Artículos de septiembre de 2008

El Estatut: ¿Zugzwang y/o Zwangzug?

La tendencia de Zapatero a enfriar el juego y llevar a su contrincante de turno  al ámbito de las promesas sin fecha de cumplimiento le ha proporcionado ciertamente algunas victorias memorables y meritorias/demeritorias pero por encima de todo una bien ganada fama de liante y tramposo. Todo interlocutor del su(b)sodicho  sabe que para éste una promesa es una trampa. Pero, como sobrevivir es aprender, todo el que ha sobrevivido al juego de Zapatero ha terminado por aprender qué debe hacer, sin tener en cuenta sus promesas.

Así, el Estatuto de Cataluña,  concebido  inicialmente por los separatistas como arma con la que asestar un hachazo mortal, seco e instantáneo,  a la Constitución española, ha pasado a ser, con la ayuda de Zapatero y otros como él,  un ariete que ahora amenaza con derribar todo el edificio de España como nación y como Estado de derecho.

En ajedrez se llama Zugzwang la obligación que tiene de jugar aquel de los dos contendientes  al que le toca el turno. En este juego, definido por alguien como masturbación del cerebro,  no caben maniobras del tipo «Paso» o «Me quedo». Cuando te toca el turno tienes que jugar. En determinadas situaciones o posiciones, eso significa que, a pesar tuyo, vas a contribuir a dañar tu posición o incluso a facilitar tu derrota por mate. Tienes que jugar y jugar significa la muerte de tu rey y la pérdida de la partida.

También hay situaciones o posiciones  en las que uno de los jugadores no tiene más que una posibilidad. Entonces se habla de Zwangzug o, en español, de jugada obligada, y cabe la posibilidad de que esa jugada que realizas de manera obligada comporte tu muerte.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿tendrá tiempo Zapatero de aprender a jugar al ajedrez o bastará con que Solbes, especialista en sudokus, le explique en qué consisten el Zugzwang y el Zwangzug?

Putin como modelo; Rusia como ejemplo

A los ojos de Pájaro bobo Putin es un político serio y responsable, hábil y pragmático. Un político que dirige su país con visión y sentido de Estado.  Por eso le parece lícito afirmar que, con su gestión discreta y concienzuda,  ha contribuido en gran medida a hacer de Rusia una potencia económica, militar y política respetable, respetanda y respetada. Y, sobre todo, unida. Todo un ejemplo y una lección  para ese trapisondista irresponsable, cínico y mendaz llamado Zapatero. Pero no es probable que éste la aprenda. El delincuente siempre, o casi siempre,  piensa que es más listo que todos los demás juntos, policías incluidos.

Pájaro bobo quiere pensar que, si sigue esa misma línea, Rusia se erigirá con el tiempo en árbitro de Oriente Medio, de su ámbito  geográfico y humano,  y del  sempiterno enfrentamiento entre Israel y el mundo islámico. Antes, Estados Unidos tendrá que abandonar Afganistán e Irak, todos los Afganistanes y todos los Iraks que  el Departamento de Defensa tiene previstos y programados. Y lo hará. Por el bien de todos. Por su propia supervivencia, una supervivencia que, tarde o temprano, le exigirá el abandono definitivo de la economía de guerra y la política imperialista. Exportar armas y guerras fue un negocio, acaso lo sea todavía, pero dejará de serlo.

¿Y qué será de Israel? Pájaro bobo se inclina a creer que una Rusia en la línea de Putin puede exigir a los árabes que respeten a Israel y conseguirlo, porque, a diferencia de Estados Unidos, Rusia no despierta en los árabes un odio irrefrenable.

Pájaro bobo piensa ingenuamente en el fin de las guerras y, antes, en el fin del odio, munición y metralla de todos los conflictos humanos e inhumanos.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿alguien se atreve a poner fecha a la extinción del odio en las almas de los seres vivos?

Memoria de un desmemoriado

Pájaro bobo, que lo es por partida doble en cuanto que perdió la guerra y la posguerra (llamada oficialmente paz), no quiere saber nada de una ley de memoria histórica. Al menos, de momento y mientras dure la conjura. Comprende a los que sufrieron y considera legítima, humanamente legítima, su demanda. También comprende o, como mínimo,  intenta comprender que algunos de sus paisanos hervasenses le vean   como un traidor e incluso como algo peor, pero el caso es que, por una extraña patología o un no menos extraño don del cielo,  el pobre nunca ha sentido odio o rencor. Sí, ser un asesino es a los ojos de Pájaro bobo tal vez la mayor desgracia que puede caber a un ser humano en este mundo. ¿Desgracia o delito? ¿Crimen o castigo?

En cualquier caso, para él lo importante en estos momentos es la unidad de España y la buena convivencia de los españoles. En aras de ese ideal renunció de buen grado, hace ya tiempo,  a cualesquiera derechos que pudieran corresponderle. Siempre le ha bastado con saber que su padre vivió y murió como un héroe. Padre real y arquetipo. Esa es su memoria.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué nación es ésta que habla de memoria histórica mientras llama nacionalistas a los que se empeñan en destruirla?

El Idióticon de Pájaro bobo

Botelloteca. Mueble, espacio o lugar donde se guardan temporalmente botellas con bebidas espirituosas o refrescos. Asimismo, lugar y espacio público o semipúblico donde se expenden y/o  se consumen bebidas de esa categoría. Se llama también botelloteca al cafe-bar  que tiene una biblioteca más o menos extensa a disposición de sus clientes. Pájaro bobo aprendió la palabra de boca del  canónigo Peláez, que lo fue  de la Santa Iglesia Catedral de Plasencia allá por los años cincuentinos del siglo XX. Entonces se la «insurpó» y ahora  la reconoce como  propia y privativa de su Idióticon.

Chacón y Corbacho: ¿méritos o deméritos?

Dos preguntas ingenuas e intempestivas:

1) ¿Nombraron a Carmen Chacón —Carme Xacó— ministra de Indefensa a pesar de ser separatista o por serlo?

2) ¿Nombraron a Celestino Corbacho ministro de Trabajo a pesar de ser analfabeto funcional o por serlo?

Que contesten los separatistas catalanes que endosaron estas dos perlas a  Zapatero.

El Estatuto de Cataluña: ni caballo de Troya ni ariete

Primero llevaron el ídolo, tótem  o «buey aéreo» del Estatut intra muros con mucha pompa, fanfarria y aspaviento y,  una vez dentro, lo instalaron con idéntico ritual  en la mismísima plaza de la  Constitución española, convencidos de que, nada más verlo, los villanos castellanos huirían despavoridos, momento que los intrusos aprovecharían para salir de «la pancha del bou»  y arrasar la fortaleza con todos sus moradores, menos las doncellas, que serían «insurpadas» como botín de guerra para uso y disfrute de los guerreros.

