Artículos de julio de 2008

Sociedad civil: del Manifiesto a la tanda de penaltis

Aunque sea verano y el calor amodorre los espíritus, los políticos de una presunta izquierda, de una presunta derecha y de un presunto centro, junto con los políticos de las presuntas nacionalidades periféricas, deberían tomar nota: la sociedad civil, esa que no entiende ni de ideologías ni de partidos cuando se juega el partido de la unidad de España y su supervivencia, ha decidido organizarse y hacer acto de presencia. Su mensaje es diáfano: España es España y el español es el idioma de los españoles.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿entenderán y atenderán los políticos el mensaje de la sociedad civil española o tendremos que ir a la tanda de penaltis?

La sociedad civil contra los políticos

La existencia de una sociedad civil debidamente cohesionada y activa es condición necesaria y, en ocasiones, incluso suficiente para que una democracia funcione, como mínimo, en términos aceptables. La democracia, en cuanto estructura organizativa, es fruto de la sociedad civil, no a la inversa. Las dictaduras, también. Engaños y autoengaños aparte, Franco es fruto de la España de los españoles, Hitler es fruto de la Alemania de los alemanes, Mussolini es fruto de la Italia de los italianos. No a la inversa.

Con democracia o sin democracia, los políticos tienden a formar una casta protegida y separada de la sociedad de la que viven y para que no viven. Y, cuando están en peligro sus intereses, se unen contra el enemigo exterior, la sociedad civil. Aunque con otras palabras y referido a otras situaciones sociohistóricas, eso ya nos lo enseñó Hobbes, el de homo homini lupus y bellum omnium contra omnia (El hombres es un lobo para el hombre y la guerra de todos contra todo). Como en la selva, como en el selvático mundo de los humanos.

Ahora, parece que los políticos de nuestra Meseta central han decidido aliarse con los políticos de todas las periferias para despojar de sus derechos constitucionales en materia lingüística a la sociedad civil española. El Gobierno de la nación no sólo no coordina y armoniza los derechos de la mayoría y de las minorías como establece la Constitución sino que incluso antepone los derechos de minorías que no llegan al diez por ciento de la población total a los derechos de la mayoría, que forma el cuerpo de la sociedad civil española.

Y, como otras veces a lo largo de la historia, esa sociedad civil, traicionada por sus dirigentes políticos, tiene que organizarse y lanzarse a la calle para defender sus derechos, los derechos constitucionales del pueblo español, sujeto actual y depositario histórico de la soberanía nacional.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿tendrá que llevar la sociedad civil española al Gobierno de la nación en pleno ante los tribunales por incumplimiento doloso manifiesto y continuado de sus obligaciones como garante de la Constitución y de los derechos democráticos del pueblo español?

La defensa de la lengua, la defensa de la nación

Pájaro bobo está convencido de que España seguirá siendo una nación mientras tenga una lengua nacional: el español. Y que dejará de ser una nación cuando deje de tener una lengua nacional: el español. Esa es la batalla. Convertir el español en una lengua regional o autonómica más es acabar con España como nación. Y en esas están Zapatero, sus aliados y sus cómplices.

Por lo tanto, el Manifiesto en defensa del español debe verse necesariamente como una reacción del pueblo español ante el sesgo que está tomando la política nacional y como una llamada de atención dirigida al Gobierno, sus aliados y sus cómplices. Y si no atienden a la llamada, ya pueden empezar a pensar la que les va a caer encima. Los políticos deben enterarse de una vez de que el pueblo español tiene una conciencia nacional de raíz histórica que una patraña como el Estado de las Autonomías no puede extirpar de la noche a la mañana.

Es fácil adivinar que la gran beneficiaria del Manifiesto y el movimiento cívico generado con él va a ser Rosa Díez. Con un poco de suerte, su partido se erigirá en la tercera fuerza nacional. Esperemos que no se tuerza y que siga creciendo de acuerdo con la línea que tiene ahora.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿sigue empeñado Zapatero en pasar a la historia como el valedor de la conjura que llevó a la destrucción de la nación española a través del Estado federal?

