Francisco Caamaño, ministro de Injusticia

El Insomne lee con pasmo en los ojos y en el interior de las sienes:   » El ministro de  Justicia, Francisco Caamaño, ha defendido en declaraciones a TVE el derecho a mentir de los imputados en la muerte de la joven sevillana María del Castillo…».  A esta cita podemos añadir otra de la misma fuente, según la cual el mencionado ministro manifestó: «Una persona que está imputada tiene derecho a mentir;  quienes no tienen derecho a mentir son los testigos».

De acuerdo con  estas declaraciones atribuidas a Francisco Caamaño, podemos entender muy bien que, según él, el Estatuto de Cataluña es plenamente constitucional y cosas por el estilo.

Una vez conocida la decisión del Parlamento de Cataluña de blindar la inmersión lingüística, con la consiguiente eliminación del español de todo el ámbito autonómico, sólo nos falta oír de labios del susodicho una declaración de este tenor: «Las leyes del Parlamento de Cataluña están por encima de las leyes de  la Constitución, y es ésta, la Constitución española, la que debe adaptarse a las disposiciones del Parlamento de Cataluña, no a la inversa».

El Insomne ha empezado a prepararse para verla en los periódicos,  leerla y encajarla.  Mientras tanto,

pregunta a los cuatro vientos: dando por  fidedignas y públicamente conocidas  las declaraciones que se atribuyen a  Caamaño,  ¿no es un delito tener como ministro de Justicia a alguien que piensa y habla así?

La nave de los Ciudadanos: motín a bordo

Ha sonado la hora de los falsos calafates. Hay que barrenar la nave de los Ciudadanos. Pero han de ser los propios Ciudadanos quienes lo hagan.  Al menos ante la opinión pública. El Sanedrín o Consejo Asesor de Cataluña ya hizo su trabajo, contratando a toda una legión de agentes dobles en calidad de calafates.

Esos falsos calafates, protegidos desde dentro y desde fuera,  han estado barrenando la nave sin parar  y preparando la traca final. En el último acto, Albert Rivera dejó el puente de mando y bajó a la cubierta para batirse  en duelo personal  a  primera sangre con  sus capitanes y lugartenientes, Robles y Domingo, representantes respectivos del ala izquierda y el ala centroinzquierda de la formación. Pero, por lo que se sabe, no se vieron las caras.

El hecho es que a estas horas, el grumete Rivera ya ha rematado la  operación de su vida. Ha contratado a dos magos de las finanzas: un vidente de la ONCE y un ultra católico de la católica Irlanda. Con ello ha infundido nueva savia a un partido que, atrapado en sus propias limitaciones ideológicas y sociales, llevaba tiempo languideciendo, cada vez más cerca de la zona de influencia del catalanismo oficial.

Ahora ya está dentro. Se comprende que ante esa  operación de marketing, tanto Robles como Domingo se hayan sentido burlados, pues  así ha sido. No sólo no han intervenido  en la operación sino que ahora constituyen un obtáculo para una transformación que, al menos a los ojos de Robles, ha sido una desnaturalización y una traición.  Desnaturalización de la ideología y el mensaje programático, traición a los afiliados, dado que  en su mayor parte son ciudadanos de lengua española y sentimiento español.

Desde un principio, el grumete Rivera ha sabido rodearse de una camarilla adicta y sumisa para controlar el aparato del partido y, en definitiva, el partido mismo.  Ha sido una  maniobra tan hábil como  sorprendente si tenemos en cuenta que estamos ante   un hombre que aún no ha cumplido treinta  años.  Ahora habrá que ver si conserva esa misma posición tras los nuevos fichajes y la incoporación de varios cerebros  notables a la dirección del partido.

Mientras tanto, Robles, según propia confesión, volverá a sus clases y Domingo, tras un período de meditación y observación, cabe pensar que buscará nuevo acomodo en la formación, dada su condición de superviviente sin muchas posibilidades ni muchas exigencias éticas e ideológicas.

Aun así, y pensando incluso en el peor de los casos posibles, el balance de la situación general no es totalmente negativo. El Partido de los Ciudadanos, UPyD y todo un rosario de entidades socio-culturales demuestran con sus actividades y su actitud de protesta que en Cataluña hay una comunidad de lengua española que no se somete a la dictadura del catalanismo institucional.

El opresor siempre termina perdiendo la batalla, y, curiosamente, cuanto mayor es la opresión, más cerca está de su derrota final.