Como la treta, argucia y añagaza o entremaliadura no dio de inmediato el resultado apetecido, el honorable Jordi Pujol ben Gurión,  presidente del Sanedrín o Consejo Asesor de Cataluña, convocó una reunión urgente bajo la bendición y dirección espiritual de los Sumos Sacerdotes, Lluís Martínez Sistach, máxima autoridad de la provincia eclesiástica Tarraconense, y Josep Maria Soler, vigía  de la Sagrada Montaña de Montserrat y custodio de la Moreneta. En su alocución con acentos de arenga y llamada a las barricadas, el prestigioso líder político-social  y representante de las cien familias de Sant Gervasi dijo que, en su opinión, una opinión que siempre tuvo carácter de orden, había que formar un frente único y unido con todas las fuerzas vivas del país para abatir las murallas del Estado opresor. El charneguete Montilla, jefe del ala radical de renegados y prosélitos, apoyó la propuesta y apuntó enseguida  que, en tal situación, lo más conveniente  era concentrar las acciones en un punto y actuar como un ariete hasta  abrir brecha  en las murallas del Estado opresor y coger a sus moradores entre dos fuegos: el fuego de los ocupantes del caballo de Troya y el fuego de los sitiadores. En eso consistía el frente nacionalista catalán, que él, humilde, servil y deslealmente, se ofrecía a liderar hasta alcanzar la victoria, soberanía y  suprasoberanía de Cataluña incluidas.

En esas estaban intrusos y sitiadores, Sumos Sacerdotes y honorables, estrategas y capitanes de la refriega, cuando  el señor de la plaza y su ciudadela  hizo saber personaliter al presidente del Sanedrín y comandante en jefe de todas las fuerzas integrantes del frente nacionalista catalán:
Primero. Que había cursado órdenes al Tribunal de la Santa Inquisición, también llamado Tribunal Constitucional, para que procediera de acuerdo con la legalidad vigente y operante, de modo que  el Caballo de Troya del Estatut abandonara  cuanto antes la Plaza de la Constitución española.
Segundo. Que acababa de firmar o, más exactamente, que acababa de prometer  que firmaría un pacto de colaboración con otras fuerzas políticas de la piel de toro, con lo cual el autodenominado frente nacionalista catalán quedaba sin fuerza operativa real o intimidatoria.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué hará ahora el honorable Pujol ben Gurión con su caballo de Troya estatuario, con su frente nacional y con todos los capitanes de sus burocráticas legiones?


El Idióticon de Pájaro bobo
Buey aéreo.
Criatura mítica ideada por Pájaro bobo, con ayuda de la hambruna, cuando era niño. Entonces, tras convertir el término  en un apodo, se lo endosó  a un compañero  que  en cierta ocasión, así que consiguió sacar su andorga de penas y tristezas, exclamó entre resuello y resuello: «Me siento como un buey con ganas de volar». El niño, que se llamaba Tomás, pasó a ser Buey aéreo para el resto de su vida escolar.

José Montilla, el proscrito de Cólquida

Parece ser que los barones socialistas de las muchas y diferentes baronías de nuestra España autonómica le han arreado una memorable y memoranda tunda, acusaciones e insultos incluidos, a Josep/José Montilla, charneguete del Bajo Llobregat, hic et nunc presidente accidental de la Generalidad de los catalanes. Maestro consumado, y al fin consumido, de la política territorial más subrepticia, este hijo natural de Iznájar, Córdoba, llevaba tiempo haciendo deméritos.  Para colmo, el malparit guardó silencio como un sepulcro sin inquilino cuando un malparit llamó malparits a los extremeños. ¿Qué iba a hacer y a decir  el malparit en el país del malparit carallot Carod?

Parece ser asimismo que Zapatero  ha desmontado con envidiable y envidiada facilidad el frente catalanista en el que el su(b)sodicho Montilla  militaba  como conspicuo ideólogo, cabecilla y estratega. De hecho, al leonés le ha bastado con un dribbling-desmarque digno del Cruyff de los mejores tiempos  para deshacerse de sus aliados/enemigos de la Fenicia de Poniente. No obstante, si nos atenemos a lo que dice y enseña la historia reciente de este país y sus paisanos, aún tiene que ajustar cuentas — liquidación y finiquito— con el hombre que, tras recibir de él la misión de acabar con Maragall y el maragallismo en el seno del PSC, se pasó al enemigo y se dedicó a hacer la puta i la Ramoneta con una perfidia y una deslealtad dignas de peor causa.

Pájaro bobo está convencido de que, desde entonces, el líder de los socialistas peninsulares se la tiene jurada, y el charneguete lo sabe. ¿Qué no sabrá un bolchevique como él,  tratándose de intrigas y venganzas? Pero podemos estar seguros de que en esta guerra no correrá la sangre, como no sea en términos simbólicos, pues el vengador y ajustador de cuentas no es hombre que se deje llevar fácilmente por la iracundia de un Væ victis! (Wehe den Besiegten!)  más propio de bárbaros que de fenicios.

Pájaro bobo se obstina en pensar que Zapatero le tiene preparado el pasaporte a su antiguo  y desleal mensajero-colaborador. El pasaporte, el destino y la misión.  Ejemplo.

Una vez Montilla haya dejado la Generalidad, Zapatero le comunica  través de un subalterno de su entera desconfianza  que le tiene reservado un cargo con mucho porvenir como miembro de  la delegación española en un  país perteneciente a la antigua Unión Soviética. Montilla, exultante de gozo y a la vez un sí es no es sorprendido y receloso, dadas su vena y su mena púnicas, emprende viaje, pero cuando llega a su destino y abre la presunta valija diplomática se encuentra con que, en vez de las credenciales de embajador, hay un sobre chuchurrío y en su interior un papel que dice y canta:
«Por la presente se nombra a José Montilla Aguilera,  de cincuenta y … años de edad, natural de Iznájar, sin conocimiento de idiomas ni estudios universitarios conocidos y/o reconocidos,  conserje de segunda categoría, clase B,  en el Instituto Cervantes de Tiflis, capital que fue de la mítica Cólquida, tierra de iberos,  y hoy lo es del actual  y muy soberano Estado de Georgia».

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿cómo reaccionará Josep Montilla i Aguilera en ese caso?

Las lamentaciones de Jordi Pujol, presidente del Sanedrín catalán

De acuerdo con lo que Pájaro bobo sabe y entiende, Jordi Pujol, actual presidente del Consejo Asesor de Cataluña (Sanedrín), está llamado a figurar en la historia de España  como uno de sus personajes más funestos.

Su objetivo capital ha sido y es hacer de Cataluña un Estado soberano, combinado con la desmembración de España, reducida, en su imaginación y de acuerdo con sus planes,  a una serie de territorios dispersos y desprovistos de estructura estatal, de modo que en un futuro previsible pasen a constituir el  campo de  colonización y expansión de la Gran Catalunya.

De hecho, su modelo político ideal  ha sido siempre el Gran Israel, pues siempre ha visto al catalán como un pueblo elegido y siempre se ha atribuido a sí mismo una función mesiánica.