PPC: Piqué y Nebrera, dos agentes y una traición

Vidal-Quadras definió —indulgentemente— a Josep Piqué como «fugado». El hecho es que, antes de fugarse, el tal fugado dejó  en el PP de Cataluña a su subalterna Montserrat Nebrera con el encargo de  que rematara  su faena. La faena consistía en terminar de  descuartizar el partido, provocar el caos en él y llevar sus restos a Convergencia, que ya estaba al tanto de la operación y esperaba el envío. Pero el envío no llegó y, transcurridos unos tres años, sigue sin llegar. Algo debió de salir mal. Mientras tanto, la tal Nebrera, erigida en raposa full time, se ha dedicado a visitar furtivamente los gallineros del PP de Cataluña en busca de gallinitas asustadizas y desvalidas. Su labor es realmente meritoria si tenemos en cuenta el empeño que ha puesto en ella, aunque todo hace pensar que la subsodicha ha contado y cuenta con medios humanos y económicos más propios de una firma comercial o un partido político  que de una persona particular. Eso ha hecho que alguien preguntara  refiriéndose a ella: «¿De dónde saca pa tanto como destaca?»  El comentario resulta tanto más oportuno cuanto que recientemente la tal Nebrera  ha protagonizado un anuncio, valorado en algo así como 15.000 euros, en el órgano oficial/oficioso del catalanismo institucional, laico y clerical.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿conseguirá la tal Nebrera desnaturalizar/descuartizar el PP de Cataluña y, en caso afirmativo, a dónde irán sus antiguos votantes: a Convergencia o al partido de Rosa Díez?

Lengua: sexo y género

El Diccionario de la Academia de la Lengua define sexo como «condición orgánica, masculina o femenina, de los animales y las plantas». El mismo Diccionario dice acerca de género femenino: «en los nombres y en algunos pronombres, rasgo inherente de las voces que designan personas de sexo femenino, algunos animales hembra y, convencionalmente, seres inanimados»,  doctrina que tiene su contrapartida en el  género masculino, del que dice: «en los nombres y en algunos pronombres, rasgo inherente de las voces que designan personas del sexo masculino, algunos animales macho y, convencionalmente, seres inanimados».

De ahí podríamos deducir que, por lógica,  pertenecen o deben pertenecer al género masculino las voces que designan animales macho y al género femenino las  voces que designan animales hembra, mientras que las voces que designan objetos o cosas se inscriben convencionalmente en uno u otro género gramatical, ya que el género neutro no es suficientemente operativo en español.

Actualmente, en el ámbito de la lengua los criterios de uso priman a menudo sobre  los criterios de corrección formal o teórica y se habla de voces usadas, menos usadas o no usadas antes  que de voces correctas o incorrectas. Tanto es así que la gramática normativa ha cedido su lugar de privilegio a la gramática descriptiva. Estamos en tiempos de democracia y el eje horizontal o sintagmático se ha impuesto al eje vertical  o paradigmático. La lengua se ha convertido en habla y, como en tantas manifestaciones de nuestra sociedad, eso es lo que hay. En otras palabras: lo que hablamos es el espejo de lo que pensamos, de la misma manera que lo que pensamos es el espejo de lo que somos.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿tiene razón Pájaro bobo cuando, parafraseando a Wittgenstein, dice: el contenido, el orden y los límites de mi idiolecto son el contenido, el orden y los límites de mi imaginario?

Del Estatuto de Cataluña al Manifiesto en defensa del español

No deja de ser alentador que una catalana insigne proclame su condición de española de pura cepa precisamente en momentos en los que los separatistas libran su última gran batalla, por ahora,   y el pueblo español, prescindiendo por igual de partidos de izquierda y derecha con una sola y gloriosa excepción, se lanza a la calle, bandera en mano, para defender su identidad.
Evidentemente, los arrolladores triunfos deportivos en la Eurocopa, fútbol,  y en Wimbledon, tenis,  han reforzado el impulso inicial a cargo de los intelectuales firmantes del Manifiesto en defensa de la lengua española, secundados inmediatamente por ciudadanos anónimos y no anónimos de todas las partes de España, incluidas Vascongadas y Cataluña.
Los gritos de apoyo a los deportistas españoles  por parte de la población de Cataluña han contrariado y sorprendido desfavorablemente a algunos comentaristas al servicio del establishment de la Generalidad e integrantes del rovell de l’ou. Y así lo han hecho constar; naturalmente, cobrando. Uno de ellos es un tal Manuel Trallero. Inscrito en la nómina de La Vanguardia más desleal y reaccionaria, al igual que el isleño Baltasar Porcel y el madrileño de adopción Enric Juliana, Trallero hace restallar su tralla en la hoja  de la burguesía pujoleana para blasfemar:«El Parlament no representa ni de lejos a los catalanes, por la sencilla razón de que el índice de abstención en las elecciones autonómicas, y no digamos en el referéndum del Estatut, es realmente escandaloso».
Ahí lo tienen, señores del Tribunal Constitucional. Eso es lo que opina del Estatuto de Cataluña  un separatista a sueldo de los que lo redactaron y aprobaron.
Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Por qué antes de emitir su dictamen sobre el Estatuto de Cataluña, el Tribunal Constitucional no recibe y escucha a los firmantes del Manifiesto en defensa del español?
¿Es que acaso no saben los miembros del Tribunal Constitucional que el Manifiesto es infinitamente más representativo y, por lo tanto, más democrático que el Estatuto de Cataluña?