Pregunta a los cuatro vientos:  ¿y si el motín a bordo de la nave de los Ciudadanos fuera  metáfora y anticipo  de un motín mucho mayor?

De Euskadi a Cataluña

A la postre, el  filoterrorista Ibarretxe ha tenido que coger el petate y dejar la presidencia del gobierno vasco. Resentimiento y pataleo, expresión de la impotencia de alguien que ostentó el poder, no gobernó, gracias a los trabucaires de ETA. Él lo negará, como lo ha negado siempre, pero ahí están los crímenes de la banda terrorista para demostrarlo. Demostración eterna e incontrovertible.  Ibarretxe es un delincuente en cuanto protector y protegido de quienes matan. Él lo sabe y, como lo sabe, lo niega  para conservar su buena conciencia, falsa buena conciencia.

El caso es que Ibarretxe, protector de trabucaires  y protegido suyo, se ha ido con su rencor y sus amenazas.  Tendremos que esperar para ver cuánto le dura ese rencor y hasta dónde llegan las amenazas. ¿Habrá más muertes?

No lo sabemos. Lo que sabemos es  que en estas tierras hay personas que pueden seguir tranquilamente con su partida de cartas cuando se enteran de que acaban de matar a un amigo o, al menos, compañero de mesa y juego. Si esas personas son un exponente real  y válido de toda la sociedad  podemos  afirmar  que los trabucaires de ETA no tienen nada que hacer, han perdido la batalla, la guerra y la posguerra.

De hecho, a los ojos del Insomne, la derrota de Ibarretxe marca el fin de la guerra y la victoria de Patxi el principio de la posguerra. Sobresaltos y soponcios aparte, parece que  ahora los exiliados vascos podrán volver a sus pueblos y a sus casas. Tendremos ocasión de comprobarlo y, Dios mediante, lo comprobaremos. El terror es terror, aunque esté bendecido por el padre Arzallus. Pero  es sabido que el terror ni es ni puede ser eterno.

Eso  vale igualmente  para la dictadura catalana. También sus días están contados, aunque  aquí la situación es más complicada. Para acabar con esta dictadura hay que desmontar la estructura mafiosa del frente separatista y, muy concretamente, del PSC. Una primera medida podría consistir en agrupar bajo una dirección colegiada todas las fuerzas –entidadedes socio-culturales y partidos políticos—  que sufren el acoso implacable del catalanismo institucionalizado, bien directamente, bien a través de sus incontables  ramas y ramificaciones.

Se trata de dar consistencia a una sociedad civil sojuzgada por una minoría que se arroga la representación de todos los habitantes de la Comunidad Autónoma, cuando en realidad es eso, una minoría. Lo mismo que había  hecho en el País Vasco la facción dirigida por los Ibarretxe, los Arzallus y compañía, pero con otros medios y otros procedimientos.

Dos formas de dominación, dos formas de terror, pero un mismo fin: usurpación de las instituciones de representación ciudadana y secuestro de la democracia.

Pregunta a los cuatro vientos: ¿está madura la sociedad española para defender un régimen auténticamente democrático en todos los ámbitos de la soberanía nacional?

El Estatut de Cataluña: ¿constitución o camisa de fuerza?

La jugada consistía en conseguir que fuera aprobado por el  Tribunal Constitucional un estatuto abiertamente doloso, toda vez  que contenía  en esencia y potencia  los elementos básicos de una constitución en toda regla. Sería  la primera Constitución de Cataluña, antesala y fundamento de Cataluña como Estado soberano.

Y, a decir verdad, los   constituyentes conjurados han estado a punto  de salirse con la suya.

Por lo demás, lo lógico habría sido, al menos en opinión del Insomne, que, una vez descubierto, comprobado y verificado el carácter doloso y por lo tanto delictivo del documento,  el Tribunal lo hubiera rechazado de plano, acompañado de un pliego de advertencia a los redactores de este y de todos los demás textos estatutarios.

Como puede verse, el Insomne no es jurista.

Pero, según parece, el Tribunal Constitucional ha hecho algo infinitamente mejor y más sabio. Ha deconstruido  el texto, pieza a pieza,  y, acto seguido,  lo ha reconstruido, igualmente  pieza a pieza,   de acuerdo con su criterio y en aras de  un objetivo preciso y determinante: reforzar la Constitución española vigente y engarzar en ella los estatutos de autonomía como textos subordinados y complementarios, ni antitéticos  ni ajenos.   De ese  modo no sólo  ha convertido el Estatut  de Cataluña  en un contraestatuto   sino también y sobre todo en una norma-contranorma de todos los estatutos de autonomía presentes y futuros.