Para alcanzar ese objetivo,  Jordi Pujol y sus colaboradores han establecido, entre otros, los siguientes pasos o proyectos parciales, que están llevando a la práctica:
1) Instauración de una dictadura real en Cataluña, de modo que, bajo la apariencia de una democracia formal,  en ella la política la hagan exclusivamente los catalanes para los catalanes. En rigor, sus formaciones  políticas constituyen un partido único con una dirección única. El mantenimiento de este esquema operativo es la base necesaria e indispensable  para acceder a cualquier forma de independencia por procedimientos formalmente democráticos.
2) Creación de una Administración propia de carácter estatal financiada por España, unida a la creación  de una legislación igualmente propia que supere la dependencia de Cataluña respecto de España e invierta dicha relación, hasta conseguir que  España dependa de Cataluña. Ese es el espíritu del Estatut y esa es su finalidad.
3) Formación,  promoción e instigación de focos secesionistas en diferentes puntos de España, así como de movimientos disgregadores de toda índole, cualquiera que sea su apariencia, para favorecer y acelerar su destrucción y, de paso, ocultar la acción de los separatistas catalanes, que así podrán presentarse ante los españoles como aliados e incluso como defensores de la unidad de España. De hecho, los valedores de la  soberanía compartida pretenden vender esta fórmula como una salvaguarda de dicha unidad, pues de acuerdo con ella  lo único que ocurriría, llegado el caso,  sería que la representación estatal pasaría de Castilla a Cataluña.

A estas alturas de la conjura, Pájaro bobo considera lícito pensar que, si el honorable presidente del Sanedrín catalán se lamenta amargamente de los ataques de que es objeto Cataluña por parte de la mayoría de los españoles, es sencillamente porque ve peligrar su gran sueño. Si hay ataques y agresiones, además de intrigas, conjuras y mil formas de deslealtad, es por parte de los separatistas que se han apoderado de las instituciones de Cataluña, no por parte del conjunto de los españoles.

Pájaro bobo, en situación de muerte civil desde hace alrededor de veinticinco años, después de ser estigmatizado, perseguido, difamado, calumniado, marginado y excluido del mercado laboral,  podría explicarle a este ploraner y jeremíaco hijo de la mentira cómo vive y sobrevive en Cataluña un enemigo declarado de la ideología dominante y su dictadura. Y el caso es que aún no ha perdido la razón, como tampoco la  autoestima y la buena conciencia que, por derecho,  corresponden a los oprimidos, acaso los únicos demócratas auténticos del momento, de todos los momentos en los que triunfa el engaño, medra el oportunismo y sobrevive la cobardía.

Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Qué hará y qué será capaz de hacer el presidente del Sanedrín catalán si le sale mal la gran jugada de su vida?
¿Aceptará la ayuda de alguien que, después de verse condenado a muerte civil, acertó a sobrevivir aferrado a su dignidad?

De Guerra a Corbacho pasando por Sebastián

Pájaro bobo oye y escucha a Alfonso Guerra en la Tele y queda literalmente «pasmaíto» al comprobar la ignorancia del segundo de Felipe González en temas referentes a Cataluña. Ni zorra idea.
En cambio, las declaraciones de alguien tan limitado intelectualmente como Corbacho sobre la contratación y no contratación de aborígenes en origen son en su opinión tan correctas conceptualmente  que constituyen una fórmula poco menos que universal. Dejando aparte la  doctrina Monroe, que tan mala prensa tiene entre nosotros, parece lógico que Sebastián, ministro de Industria, saliera en defensa del extremeño, que trabajo tenía con defenderse sin poner de manifiesto sus gravísimas carencias. Pájaro bobo se malicia que lo hizo, entre otras razones, porque él le había puesto el mensaje en el pico. Era una obra de caridad y una obligación moral.
Malicias aparte, no cabe duda de que vienen tiempos en los que habrá que adoptar imperativamente medidas de esa índole. Lo exigirá la sociedad a la que se deben todos los políticos, incluida María Teresa de la Vega.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿por qué las declaraciones sobre temas de economía no las hacen los titulares de las carteras vinculadas directamente a la materia?

Soberbia maniobra táctica con dos peones aislados, uno en cada flanco

Pájaro bobo no duda en afirmar que, en términos político-ajedrecísticos, ha sido una maniobra de auténtico maestro. Aunque no sabemos quién es su autor biológico o putativo,  él piensa en Rubalcaba, nunca en Corbacho; también podría ser obra y hechura de una anónima y oscura eminencia gris. Anyhow, toda una lección de perspicacia, incluso de economía: alcanzar limpiamente un objetivo tan valioso en términos de rentabilidad política y hacerlo  con un consumo de energía mínimo,  sin descomponer el tablero: ni el tablero, ni el esquema de juego, ni la estructura táctico-estratégica del jugador que concibe y realiza la maniobra.

El caso es que alguien con un cerebro privilegiado va y dice: «A los malparits del frente catalanista [recuérdese que Pájaro bobo es extremeño]  les chalanearemos  el peón negro del flanco izquierdo  y a los impopulares del Partido Popular les «insurparemos» el peón aislado del Reino de Navarra. Dicho y hecho.
Peix al cove! O lo que es igual: ¡Ya los tenemos en el garlito!»

Con tan hábil y escueta maniobra, un fontanero anónimo y furtivo del PSOE ha  conseguido un objetivo triple: en primer lugar,  asegurarse el apoyo a los Presupuestos Generales del Estado necesario y suficiente para su aprobación; en segundo lugar, dejar fuera de combate a las tropas concitadas y conjuradas  por el Sanedrín catalán para hacer claudicar y besar el suelo al representante del Estado opresor; en tercer lugar, dejar seriamente averiado el tren de montaje de  Rajoy y su equipo para el momento presente y para  un futuro próximo y previsible, dada su crónica penuria en piezas de recambio.
Peix al cove! ¡Ya los tenemos en el garlito!

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿seguirá pensando el presidente del Sanedrín catalán que siempre será preferible tratar con un Zapatero desleal  a tratar con un Rajoy leal?

El Idióticon de Pájaro bobo
Insurpar.
Usurpar algo, apoderarse de algo o alguien con engaño o violencia. Verbo reflexivo, transitivo. También se construye con la preposición de. Ejemplos:  insuparse un kilo de patatas o insurparse de un kilo de patatas.  Se conjuga como usurpar. Existe asimismo la variante insurpir, con idéntico significado, idénticas  construcciones e idénticas aplicaciones, pero conjugado como partir. Participio pasado: insurpado e insurpido. Palabra usada por la señora Lucía, madre de Pájaro bobo. En sus dos variantes es exlusiva de este Idióticon.

Montilla: polvo eras y en polvo te reconvertirás

Ahora que el bolchevique Montilla se ha destapado y, para mayor estigma, ha merecido los elogios del Presidente del Sanedrín catalán por sus deslealtades al PSOE, resulta obligado preguntarse: ¿cuánto tiempo aguantará el futuro interfecto en el punto de mira de Zapatero y sus barones?

Dos cosas parecen ciertas:
1) El charneguete no culminará su traición estatutaria, el gran sueño de su vida.
2) El charneguete y prosélito nunca será admitido en el Sanedrín, donde, como es sabido, sólo  pueden ingresar sabras de sangre y linaje.

PSOE, ICV y UPN: la política y la ética

Días pasados, Pájaro bobo se refirió a la maniobra del PSOE para capturar dos peones sueltos (en el argot ajedrecístico internacional, isolanas), uno a izquierda y otro a derecha del tablero nacional, y la definió como jugada magistral en términos político-ajedrecísticos. Y, en ese aspecto, así continúa viéndola.