¿En el principio fue la Constitución?

A M. Jiménez de Parga, jurista, firmante del Manifiesto en defensa del español

Una de las grandes preocupaciones de todos los regímenes opresores  es extirpar de raíz, cuanto antes,  la disidencia. Identificada como cuerpo extraño, la disidencia es despojada, a las primeras de cambio, de sus señas de identidad. Para ello, probablemente, no hay nada tan  eficaz como decapitarla o, lo que es igual, arrebatarle sus cabezas pensantes, pues, una vez ha sido despojada de sus cabezas pensantes,  la disidencia —comunidad, colectivo o grupo social– pasa a ser una masa amorfa sin conciencia de sí misma y, por lo tanto, incapaz de llevar a cabo una actividad racional (Zielbewusst).

En ese momento está a punto para su fagocitación, aniquilación o expulsión y en ese mismo momento sus  individuos más avispados y menos escrupulosos se pasan al bando de los opresores y tratan de abrirse paso,  prosperar y medrar, abandonando toda preocupación por la suerte de sus compatriotas o correligionarios. Es la hora de los Montillas, los Corbachos y las Xacons, pero también de muchos bneficiarios y muchas beneficiarias de nuestro antiguo régimen.

Mientras tanto, el disidente contumaz pasa a ser   un indeseable, un elemento asocial y, a partir de ahí,  un delincuente. La historia se ha repetido infinidad de veces aquende y allende nuestras fronteras. Y, probablemente, aún se repetirá.

En Cataluña, la burguesía –las cien familias de Barcelona y sus herederos— mejoró e incluso perfeccionó la variante histórica, pues, ya antes de acceder al poder con la colaboración inconsciente de la charnegada y la confabulación  de una  presunta izquierda  autóctona siempre desleal a la clase obrera, elaboró y puso a punto el organigrama de la Cataluña futura: la Cataluña formalmente democrática y,  a partir de ahí, la Cataluña plenamente soberana y unilateralmente independiente. Instancias de decisión y representación (incluidas las de carácter religioso), partidos políticos y grandes entidades financieras, culturales y sociales debían estar, desde un principio,  entera y exclusivamente en manos de catalanes. Y así se hizo.

Una vez copada la Administración autonómica, aquí llamada Generalidad, y la dirección de los partidos políticos, que en realidad constituían un partido único bajo un mando único, el Parlamento tenía exclusivamente la representación real de la comunidad de lengua catalana pero nominalmente operaba como una instancia representativa de toda la sociedad (dos comunidades lingüísticas) y, por lo tanto, democrática. Y el hecho es que nunca lo ha sido.

Tanto las entidades socioculturales que han surgido en Cataluña y Vascongadas  durante los últimos treinta años como el Partido de los Ciudadanos y UPyD deben verse como reacciones a la opresión que sufre la comunidad de lengua española en estas tierras. Y, como no podía ser por menos, todas esas entidades, el Partido de los Ciudadanos, UPyD  y, por último, el Manifiesto en defensa del español responden a iniciativas de la intelectualidad de lengua española de Cataluña y Vascongadas. Ahora, sus representantes deben levantar la voz para impedir que se consume un monstruoso genocidio cultural en pleno siglo XXI.

De acuerdo con esa misma línea, Pájaro bobo considera que, en su momento, los impulsores del Manifiesto, legitimados por los miles de firmantes, deberían dirigirse al Defensor del Pueblo y al Tribunal Constitucional para exigir el cumplimiento de la Constitución y el respeto de los derechos de ciudadanos que se ven perseguidos por razón de su lengua, la española.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué harán el Defensor del Pueblo y el Tribunal Constitucional si los firmantes del Manifiesto en defensa del español como lengua común demuestran que el Parlamento de Cataluña responde desde su misma creación a un fraude de ley y que, por lo tanto, todas sus actuaciones, incluidas la elaboración y la aprobación del Estatuto de Cataluña, son  no sólo ilegítimas sino incluso delictivas?