Cualquier observador puede ver ahí ingenio, mucho ingenio,   al servicio de una reparación arquitectónica que nunca podía ser una obra maestra.

El Insomne imagina que ahora a los prohombres del  Sanedrín o Consejo Asesor de Cataluña les  vendrán ganas de retirar el malhadado documento-trampa, pero el mal ya está hecho, pues, si no ha pasado esta vez, en el futuro las posibilidades son prácticamente nulas, habida cuenta que, gracias a esa dolosa intervención, se ha creado una norma jurídica que pone límites precisos  a todos los estatutos de autonomía.

Evidentemente, no hay mal que por bien no venga.

Pregunta a los cuatro vientos: ¿qué dirá y sobre todo qué hará el Sanedrín de los Pujoles y los Maragalles cuando compruebe que con su Estatut un tribunal español ha fabricado una camisa de fuerza que pretende mantener aherrojada a Cataluña por los siglos de los siglos?

Joan Ridao: la última llamada de alerta

A estas alturas, todos o casi todos los españoles que sobrevivimos en el extremo nodroriental de la piel de toro sabemos que los separatistas catalanes —desde el carallot y descreído Carod hasta el nada ecuménico y católico (universal)  abad de Montserrat— son intercambiables.  La lengua sirve para cerrar puertas y montar conjuras inconfesables  con sigilo.

Días pasados, el Sanedrín o Consejo Asesor de Cataluña dio a conocer  su última consigna:  «A Zapatero, primero le vamos a poner de rodillas y, cuando nos haya dado lo que queremos en concepto de financiación autonómica, le ordenaremos que se ponga de nuevo en pie, pero sólo para que siga cumpliendo nuestras órdenes».

Quien así habla no es el jefe militar del campo de concentración de Guantánamo sino un subalterno del Sanedrín catalán llamado Joan Ridao, que lleva años moviéndose y removiéndose entre las bambalinas de la escena catalana.

El mensaje, malicioso como todos los de su mismo origen, tiene,  entre otros,  el valor de  una llamada de alerta.  El Insomne está convencido de que Zapatero, que lleva tiempo  con la mosca de Montilla  detrás de la oreja, no lo echará en saco roto. Lo más probable es que el subalterno Ridao y todos los miembros del Sanedrín catalán  se lleven una  sorpresa.

Claro que a los conjurados  siempre les quedará  el recurso de cantar la palinodia,  para luego, superado el trance, volver a empezar.

Pregunta a los cuatro vientos: ¿es posible que, por ese procedimiento, los separatistas  consigan no sólo la independencia de Cataluña sino incluso la destrucción de España como nación?

Crisis: despilfarro y austeridad

El Insomne está convencido de que, sobre todo en el caso de España, la crisis  que padecemos es fruto natural y obligado del despilfarro que hemos practicado durante años.

Por eso, en su opinión, la salida de la crisis está en una política  nacional basada realmente en la austeridad. Ahora nos estamos enterando de que hemos gastado lo que teníamos y lo que no teníamos, de modo que hemos hipotecado no sólo nuestras vidas sino también, al menos en parte, las vidas de nuestros hijos.

Eso hace que el Insomne se muestre sumamente escéptico cuando oye hablar de creatividad e innovación como recursos, incluso caminos, para salir de la situación.  Antes que nada,  debemos aprender a vivir por debajo de nuestras posibilidades, no por encima. La inmensa mayoría de las hipotecas  concedidas  eran fraudulentas  en cuento que los receptores no estaban en condiciones de hacer frente a su compromiso. Las entidades de crédito lo sabían y los presuntos beneficiarios, también.

A pesar de sus proporciones,   se trata en definitiva  de una crisis  típica del capitalismo   por su naturaleza. En las montañas de cemento construido puede verse su trayectoria a lo largo de los años, día a día,  millón a millón. Despilfarro a mansalva.

Un comentarista  ha dicho que los agentes de la economía especulativa han jugado no sólo con el dinero de los ciudadanos sino incluso con sus vidas.

Pregunta a los cuatro vientos: ¿alguien cree sinceramente que el ser humano ha aprendido la lección?