Sin embargo, contemplada desde una perspectiva ética, esa misma jugada, maniobra o golpe de mano por sorpresa le merece una valoración muchísimo menos favorable. En opinión de Pájaro bobo, y siempre de acuerdo con su conocimiento del lance, el PSOE actuó deslealmente al dirigirse en secreto a ICV, sabiendo como sabía que este partidillo residual y suburbial formaba parte de un frente nacionalista. Dos traidores, el PSOE e ICV,  a cuenta de un tercero, el frente nacionalista, también traidor a su vez.
El PSOE repite la treta con el UPN, a sabiendas de que esta formación está vinculada al PP. Pájaro bobo se considera con derecho a pensar que en los dos casos se llega a pactos o acuerdos secretos y clandestinos, pero ahora en perjuicio de un tercero, el mencionado PP, al que, en este supuesto, debemos considerar estrictamente traicionado, no traidor.

Tres preguntas ingenuas e intempestivas
¿Cómo ha comprado el PSOE el apoyo y, en sentido inverso, la deslealtad de los dos peones mencionados?
¿Qué acuerdos o pactos secretos ha firmado, o ha prometido firmar y cumplir, el PSOE con cada uno de los mencionados peones para conseguir su apoyo?
¿Es punible el comportamiento de los tres sujetos implicados y, en caso afirmativo, en qué grado, en qué medida?

El control de las Autonomías

Pregunta ingenua e intempestiva:
¿cómo controla el Estado a las Autonomías, concretamente sus actividades y el uso que hacen del dinero que reciben?

Cuatro millones de españoles en busca de una patria

Una consideración ni anacrónica ni intempestiva

Si Cataluña es una nación y además una nación opresora, ¿a qué nación pertenecen los miembros de la comunidad de idioma y sentimientos españoles de Cataluña?

¿Están dentro de Cataluña y forman una nación oprimida dentro de una nación opresora o están fuera de Cataluña y forman parte directamente de España?
En cualquier caso, somos españoles en busca de una patria que nos conceda el derecho de ser lo que siempre hemos sido y siempre hemos querido ser: españoles.

En clase de física

Durante los últimos días, Miguel el inventor ha estado, y sigue estando,  muy atareado con el acelerador de partículas de Ginebra y misterios como los campos gravitatorios, la mecánica cuántica, el principio de incertidumbre y la teoría de la relatividad general. A propósito, ¿qué es el bosón de Higgs?

Pájaro bobo aprovecha las  infrecuentes desconexiones del muchacho para formularle algunas preguntas.  De entrada, éste afirma que en la ciencia no hay espacio para un Dios personal o un Diseñador inteligente, pues en ella se parte de una situación concreta y se procede por vía empírica,  y que, por lo tanto, la ciencia en cuanto tal no entiende de metafísicas. Lo que existe actúa de cuerdo con leyes que le son propias.

Pájaro bobo insiste y le pregunta si acaso no deberíamos dejar a un lado cuestiones como  el Dios personal o el Diseñador inteligente y  hablar de una Autoconsciencia condicionante, no condicionada, y Miguel le contesta que, a su modo de ver y pensar, el problema radica en que eso no añade nada a la situación sometida a examen, toda vez que no incide en  el acontecer y su desarrollo. El acontecer se explica a sí mismo y en sí mismo. Eso es todo, y eso es la ciencia. El ser humano tiene que atreverse  a ser él mismo, a estar siempre solo. Esse te ipsum aude!

Tras escuchar y tratar de entender tales explicaciones, Pájaro bobo llega a la conclusión de que la situación es incomprensible para el ser humano, entre otras razones, porque, en última instancia,  su lenguaje no es adecuado para describirla. Acto seguido, Miguel insiste en que Dios, su existencia, es un pobre recurso dialéctico adoptado a posteriorii, no una realidad dada.

Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Qué hace ahora Pájaro bobo con su principio de causalidad?
Si según el Libro «En el principio fue la Palabra», ¿qué fue primero la Palabra o el big Bang?

Pucherazo en el Vallès de los ciudadanos

Cargado con su puchero

llegó el ministrable y dijo

que en aquel puchero d’aram

con su sabroso refrito

sólo él metería cuchara

porque ese era su oficio.

Un viejo le miró con sorna

y comentó compungido

que entonces qué hacían allí

diez feligreses reunidos.

Que si algo hería su alma

no era aquel artificio,

sino la intelectual indigencia

del timador y su timo.

Moraleja

Si preparas un pucherazo

busca antes un buen cazo

13 de septiembre, día de recuerdo, día de silencio

Con Hervás en el alma

Ayer, 13 de septiembre, se cumplieron 72 años de la muerte (asesinato) de mi padre, Miguel Ibero. Día de recuerdo,  día de silencio. Con el recuerdo estuve en Hervás, en silencio recorrí  la empinada y estrecha calleja de la ermita de Santa Bárbara, en el término municipal de Puerto de Béjar. Allí murió él. Allí nací yo por segunda vez. Tenía entonces dos años. Desde aquella mañana vago por las callejas  del mundo y con frecuencia me veo en los ojos de ese niño con síndrome de Down que va por la calle y, cada vez que ve una mujer, se acerca a ella y le pregunta: «¿Eres tú mi mamá?»

Para mí, si hay algo que no tiene sentido es que todo tenga sentido. ¿Hay ahí  una prueba de que Dios existe o una prueba de que Dios no existe? ¿Se puede llegar a conocer, al menos vislumbrar,  desde lo contingente (el ser humano)  lo supracontingente (Dios)? Acaso la clave y la respuesta estén en el dolor. ¿Permitirá el dolor a la mente humana transcender los límites de lo contingente?

13 de septiembre, día de recuerdo, día de dolor. El dolor puede y acaso debe purificar el recuerdo hasta dejarlo libre de odio y de rencor. ¿No son el odio y el rencor el agujero negro del alma?

«La Vanguardia» y su «Culturas»

Desde hace años, La Vanguardia, de Barcelona, es el órgano del establishment catalanoseparatista que abarca desde la Generalidad con su Consejo Asesor o Sanedrín hasta el Rovell de l’ou y sus beneficiarios, pasando por los activistas y trabucaires del carallot Carod. Toda una caterva, toda  una plebe, nunca pueblo o nación, bendecida por los dos Sumos Sacerdotes de la provincia eclesiástica Tarraconense, Martínez Sistach, cardenal y arzobispo, y Josep Maria Soler, abad, amén de vigía de la Montaña Sagrada de Montserrat y custodio de la Moreneta.

En la actualidad, La Vanguardia rebosa separatismo a través de sus colaboradores y los nombres de estos: desde el incombustible Porcel con su pasado azul y su destino estelado hasta ideólogos y teóricos de la pizza catalana como Bru de Sala, Antoni Puigverd y el manso y remanso Carreras, sin contar escribanos y amanuenses de segunda y tercera fila.

Evidentemente,  el pastel también tiene sus guindas; en general, un intelectual o un político extranjero de prestigio y, a modo de contrapeso, un aborigen de la meseta castellana con pluma en plaza  llamado casualmente Ónega o Expósito.

Pero el periódico funciona. Podemos pensar que  gracias a  las ayudas a fondo perdido de la Generalidad y sus incontables partidas presupuestarias destinadas a la construcción nacional.

Quedan lejos los tiempos en los que los charnegos compraban La Vanguardia Española para estudiar y descifrar los anuncios en busca de trabajo y envolver el bocadillo de la mañana. Ahora, La Vanguardia es la gaceta de la Generalidad y sus beneficiarios,  subalternos y aconductats.Los tiempos cambian y las artes…

Así, con el dinero de los españoles se financia, entre otros muchos crímenes, un periódico separatista al servicio de los separatistas, en el que, para mayor ignominia, el idioma español es utilizado para denigrar a España y los españoles, y, como supremo sinsentido, perseguir el mismo idioma español.