El modelo social vasco y el modelo social catalán

A pesar de la Eta y sus trabucaires, la sociedad vasca está formada por dos comunidades políticas relativamente homólogas y simétricas. Los miembros de la comunidad abertzale pueden votar tranquilamente a sus partidos de izquierda o de derecha y, aunque con mucha menos tranquilidad, los miembros de la comunidad de sentimiento español vienen haciendo prácticamente lo mismo. Tenemos, pues, una sociedad con dos comunidades de desarrollo vertical, enfrentadas y separadas por una invisible pero perceptible tierra de nadie.

En Cataluña también hay una sociedad con dos comunidades políticas numéricamente equiparables pero ni  homólogas ni simétricas. Aquí las comunidades no están enfrentadas sino dispuestas de acuerdo con un plano horizontal; la comunidad de lengua y sentimiento españoles ocupa las capas inferiores de la sociedad, mientras que la comunidad de lengua y sentimiento catalanes acapara las capas superiores y con ellas todos los centros de poder y representación.

En el caso vasco tenemos un modelo social basado en el terror; en el caso catalán tenemos un modelo social basado en la opresión.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿donde está la soberanía nacional y la democracia para los españoles que viven en  condiciones de terror y/u opresión?

Democracia en Cataluña

En opinión de Pájaro bobo, para que haya democracia en Cataluña deben cumplirse de entrada estos cuatro requisitos:

1) Reconocimiento oficial y efectivo de las  dos comunidades sociolingüísticas existentes en ella: una comunidad de lengua española, equivalente aproximadamente al sesenta por ciento de la población total, y una comunidad de lengua catalana, equivalente aproximadamente al cuarenta por ciento restante.

2) Presencia  proporcional y equitativa de esas dos comunidades sociolingüísticas en todas las instancias autonómicas de elección y representación democrática, desde los partidos políticos hasta el Parlamento de Cataluña, pasando por la Administración.

3) Respeto de los derechos constitucionales de cada uno de los miembros de las dos comunidades sociolingüísticas en condiciones de equidad e igualdad, según establece la Constitución española de 1978.

4) Derogación  inmediata de todas las disposiciones autonómicas que conculcan la letra y/o el espíritu de la Constitución española de 1978 y menoscaban los derechos legítimos, democráticos y constitucionales de ciudadanos españoles residentes en Cataluña, ya sea individual o colectivamente.

Democracia en España

Pájaro bobo considera que en España empezará a haber democracia:

1) Cuando los tres Poderes del Estado —el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Poder Judicial— cumplan la Constitución vigente y exijan e impongan su cumplimiento, con los medios que ésta ha puesto a su disposición, en todo el ámbito de la soberanía nacional: instituciones, personas y territorios.

2) Cuando los tres Poderes del Estado —el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Poder Judicial— devuelvan a la Administración estatal todas aquellas competencias que, por ser propias, específicas y privativas de todo Estado de derecho, en ningún caso deben enajenarse parcial o  totalmente.

3) Cuando  los tres Poderes del Estado —el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Poder Judicial— devuelvan al pueblo español su condición de sujeto único, absoluto y permanente de la soberanía nacional con todos los atributos inherentes a esa condición suya.

Marruecos: ¿la última promesa-trampa-bomba de Zapatero?

Después de ver y aprender en qué consiste el talante negociador de Zapatero, los ciudadanos españoles tenemos el derecho, incluso la obligación, de pensar que, en su visita a Marruecos, nuestro Jefe de Gobierno le ha dejado al monarca alauita una plasta en forma de promesa-trampa-bomba. El mismo Zapatero ha estado a punto de soltarlo, pero luego se ha escabullido, como siempre, como casi siempre. Ya saltarán por los aires la verdad y el embuste. Ahí están, a título de ejemplo y precedente,  sus negociaciones con Pujol ben Gurión, líder del Sanedrín catalán,  con Mas, delfín y hereu, con Maragall, ido y desamparado, con Montilla, bolchevique hermético, con la Eta y su emisario, Ibarretxe. Talante y talento negociador, con el timo, estafa, fraude, delito doloso de los cuatrocientos euros como remate.

