataluña, parece obligado, tras un período de reflexión,  recuperación y reorganización, montar nuevas estrategias y fijar nuevos objetivos.

En realidad, el  objetivo capital  es siempre el mismo: defender los derechos de los miembros de la comunidad de lengua española de Cataluña y quebrar  la opresión ejercida por la minoría catalanoseparatista, hoy dueña absoluta de las instancias de representación ciudadana de esta Autonomía.

Lo hemos dicho mil veces y lo repetimos ahora. En  Cataluña hay dos comunidades sociolingüísticas: una comunidad minoritaria y opresora, la catalanohablante,  y una comunidad mayoritaria y oprimida, la castellanohablante.

Toda ley  estatal y/o autonómica referida a Cataluña  debe respetar esa realidad  —la existencia de dos comunidades sociolingüísticas— y defender en condiciones de igualdad los derechos de las  dos comunidades y sus miembros respectivos.

El Tribunal Constitucional debe saber que todas las leyes promulgadas por el Parlamento de Cataluña desde su creación son ilegítimas, pues ese Parlamento representa exclusivamente a la comunidad de lengua catalana  y en definitiva defiende únicamente los derechos de dicha comunidad, en detrimento de la comunidad de lengua española, que para colmo de injusticias y aberraciones, es mayoritaria.

De hecho, la comunidad de lengua española de Cataluña  no tiene representación en ninguna de las instituciones autonómicas  por la sencilla razón de que no se reconoce su existencia a pesar de ser mayoritaria.

Acciones como la montada ahora por un total de quince asociaciones cívicas de Cataluña contra la LEC pueden marcar la nueva línea de combate para  hacer frente al persistente empeño del Partido Único de Cataluña en destruir todo foco que se oponga a su opresión y  a su proceso de catalanización forzada de la población de esta Comunidad Autónoma.

Tales acciones conjuntas, convocadas periódicamente a ser posible por dirigentes anónimos,  pueden constituir el principio de una nueva estrategia contra el opresor establishment catalanista tras la experiencia, parcialmente alentadora y parcialmente fallida,  de Ciudadanos y UPyD Cataluña.

Pregunta a los cuatro vientos: ¿conseguirá el establishment catalanista mantener indefinidamente su opresión, en nombre de la ley y la democracia, sobre más de la mitad de la población de esta Comunidad Autónoma?