Otro tanto ocurre en el suplemento de la Vanguardia, llamado  Culturas. Aquí, siguiendo el lema de la criba  socio-cultural, cada vez hay menos espacio dedicado al español y cada vez hay más espacio reservado al catalán; sólo reservado, porque, como con la producción catalana en catalán no se puede llenar cada semana un suplemento cultural de medio centenar o un centenar de páginas, muchas quedan vacías. Todo menos entregárselas al enemigo, su idioma y su cultura.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿por qué en una parte de España se castiga a los españoles que defienden el español y se premia a los que utilizan el español para perseguir a los españoles y destruir España?

Miserables, miserables, malparits!

Nota aclaratoria
Malparit es la palabra que un malparit me dedicó a mí como extremeño.

España: sentencias y relevos

En opinión de Pájaro bobo, el rechazo tajante del referéndum de Ibarretxe por el Tribunal Constitucional ha sido la primera medida de una serie que debe devolver la soberanía nacional al pueblo español. La segunda, no menos significativa y decisiva, ha de ser la condena del Estatuto de Cataluña en bloque, letra y espíritu, por la misma instancia judicial. Ciertos indicios parecen indicar que el leonino leonés está al corriente de lo que va a ocurrir y, obrando en consecuencia por adelantado, ha dejado a sus  desleales aliados actuales  para buscar apoyo a sus Presupuestos en otras formaciones políticas y otros territorios. Él sabe, por larga y amarga experiencia, lo arriesgado que es depender de políticos como Pujol, máxima autoridad del Sanedrín, y  Montilla, presidente de la Generalidad y secretario del PSC o Partido de los Separatistas Catalanes.

Parece ser asimismo que, un vez liquidado el Estatuto, Zapatero quiere meter mano en el  PSC, ese que Montilla controla a la manera bolchevique. Visto con ojos del socialista leonés, la operación  consistirá  en sustituir ese mensajero cien veces traidor por un colaborador y subalterno de su confianza, que podría ser un tal Corbacho, hombre de pocas luces y, por lo tanto, con pocas ambiciones secesionistas. Al menos en apariencia, al menos de momento.

Como ha manifestado recientemente el su(b)sodicho bolchevique, al final se verá quién va de farol. Eso quiere decir que estamos ante una intriga/conjura con desenlace en el aire, como mínimo a los ojos de uno de los contendientes, pues debemos suponer que el otro hace ya tiempo que tiene conocimiento fidedigno de lo que se ha maquinado/pactado  y se va a hacer. Otra cosa significaría que todos, separatistas y presuntos implicados, pueden intrigar, presionar y coaccionar, menos el jefe del Gobierno de la nación. La realidad nos dice que él también intriga y saca partido. En el caso presente,  deshacerse de la coraza del separatismo catalán, tanto más cuanto que, con ocasión de su última intervención  en el escenario estatal, éste se ha presentado como un frente nacional y ha amenazado con movilizaciones populares de ámbito «nacional», dicho sea en términos catalanes y para catalanes.
Pero como parece ser asimismo que nuestro intrigante y traidor jefe de Gobierno no gana para  disgustos y soponcios, a él también le tienen preparado el relevo (léase la mortaja política) los de su propio partido. Lo decía un comentarista en uno de esos periódicos digitales que se cuelan en los hogares como si quisieran demostrarnos  que para ellos no hay ni paredes ni  barreras que valgan. Lamentablemente, en este caso el remedio sería, a mis ojos,  peor que la enfermedad, que ya es decir, pues la sustituta de Zapatero sería, según la fuente aludida, Carme Xacó, fiera corrupia y menistra de Indefensa de mi patria.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿y si Pájaro bobo despierta un día y se encuentra con que todo ha sido una pesadilla o, dicho en catalán, un malson?

Estatuto de Cataluña, el próximo de la lista: una denuncia y dos preguntas

En el ABC nuestro de hoy y de cada día, Jiménez de Parga ha comentado, con una visible sensación de alivio, que en el horizonte de esta España atormentada por las fuerzas centrífugas empiezan  a aparecer signos de un futuro menos oscuro, menos caótico, menos destructivo y, por lo tanto, mejor para España y los españoles en términos relativos. Por fin, se aprecia en ciertas instancias estatales con poder y capacidad de decisión una toma de conciencia responsable y leal ante la gravedad de la situación generada por la conjura separatista con sus múltiples y continuas intrigas. ¿La próxima? Que el carallot Carod nombre un embajador de Catalunya en Madrid, capital del país vecino.

Eliminados el pretendido referéndum de Ibarretxe y ANV, partido abiertamente antidemocrático en su ideología y en su actividad práctica, ahora le toca el turno al Estatuto de Cataluña, documento doloso en su espíritu y en su letra, y, por lo tanto, abierta y rotundamente delictivo, al menos a los ojos de Pájaro bobo. Fraude de ley  aderezado y, en este caso, agravado con presiones de toda índole, siempre ilícitas, siempre ilegales.

Pájaro bobo entiende que el doloso y delictivo Estatuto de Cataluña no sólo acabaría con España como nación sino que incluso situaría sus restos en una situación de dependencia jurídica con respecto a Cataluña. Ese es el espíritu y esa es la intención última que animan el contenido y la  forma del aludido e innombrable documento estatutario.

Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿No está obligado en justicia el Tribunal Constitucional  a denunciar ese carácter doloso y  conspirativo del llamado Estatuto de Cataluña  y, obrando en consecuencia, a procesar tanto a sus autores intelectuales como a  sus valedores?
¿Cargos? Fraude de ley y conjura para destruir España constituida en Estado de derecho.

Los hijos de la red

Pájaro bobo llevaba tiempo buscando título para una idea suya y al fin lo encontró: Los hijos de la red. A él le gusta, cree que tiene gancho, hasta el punto de que le suena como el título de un libro o una película. También cree que, por elemental, es muy probable que ya se le haya ocurrido a alguien. Además, como estamos en la era de internet y el software libre, la autoría no cuenta, por más que cada ser humano se vea a sí mismo como autor y amo de su imaginario y con él de su mundo virtual y más íntimo. Miguel el informático dice que, en rigor, la autoría es una usurpación. La realidad, incluido todo eso  a lo que llamamos ideas, está ahí, no pertenece a nadie en particular, pero por eso mismo está a disposición de todos. Pájaro bobo entiende lo que dice el informático, aunque, por un egoísmo atávico, practica  la usurpación y defiende su derecho a usurpar.

Estos días se viene diciendo que los hijos de la red, llamados también navegantes y cosas parecidas,  pueden influir decisivamente en los resultados de las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos. En cualquier caso, no cabe duda de que ampliarán considerablemente, en los planos horizontal y vertical,  el espectro socio-político de interesados y votantes. Será una manera de romper, al menos parcialmente, el cerco de las minorías elitistas y su control de un régimen sólo putativamente democrático. Además favorecerá la culturización de los que, por falta de cultura, no están en condiciones de hacer valer sus derechos. A la democracia por la ilustración, hija natural y, por ende,  muy legítima de la Ilustración.