Pero el rey de Ceuta y Melilla es muchísimo más duro de pelar, entre otras razones porque tiene medios infinitamente más poderosos que todos los timados hasta ahora por Zapatero, juntos. A Pájaro bobo, esos medios le hacen pensar en posibles medidas de presión, coacción y represalia. Por ejemplo, reconocer a Vasconia y Cataluña como Estados soberanos, cada uno de ellos  con su propia  embajada en la capital del reino alauita. De hecho, unos y otros llevan años trabajando y colaborando en esa y otras líneas.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿Cómo podemos saber los españoles qué ha tratado, negociado y pactado nuestro indigno y desleal Jefe de Gobierno con el rey de Marruecos, antes de que sea tarde?

Pedro Solbes: economía

Pájaro bobo debe confesar que, hasta hace unos meses,  tenía  a Pedro Solbes por un profesional  competente y responsable; en otras palabras, por un buen ministro de Economía.

Las primeras dudas sobre su competencia profesional le vinieron a raíz de los cuatrocientos euros que Zapatero prometió en su campaña electoral. Pájaro bobo entiende que el señor Solbes debería haberse opuesto a esa medida graciosa, inaceptable por muchos motivos. Y, en caso de que hubiera estado de acuerdo con ella, debería haber sido él, no Zapatero,  el que la formulara y el que la  explicara con  todos sus detalles: cómo, cuándo y por qué.

La negativa del señor Solbes no sólo a mencionar la palabra crisis y a hablar de ella sino también, y sobre todo, a aceptar su realidad y a tomar medidas preventivas para hacerle frente fue y es, a los ojos de Pájaro bobo, un error, un  fallo o un acto de deslealtad que le desautoriza como responsable de las finanzas de una nación.

En cualquier caso, dos preguntas ingenuas e intempestivas siguen en pie:
¿Cómo es que el señor Solbes avaló la promesa de los cuatrocientos euros hecha por Zapatero sin su consentimiento previo?
¿Qué medidas ha tomado y piensa tomar en el futuro el señor Solbes, en su calidad de minisiro de Economía,  para hacer frente a la crisis o como él quiera seguir llamándola?

Cataluña: de la desfachatez al cinismo pasando por la perfidia

En La Vanguardia barcelonesa, ayer española y hoy órgano oficial/oficioso de la burguesía regional  más insolidaria y antiespañola, hemos podido leer últimamente algunos de los argumentos más conocidos y aireados en favor de la política practicada por la Generalidad. Aquí, se nos viene a  decir, no hay flamencos y valones. Es cierto, señor amanuense del Sanedrín, lo que hay en Cataluña son catalanes y charnegos o, para ser exactos, una comunidad minoritaria y opresora y una comunidad mayoritaria y oprimida. Tan opresora es la comunidad minoritaria que copa todos los cargos de la Administración Autonómica y se presenta como el pueblo de Cataluña. Y tan oprimida está la comunidad mayoritaria que no se la menciona ni en leyes ni en documentos oficiales, y, lo que es infinitamente más grave, sus miembros han sido despojados de derechos tan elementales como es recibir enseñanza pública y asistencia sanitaria en español, lengua materna de todos ellos y, además, lengua oficial de España.

La argumentación del subsodicho amanuense, con fintas que van desde la desfachatez hasta cinismo, constituye un alarde de perfidia, aunque sólo sea por el empeño puesto a contribución para esquivar toda remisión a la legalidad vigente, que debería delimitar el ámbito del debate. Tanto firmantes del Manifiesto en defensa del español como firmante del Contramanifiesto en defensa del español deberían tener en cuenta en todo momento que lo que se discute, porque es lo que en definitiva está juego, son los derechos democráticos de los ciudadanos españoles en todo el territorio de la soberanía nacional o, lo que es igual, la vigencia de la Constitución española de 1978, referida a instancias oficiales, personas y Comunidades Autónomas.

Pájaro bobo entiende que todas la acciones de las Autoridades Autonómicas por eludir el marco constitucional son delictivas y deben ser invalidadas y penalizadas inmediatamente. Al menos, mientras la Constitución española de 1978 esté vigente y mientras España sea España.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿cómo debe entender un lector de La Vanguardia que este periódico  haga una hipócrita y farisaica defensa de la lengua española (llamada «lengua castellana») y luego reproduzca a toda página las declaraciones independentistas de los líderes de Convergencia, cuya ideología comparte abierta y cordialmente?