Trabajo: ajuste, sí; flexibilidad laboral, no

Cuando un  sistema productivo, entendido como una máquina, presenta deficiencias en su funcionamiento y,   consecuentemente, en su productividad, lo lógico y racional es revisarlo  hasta detectar el fallo o los fallos con sus causas y sus consecuencias.

A partir de ahí, lo  lógico y  racional  es   proceder al reajuste de toda la máquina o todo el sistema  para que recupere su funcionamiento normal y con él su equilibrio.  Limitarse a efectuar  una intervención puntual y unilateral  puede ayudar a salir del paso,  pero no será una solución válida  a largo plazo.

La crisis del sistema productivo español en estos momentos es tan grave que su superación, si la hay,  requiere la intervención conjunta y solidaria de obreros y patronos con un reparto mínimamente justo y equilibrado de derechos y obligaciones.

Podemos y debemos pensar que la llamada flexibilidad laboral  provocaría la adopción  de medidas de signo contrario por parte de los trabajadores, lo que llevaría a una espiral de graves consecuencias para unos  y otros.

El Insomne entiende que «flexibilidad laboral» es un eufemisno fraudulento  en cuanto que pretende ocultar una práctica injusta e incluso inmoral adoptada  por una de las partes implicadas en   la relación laboral;  concretamente,   por los  patronos.

Lo correcto es estudiar el funcionamiento del sistema y, acto seguido, proceder a un ajuste de todo él, repartiendo las cargas entre las dos partes implicadas  — obreros y patronos—,  pues otra cosa llevaría a un enfrentamiento siempre perjudicial para unos y otros.

Pregunta a los cuatro vientos:  ¿se impondrá la sensatez que nace del sano egoísmo y el instinto de supervivencia o terminaremos, una vez más, como los dos aldeanos retratados por Goya?

¿Un nuevo Partido de los Ciudadanos?

Cuando diversos indicios hacían temer por la suerte del Partido de los Ciudadanos (C’s), la formación liderada por el grumete Albert Rivera ha recibido dos apoyos que pueden y acaso deban interpretarse como sendas transfusiones de savia crematística.  El primer apoyo correspondió a Miguel Durán, el conocido vidente de la ONCE, y el segundo al menos conocido pero no menos avispado Román Cerdoya.

Ahora se habla ya de la plataforma Libertas–Ciudadanos y como tal va a presentarse  en las elecciones europeas. De momento quedan sin efecto las predicciones que ponían fecha de defunción al partido surgido en Cataluña y, por la misma razón,  hay que dejar en suspenso su futuro hasta ver qué hace la mencionada plataforma en la cita europea.

Aun así,  podemos imaginar   que se trata de una operación política-económica de cierta envergadura, operación que prescinde de lastres como lealtad  al electorado y coherencia ideológica para optar por  criterios de marketing  y una  vía sumamente expeditiva. Si la operación tiene éxito, la formación saldrá revitalizada en términos económicos,  aunque es muy posible que sus miembros o afiliados no sean ya reconocibles como ciudadanos  opuestos al llamado nacionalismo  catalán.

Asimismo podemos pensar que,  en adelante,   el fin perseguido no será  ese, sino cerrar el paso a  cualquier otra formación que pretenda erigirse en bisagra de la política española. De ser eso cierto, el dinero terminaría imponiéndose, una vez más,  a las ideas, los ideales y las ideologías.

Pregunta a los cuatro vientos: ¿qué incidencia va a tener la operación Durán-Cerdoya no sólo en el  Partido de los Ciudadanos sino también  en la política catalana y, concretamente, en su comunidad de lengua española?

El diario La Vanguardia en catalán

La Vanguardia en catalán. Era de esperar. De hecho, la jugada está programada desde antes de que la mayoría de los catalanes vivientes  supiera leer y escribir en catalán. Ingeniería social y política de Estado. Aunque los ingenieros-políticos hayan estudiado  concienzudamente las  medidas a favor del proyecto y contra la prensa española en español,  habrá que esperar y ver cómo les va.  No les será fácil.

En cualquier caso, el éxito sería suyo, sólo suyo. El fracaso, más que probable,  será obra del odio que los madrileños, empezando por el diario ABC, profesan a todo lo catalán.  De ahí, no los va a sacar nadie. Al menos, así ha sido hasta ahora. ¿Ignorancia contumaz, falsedad irreductible?