Es posible que si Zapatero hubiera tenido en su momento  buenos asesores políticos, en vez de cuatrocientos euros, habría regalado o, para ser exactos, habría  prometido regalar a todos los votantes un ordenador ya programado y conectado a la red. Tantos ordenadores, tantos votos para siempre o, al menos, para una temporadita.

Pájaro bobo está convencido de que en nuestras  próximas elecciones alguno de los contendientes tendrá en cuenta la añagaza y tratará  de ponerla en práctica. Al decir esto pienso concretamente en el Partido de los Ciudadanos, si es que para entonces aún sigue vivo y en la brecha.

En cualquier caso es evidente que  avanzamos hacia la ciberdemocracia —concepto y título ya inventados y utilizados—, después de superar etapas más bien recientes pero mucho menos técnicas, como la del mitin de masas, el boca a boca y el buzoneo.
Entre otras muchas cosas, la ciberdemocracia nos permitirá votar desde casa y seguir las incidencias de las campañas políticas  y diversos happenings sociales en tiempo real desde casa. Eso, en un futuro inmediato, porque en un futuro mediato ya no será necesario votar. Entonces, los resultados, por conocidos, dejarán de ser resultados.

Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Cuánto tiempo tendría que vivir Pájaro bobo para sobrevivir a la última forma de opresión por parte de los últimos representantes de la última ideología dominante?
¿Será la ciberdemocracia la era de una democracia casi auténtica o auténtica?

Zapatero-Montilla: duelo de truhanes

Los dos truhanes y sicarios, cada uno por su cuenta y riesgo, vienen preparando el duelo desde hace meses, incluso años. Los dos, con la daga siempre a punto para asestar una única y mortal puñalada al contrincante, otrora aliado, siempre enemigo, a las primeras de cambio. Zapatero, asistido por un tal Rubalcaba, maestro en el manejo de la sica; Montilla, solo ante el peligro, pero mirando continuamente de reojo a Pujol ben Gurión, presidente del Sanedrín catalán, para recabar su vist-i-plau: « Molt bé, noi! Ahí, en la entrepierna. Collons, ahora no sé cómo se dice entrepierna en català».

A primera vista, el duelo gira en torno al Estatuto de Cataluña y los Presupuestos Generales del Estado como  penyora y botín, pero detrás hay mucho más. Verbigracia: el relevo —léase muerte política– del bolchevique, con la consiguiente e inmediata  reorganización del PSC o Partido de los Separatistas Catalanes, que pasaría a ser el PCS o Partido de los Charnegos Socialistas y estaría dirigido por un Corbacho de vía estrecha y hasta ahora nunca desmentida lealtad. En realidad, el objetivo último responde a una razón de Estado: desmantelar y desmontar el frente catalanoseparatista, ese que dirige Pujol ben Gurión desde el Sanedrín, antes de que el fuego se propague y arrase los campos y las ciudades de España, pues entonces ya sería demasiado tarde.

El bolchevique quiere vender su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado para obtener dos talls o tajadas de mucho peso y sabroso contenido: la aprobación del llamado Estatut de Catalunya en su total y absoluta literalidad parlamentaria y un share de los mencionados Presupuestos fijado por Cataluña y pactado en régimen de bilateralidad, o sea, entre el Govern de Catalunya y el  Gobierno del Reino de España.

Zapatero, desde hace tiempo conocedor del veredicto del Tribunal Constitucional sobre el Estatut, tiene clara ventaja en este enfrentamiento. Sabe que la jugada del catalanoide es puro farol. Además éste ha cometido dos errores tácticos gravísimos: traicionarle y, para colmo, actuar como cabecilla  y cerebro del frente nacional catalán contra España, contra el Gobierno de España y contra él y los suyos. Por todo ello, Pájaro bobo está convencido de que ahora Zapatero se ve obligado a dar una lección en toda regla al bolchevique y se la va a dar, con lo que, como este mismo vaticinó,«al final se sabrá quién iba de farol».

Desmontado el Estatuto y aprobados los Presupuestos Generales del Estado, no a pesar sino gracias a la traición de Montilla, Pujol ben Gurión podrá lamentarse y gritar: «Catalunya ha sido víctima de una vil traición por parte de Espanya. Los catalanes no lo olvidaremos y tomaremos medidas». Lo que quiere decir: Nos vengaremos.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿En qué consistirá la venganza del Sanedrín catalán en el caso, más que probable, de que quede desmontado su proyecto independentista?

El Idióticon de Pájaro bobo
Nicomedia, Cuchillerato.
Hervás, 1934. Dos madres hablan de sus hijos. Una de ellas insiste en que el suyo  es muy estudioso y le suelta a la vecina: «El de mi Lorenzo es Nicomedia». Lo que la buena señora quiere decir  es que su hijo ha superado el catón y ahora ya estudia con la enciclopedia, que es su libro de clase. La otra madre no quiere ser menos y le replica: «Pues mi Antoñito ya ha empezao el cuchillerato». Pájaro bobo ignora si en 1934 algún vecino de la villa extremeña cursaba estudios de Segunda Enseñanza, aunque fuera en esa variante local.

Crisis: economía productiva versus economía especulativa

Pájaro bobo, administrador de su casa y, por lo tanto, economista, opina que, en principio, la economía productiva se desarrolla de abajo arriba, a lo largo de la historia y en el seno de las sociedades vinculadas en su última etapa al modo de producción capitalista. Opera con bienes poseedores de entidad y utilidad reales que determinan su valor de uso. Simultáneamente,  esos bienes con valor de uso delimitan el campo de la economía productiva y fijan su lugar en el ámbito de las actividades humanas. Y si es cierto, al menos para este hijo de un obrero socialista, testigo y mártir, que la economía productiva nace de un insano afán de lucro e implica, ¿necesariamente?, la explotación del ser humano por el ser humano, también lo es, al menos para él, que proporciona productos  y servicios (si se prefiere, subproductos y subservicios) que impulsan y favorecen la vivencia,  la convivencia y la supervivencia de los seres humanos. Todo lo que tenemos y todo lo que no tenemos se lo debemos a esa explotación.  Y, antes y después, todo lo que somos y todo lo que no somos. Georg  W.F. Hegel, padre intelectual de Karl Marx y su contradoctrina, dejó escrito: «Dios se sirve de las pasiones de los seres humanos para sus fines». Y aquí quien dice Dios puede decir perfectamente la naturaleza.

Pájaro bobo considera que, con la historia de la humanidad en las manos, no podemos afirmar que estamos ante una ecuación ajena al tiempo, siempre idéntica  a sí misma,  del tipo «explotación igual a explotación» sino ante una proposición, constantemente diferente a sí misma, que dice:  «explotación igual a menos explotación y algo más (progreso)». Esa misma idea le llevó a Pájaro bobo a blasfemar en cierta ocasión: «Para luchar contra la explotación, lo más inteligente es dejarse explotar». Lo descubrió  gracias a su experiencia como emigrante en la vieja Europa y, ya instalado como explotador, han venido a recordárselo los suramericanos y los africanos que han llamado a su puerta.

Desde su aparición/alumbramiento, la economía especulativa se ha situado socialmente por encima de la economía productiva y ha venido moviéndose en círculos horizontales de evolución  concéntrica y tendencia expansiva. Todo ello, gracias a que opera esencialmente  con un valor de cambio, el dinero, del que puede y acaso debe decirse que es un valor económico sin realidad física.