Oasis catalán: de la segregación, marginación y opresión a la soberanía

Desde hace como veinte o treinta años, Pájaro bobo está convencido de que los separatistas catalanes buscan bastante más que la independencia de esta región española. Unas veces lo dan a entender y otras lo insinúan, pero nunca lo dicen clara, abierta y rotundamente. Son tiempos de la política de la puta i la Ramoneta. El caso es seguir avanzando y que, mientras tanto, los gerifaltes del país vecino no rompan la baraja para que sigan pagando. De hecho, uno de los secretos peor guardados de estos separatistas es que los españoles tenemos que financiar tanto la soberanía de Cataluña como la destrucción de España y su posterior colonización por parte de prohombres catalanes y empresas catalanas. Y en esas están, con la ayuda, claro está, de ese ser despreciable llamado Rodríguez Zapatero.

El proyecto soberanista catalán se basa en la marginación de la comunidad de lengua española para que su Parlamento pueda aprobar por unanimidad todas las leyes dirigidas a ese fin, y sobre todo el Estatuto. Este y el próximo, que ya será el último. El modelo  está a punto de darles resultado y permitirles alcanzar su objetivo. No obstante, hay que decirlo una vez más: la política catalana y su proyecto soberanista se asientan en la segregación/marginación y opresión de la comunidad de lengua y sentimientos españoles desde el inicio mismo de la Transición a la democracia.

Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Cómo se puede segregar, oprimir y marginar a toda una comunidad sociolingüística equivalente a más del sesenta por ciento de la población total de una sociedad dentro de un régimen nominalmente democrático?
¿Puede alcanzar la soberanía y la independencia para una región española una comunidad sociolingüística que equivale a menos del cuarenta por ciento de la población total de la Autonomía?

Balanzas fiscales: recaudar y producir

La Vanguardia, órgano de las cien familias barcelonesas y sus descendientes, nos informa de que ha quedado instituido oficialmente el Sanedrín catalán. Se llamará Consejo Asesor Nacional y, aunque sus miembros han rechazado de plano el apelativo de seniores, desde hace tiempo se sabe quiénes lo integrarán, como se sabe que estará presidido por el honorable fariseo Pujol ben Gurión en calidad de Sumo Sacerdote. En política sigue habiendo agentes y actores.

Mientras tanto se han dado a conocer las balanzas fiscales por Comunidades Autónomas. Según las cifras facilitadas por ABC, Madrid, Baleares, Cataluña y Valencia son las que más aportan. El subalterno autonómico Josep Huguet comenta al respecto: «El Gobierno catalán, con su presidente al frente, dice que es injusto e insuficiente, porque los que  aportan más reciben menos».

Sí, senyor Huguet, en Cataluña los miembros de la comunidad de lengua española son, con una gran diferencia, los que más aportan/producen y, también con una gran diferencia, los que menos reciben. En otras palabras: aquí,  los miembros de la comunidad de lengua catalana, a la que usted pertenece como beneficiario, copan hasta el noventa y cinco por ciento de los cargos superiores de la Administración Autonómica, de la Enseñanza y de la Sanidad, mientras que los miembros de la comunidad de lengua española o, como ustedes dicen, castellana se quedan con los puestos de trabajo inferiores en calificación y retribución de la construcción y los servicios, en una proporción que en determinados casos llega al cien por cien efectivo. En las innumerables dependencias de la  Generalidad se habla catalán; en las fábricas y las obras, español. ¡Por obligación!
El senyor Huguet debería saber que una cosa es recaudar y otra trabajar/producir.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿por qué no se investigan y se combaten también las injustas diferencias que existen en la Comunidad Autónoma de Cataluña entre los incontables funcionarios de  la Generalidad y  los trabajadores/productores llegados de diferentes regiones españolas y de Sudamérica?

Montilla, prestamista judío

Montilla, bolchevique hermético y discípulo aventajado de los maestros de la doblez, se mostró dispuesto a vender su apoyo a Zapatero, tahúr de tahúres, a precio de oro. Por eso, cuando éste fue  a pedirle ayuda, el charnego converso le contestó: «Te lo haré con mucho interés».

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿saben acaso los españoles a  cuánto asciende la deuda, en dinero y en especie, contraída por Zapatero con Montilla por el  apoyo del PSC al PSOE en las pasadas elecciones generales?