Posible  primer titular del primer número:  SOM UNA NACIÓ,  EXIGIM UN ESTAT  PROPI!

Pregunta a los cuatro vientos: ¿qué medidas de apoyo activo y rechazo preventivo han preparado los ingenieros-políticos de la Generalidad para llevar adelante un proyecto de base económica que repugna al más elemental conocimiento de la realidad socio-cultural de Cataluña?

Vidal-Quadras: la eterna esperanza

En estos momentos, lo lógico, incluso lo responsable,  sería ocuparse  de la gripe  que nos ha llegado de México, vía aviaco,  gripe  porcina que, convertida en amenaza,  viene a sumarse a la plaga del paro.  Cuatro millones de menesterosos aborígenes y otros tantos de menesterosos importados. Gastarbeiter? (Así se llamaba a los trabajadores extranjeros en la Alemania del milagro económico: trabajadores en calidad de huéspedes. Años cincuenta, siglo XX.)

Mal panorama para todos. Menos para Zapatero, que,  llevado de una perfidia deudora de la ignorancia, quiere rentabilizar esa situación en beneficio propio, copiando el modelo del PER instaurado e implantado por Chaves,  colega y subalterno,  en el al-Ándalus. Blindar y fidelizar  a perpetuidad el voto de los parados.

El Insomne entiende que el socialismo debe  impulsar la máquina productiva de la nación y, acto seguido,  exigir la parte que, en justicia, corresponde a los trabajadores.  Que exploten ellos. Vivir de la sopa boba no es socialista, es antisocialista.  Y,  si vivir de la sopa boba es antisocialista, comprar votos con la sopa boba es aún más antisocialista, ¿te enteras, Zapatero?

Eso es demagogia, demagogia pura. Por eso, Vidal-Quadras, pensando en voz alta,  dice ahora que la lucha contra la crisis económica  debe empezar con la eliminación de Zapatero, parte del problema y agravante.

Vidal-Quadras, ayer esperanza de  los españoles de Cataluña,  vuelve ahora por sus fueros como esperanza de todos los españoles:  los males actuales de España son  consecuencia  obligada  de su  estructura política y su estructura económica. O lo que es igual: mala administración y falta de  rendimiento .

La situación exige un planteamiento-tratamiento  integral.  Los trabajadores deberían ser los primeros en denunciar el actual Estado de las Autonomías  como principal causante de la crisis. Con el actual régimen autonómico no hay salvación posible.  El paro aumenta, pero los separatistas catalanes siguen con su política estatal y  sus embajadas.  Dicen:  «Somos una nación y queremos un Estado propio. Los españoles nos lo deben».

Si un día, ya lejano, Vidal-Quadras pudo poner coto a la expansión separatista en Cataluña agrupando en torno a él a los miembros de la comunidad de lengua española sin distinción de ideologías, hoy podría y debería agrupar a los españoles conscientes de la gravedad de la situación  en torno a una España unida y laboriosa.

En estos momentos de crisis económica y crisis de Estado, las ideologías  no hacen sino agravar la situación  en cuanto que dividen las fuerzas y multiplican exponencialmente  los problemas y su gravedad.

Parece ser que Vidal-Quadras acompañará a Mayor Oreja en las listas  del  PP  para  las elecciones europeas.  Los dos encarnan una línea dura tanto frente a una pseudoizquierda confabulada con los separatistas  periféricos como frente a corrientes disgregadoras e insolidarias  cada vez más agresivas y desleales.

Pero, al mismo tiempo, uno y otro  defienden la necesidad de un pacto de Estado entre los dos partidos nacionales: el PP y el PSOE,  condición indispensable para afrontar la crisis con posibilidades de éxito. Los trabajadores no deben pagar las consecuencias de la crisis y, mucho menos,  financiar el Estado de las Autonomías, toda vez que la división política de España significa la división y el empobrecimiento de la clase trabajadora.

Pregunta a los cuatro vientos:  ¿habrá que empezar una vez más  de cero?

Del Idióticon del Insomne
Para el  Insomne aviaco significa avión,  aviación y similares. En este caso concreto  es sinónimo de «aérea».
Menesteroso, lo mismo que tuberculoso pobre, pertenece al vocabulario familiar del Insomne.  Ambos términos designan a una persona falta medios de subsistencia y carecen de connotaciones despectivas, al menos conscientes y deliberadas.  De hecho, el Insomne se considera miembro honorario  de la Hermandad del tuberculoso pobre.