La ambición suprema, rara vez confesada,  de la economía especulativa es estrangular y engullir a la economía productiva, de la que, curiosamente, emana y a la que se debe. Al menos teóricamente, cabe pensar en una economía productiva sin economía especulativa, pero no cabe pensar, ni siquiera idealmente,  en una economía especulativa sin una economía productiva, de la misma manera que no cabe pensar en una actividad parasitaria sin un cuerpo/organismo parasitado. Y es sabido que, empezando por el instinto de supervivencia,  la vida en todas sus formas  se rige por leyes económicas de acuerdo con el esquema: debe y haber, activo y pasivo, catabolismo y anabolismo.

Por lo tanto, en lógica sanamente egoísta, la economía especulativa deberá procurar que la economía productiva ni languidezca ni se extinga, pues en esa joint venture también a ella le va la vida, que en definitiva es lo único que le importa.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué sería de los depredadores sin cuerpos/organismos a los que depredar una y mil veces?

Crisis económica: dos enfoques y una experiencia

En opinión de Pájaro bobo, una primera medida, siempre útil, nunca perjudicial, para afrontar una crisis de manera racional, sufrir el mínimo daño posible y, en última instancia, acaso beneficiarse de ella consiste en delimitar el campo o los campos que, previsiblemente, van a resultar afectados negativamente por dicha crisis y, acto seguido, definir y cuantificar variables como su naturaleza específica, su intensidad y su duración. A este fin se pueden asignar a los principales indicadores económicos valores límite y componer con ellos un cuadro general definido como el peor de los casos posibles (the worst case scenario). En tal supuesto, cada uno de esos valores podrá utilizarse como terminus a quo o, en otras palabras, como expresión de la situación menos deseada y, por lo tanto, como referencia negativa.

Este enfoque, en el que el individuo o una yuxtaposición de  individuos aparece como objeto a la vez pasivo e impotente, responde a un planteamiento deductivo que, una vez hechas las adaptaciones y las correcciones necesarias, tiene aplicación en muy diversas disciplinas. Como puede verse, en economía sirve, entre otras cosas, para elaborar modelos predictivos y tomar medidas teóricas y prácticas ante cambios potenciales difíciles de controlar, incluidas, claro está, las grandes crisis nacionales y supranacionales.

A juicio de Pájaro bobo, ese cuadro económico, alumbrado, acaso de manera inconsciente, mediante  un planteamiento deductivo en el que, en definitiva, el colectivo social aparece como objeto de un sistema impuesto por una instancia superior, tiene su contrapartida y su complemento en un enfoque o planteamiento inductivo, dentro del cual cada individuo es, al menos en cierta medida, sujeto agente de su propia actividad económica.

Ante la imposibilidad e inutilidad de incidir positivamente en el sistema económico general, Pájaro bobo, convencido de que el orden es a la vez racionalidad y transparencia u honradez, adoptó hace tiempo un criterio operativo basado en un principio de Spinoza según el cual «el orden y la conexión de las cosas son los mismos que el orden y la conexión de las ideas».

Eso le permitió organizar y ordenar su microcosmos y hacer frente, con cierto éxito, al desorden que otros querían venderle e imponerle. Y si es cierto que no le ha resultado nada fácil, habida cuenta que ha tenido que luchar contra un contexto hostil por naturaleza, también lo es que hoy la economía de este hijo de la guerra y el trapicheo familiar responde a un esquema  racional,  simple y transparente.

Además, como administrador hogareño, él procura y por norma general consigue que cada miembro del clan tenga lo que necesita —quantitas y qualitas— en el momento en el que lo necesita, mientras que, como no puede ser por menos, él se queda siempre con la peor parte, que es lo que aprendió de su madre. Para eso sirve tener orden en la cabeza y someterse a él de buen grado.  

La izquierda española en Cataluña

Hablo con un hombre que lleva como treinta años en la brecha. Me recuerda insistentemente a mi padre, sólo que, al oír su voz,  me lo imagino en el PSC, Partido de los Separatistas de Cataluña, a pesar suyo. Desde Maragall y Obiols, miembros de la burguesía catalana por  sangre,  mentalidad y mendacidad, hasta el bolchevique Montilla, charnego traidor por partida doble. El hombre es de los que no tardaron en descubrir el juego y lo denunciaron. Imagino que si abandonó el partido fue porque no encontró otro camino. Desde entonces está con su mensaje y su denuncia en todas las broncas y todas las trifulcas en las que se intenta poner  al descubierto el separatismo, se disfrace de formación democrática o de partido de izquierdas, de ONG o de colectivo para la recuperación de la memoria histórica en una localidad de la Alta Extremadura.

El hombre me dice que en el seno de la comunidad de lengua española de estas tierras hay infinidad de  grupos, corrientes y  tendencias  contrarios al actual establishment catalanista y su opresión.  A estas alturas de la transición son muchos los que han descubierto el fraude y tratan de oponerse a él. El hombre es uno de ellos. Lo intenta cada día. Es un activista. No puedo decir su nombre. Estoy seguro de que está en la lista negra del catalanismo institucional/inquisitorial/policial. Como Pájaro bobo, con sus veinticinco años en condiciones de muerte civil. Con amigos que, convertidos en confidentes y sicarios, están deseosos de amargarle la vida, cada vez que sale a la calle,  para hacer méritos a los ojos de sus nuevos jefes.

Digo al hombre de izquierdas que los españoles de Cataluña deben unirse para acabar con la opresión y el fraude. Sin unión no hay ni  izquierda ni fin de la opresión. El socialismo o es unión o no es socialismo. Lo entiende. Y también entiende que en Cataluña no hay nacionalismo, lo que hay es un movimiento burgués cuyos representantes copan todas las instituciones públicas y la representación de todos los partidos. Aquí, la política la hacen ellos, sólo ellos, sólo para ellos. Y, por lo tanto, estamos ante una sociedad con dos comunidades sociolingüísticas: una comunidad minoritaria y opresora y una comunidad mayoritaria y oprimida. Extraña y anacrónica variante del colonialismo europeo en los dos últimos siglos.

Curiosamente, cuanto mayor es la opresión, más fácil es verla y más difícil resulta desmontarla.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿cuándo verán y comprenderán todos los españoles de Cataluña lo que ve y comprende este hombre de izquierdas?

El español en las iglesias de Cataluña

Si le fuera dada la posibilidad, a Pájaro bobo le gustaría hacer un estudio sobre los servicios religiosos en español que se ofician en las iglesias de Cataluña o, si se prefiere, en la provincia eclesiástica de la Tarraconense, gobernada  por el cardenal y arzobispo de Barcelona Lluís Martínez Sistach, miembro egregio del Sanedrín o Consejo Asesor de Cataluña y valedor de la fe catalanista.

Según declaraciones que ponen en su boca los periódicos de hoy, este pastor asalariado está preocupado por problemas como la laicidad y el laicismo del Gobierno del Estado español, pero no por la lengua de más de la mitad de sus fieles. De hecho, él colabora activamente con las autoridades autonómicas en la eliminación del idioma español de todo el ámbito de su provincia eclesiástica y es responsable supremo de un proyecto que Pájaro bobo no duda en definir como genocidio socio-religioso. Iglesias vacías, pero sermones en catalán.  Miserable, miserable.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿se atreverá a negar ese pastor asalariado lo que aquí se denuncia?

El empresario que soñaba números

Pájaro bobo trabajó en una editorial durante un período de tiempo equivalente a un cuarto de su vida, suponiendo que llegue a los cien años. Su propietario era un señor catalán muy trabajador, muy honrado y muy religioso. Había empezado con un diminuto taller y, a fuerza de tesón y sacrificio, había llegado a crear un pequeño gran imperio económico, una especie de holding que abarcaba casi una docena empresas, todas del mismo ramo. Y, claro está, todas controladas personalmente por él.

En la editorial, con sus múltiples ramificaciones, Pájaro bobo encontró un campo adecuado para poner en práctica sus conocimientos y, por supuesto, acrecentarlos. Y lo hizo. Renunció definitivamente a sus aspiraciones de escritor en primera persona y se concentró en su trabajo, un trabajo que le permitió no sólo ganar dinero —el empresario siempre fue muy generoso con él– sino también y sobre todo acumular conocimientos. En veinticinco años, además de dar a sus dos hijos una formación de corte europeo, Pájaro bobo leyó tanto como tres o cuatro personas juntas y se hizo con habilidades  equivalentes a las de otras tantas. Sin darse cuenta, incluso a pesar suyo, se había convertido en un hombre rico o casi rico en pecunia y en eso a lo que se llama convencionalmente cultura. Una mañana  Pájaro bobo se levantó y cayó en la cuenta de que era un archivo.

Con el tiempo, el buen empresario, más padre y patriarca que amo y patrono, le honró con su amistad y, tras confesarle secretos de diversa índole, hizo de él algo así como su consejero y asesor. Pájaro bobo le ayudaba en lo que podía y, a pesar de que era casi veinte años más joven que él, le ofrecía su consejo en aquello que, de acuerdo con su leal saber y entender, consideraba provechoso para sus negocios. Su esquema era muy sencillo: orden general y saneamiento del imperio económico por parcelas. No era fácil. Y, de hecho, no resultó fácil, pues  la composición del complejo empresarial-familiar era prácticamente laberíntica, ya que había nacido y crecido por acumulación, sin planificación ni estructuración, al menos  por lo que Pájaro bobo pudo ver y llegar a saber.

Por todo ello y porque las actividades eran muchas y estaban muy diversificadas, las cosas empezaron a ir de mal en peor, mientras los problemas aumentaban. Para colmo, el buen hombre era muy dado a los parches. Tratamiento médico-económico medicamentoso.

Un día, Pájaro bobo le llamó por teléfono, y el buen empresario, ya anciano y abatido, le soltó a bocajarro: «Sueño números (somio números). Las palabras le quedaron grabadas en la mente hasta que, años después, él se convirtió en economista o, si se prefiere, en administrador full time del clan familiar y sus haberes.

Ahora, en su nueva y postrera actividad, Pájaro bobo también sueña números, pero sólo a ratos, no continuamente. Por fortuna para sus administrados él tiene orden en la cabeza o, lo que en su caso es igual, en las ideas y en las cosas.

Aun así, alguna vez a Pájaro bobo le asalta la sombra de su vieja y secreta ambición y se pregunta qué habría sido de él, de su mujer y de sus hijos si en el momento crucial hubiera decidido dedicarse a escribir en primera persona.

Una cosa parece cierta. Si no lo hizo fue en buena medida gracias a la intervención de aquel empresario que soñaba  números.

Miguel rockero

Miguel estudió Telecomunicaciones con aprovechamiento y excelentes resultados. Después se pasó un año en Berlín, en cuya Technische Universität realizó y presentó su trabajo de fin de carrera. Ahora trabaja en lo suyo, aunque lo suyo de verdad son los inventos y la música. Miguel trabaja para poder hacer lo que realmente le gusta. Según él, es un tributo que tiene que pagar y paga.

El viernes por la mañana estuvo hablando con su padre sobre el principio de incertidumbre formulado por Heisenberg y el lugar de Dios, en cuanto Ser, en la ciencia. Miguel está con los científicos que no quieren ningún Dios —léase postulado a priori— en su parcela. El acontecer, al acontecer, da lo que es; no hay nada más. Pájaro bobo le pregunta si podría ocurrir o acontecer que, una vez los científicos hayan reconstruido mentalmente el universo, si es que lo consiguen, se encontraran con que no hay  una respuesta válida y tuvieran que  seguir adelante o empezar de nuevo, sin Dios o con Dios.  Miguel se echa a reír… «Lo pensaré, lo pensaré…»

Por la noche, Miguel se viste de rockero y actúa con su grupo en un local que lleva el simpático nombre de «La Sedeta» en honor de una antigua fábrica textil. El inventor, ahora muchacho, se disfraza (se ha dejado barba para el evento), toca la guitarra y canta o hace  algo parecido. Le acompañan un colega y una colega. Aplausos, gritos y bullicio, todo dentro de un orden. Su madre y yo estamos pasmaos. Tenemos un hijo al que no conocemos.

Curiosamente, Miguel, ese desconocido, se mantiene en equilibrio por encima de su entorno. El entorno le respeta y espera la sorpresa. Sus padres están sobre aviso.

El grito

La sociedad catalana está formada por dos comunidades sociolingüísticas: una comunidad de lengua catalana equivalente al cuarenta y ocho por ciento de la población y, por lo tanto, minoritaria y una comunidad de lengua española equivalente al cincuenta y dos por ciento de esa misma población y, por lo tanto, mayoritaria.

A pesar de ese hecho y a pesar de tener un régimen democrático tanto en el conjunto de España como en Cataluña, la comunidad de lengua catalana oprime a la comunidad de lengua española. Es una opresión política, social, cultural e incluso religiosa, sí, religiosa.

El grito de hoy, proferido por varios miles de gargantas —de cinco mil a ocho mil, según los diversos informantes—, pretende denunciar lo que está ocurriendo. Aunque sólo sea para que nadie venga después diciendo que él no sabía nada. Lo saben todos, en Madrid y en Barcelona, en la Conferencia Episcopal Española  y en Montserrat, también  en el Vaticano.

El grito es una denuncia y la denuncia un aviso. Que nadie se llame a engaño.

La hora de los buitres

Podemos imaginar que son muchos los particulares y la entidades financieras que han empezado a especular con la situación económica que se va a producir en España a medio plazo, o sea, entre los tres y los seis años próximos. La naturaleza y sobre todo las proporciones de la crisis actual hacen muy difícil predecir su evolución y por lo tanto la situación que se va a dar en un momento concreto, sea dentro de un año o de diez. En cualquier caso, ciertas medidas pueden y deben contribuir a reducir los riesgos y, en consecuencia, a aumentar las probabilidades de sobrevivir sin daños, con daños mínimos e incluso con beneficios. A juicio de Pájaro bobo, guiado siempre por una intuición deudora de una atávica e irrefrenable afición al trapicheo, la fórmula para un profano de las finanzas podría ser: cuentas transparentes, simplificadas, a ser posible, hasta el límite del esquema dual omnipresente en el universo biológico (catabolismo-anabolismo)  y dinero disponible para invertir en ese momento. Será la hora de los buitres.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿tiene derecho un viejo socialista utópico a convertirse en  buitre o a explicar a otros cómo convertirse en buitres?