¿No seremos españoles?

A raíz de la publicación de las balanzas fiscales y el llamado plan Solbes, el extremeño Rodríguez Ibarra, cada vez menos tajante y cada vez menos activo, ha venido a decir que, si se sigue hasta el fin con la cesión del IRPF a las Comunidades Autónomas, llegará un día en el que no seremos españoles. Evidente.

Aun así, Pájaro bobo se resiste a aceptar que vaya a cumplirse  ese destino fatal. El Manifiesto en defensa del español es a la vez una llamada de alerta y una  barrera.

Evidentemente, si barren el español como idioma oficial de España y los españoles, y lo convierten en una lengua autonómica, al mismo nivel que el vasco, el gallego y catalán, habrán barrido la nación española y habremos entrado en el Estado federal o confederal. Ahí radica, en este caso,  el valor del idioma: ser el  elemento sustentador de la estructura unitaria de la sociedad y el pueblo, de la nación y el Estado.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿pueden acabar con una nación milenaria como España cuatro politicastros traidores?

Montilla: del recambio a la recambia

Pájaro bobo se malicia que Montilla se está beneficiando de información confidencial que le proporcionaron los del PSOE cuando el charneguete converso pertenecía a su camarilla. Por eso, ahora, haciendo uso de esa información confidencial y traicionando a unos y a otros como procede, apuesta cada vez más fuerte en dirección al Estado federal, pero yendo aún más allá. Cabe suponer que, entre lo que oyó/escuchó a Zapatero y sus allegados, debían de figurar cosas como: no sólo  vamos a acabar con la derecha, con el Ejército y con el clero sino que vamos a acabar incluso con España de una vez por todas.

A partir de ese supuesto, es muy posible que el charneguete Montilla haya  cogido a Zapatero en su propia trampa, aunque la experiencia nos dice que en la práctica eso no sirve de nada porque, llegado el momento, éste es capaz de romper su propia trampa y desmentir sus propias palabras. Eso es, al menos, lo que nos ha enseñado en sus años de trapisondista consumado y sin escrúpulos.

Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Tendrá ya Zapatero recambio para el desleal, ambicioso e insurrecto Montilla?
¿Y si el recambio fuera una recambia y la recambia fuera una fiera corrupia?

¿Diálogo de lenguas?

Parece lícito afirmar que el español es el idioma oficial de España en cuanto sociedad o comunidad humana,  en cuanto nación soberana y en cuanto  Estado de derecho. Esto hace de él  un atributo específico de su identidad sociohistórica, de su soberanía o independencia política  y de su actual orden constitucional.

El catalán, el vasco y el gallego son lenguas cooficiales  —¡¡¡y complementarias!!!— en las respectivas Comunidades Autónomas. Su rango es el que corresponde a cada uno de estos entes en el ordenamiento constitucional del Estado español.

De acuerdo con esta premisa, no parece correcto hablar de diálogo de lenguas en el ámbito de la política, pues el español se sitúa a un nivel y las lenguas autonómicas a otro. Evidentemente, en el ámbito de la lingüística se puede hablar perfectamente de diálogo de lenguas, pues todas ellas se sitúan en el mismo nivel.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿es o no es lícito afirmar que una lengua autonómica es al español lo que un ente autonómico al Estado?

Montilla-Zapatero: duelo de truhanes

Pájaro bobo considera que estamos obligados a pensar que el bolchevique y charnego converso del Baix Llobregat le tenía preparada la plasta al leonino leonés de Trebisonda y que, llegado el momento, se la ha endosado tal como tenía previsto y estudiado. Otras cosa es lo que haga después su huésped y patrón. Zapatero traga siempre o casi siempre, pero después vomita. Y vomita incluso más de lo que ha tragado. Así, pues, todos a esperar, y Montilla a esperar como todos y además con la mosca detrás de la oreja, que es lo suyo. Un congreso de pseudosocialistas catalanes, con invitados del país vecino,  tiene más de aquelarre que de congreso con encendidos discursos y patrióticas declaraciones de principios. Montilla posee sello y estampa de bolchevique y lo suyo es la trampa, la intriga y el juego subterráneo. Le pueden dar clases de catalán, pero de perfidia…, ni Beria redivivo.

Intrigas aparte, podemos pensar que el resultado del duelo se conocerá cuando se haga público el dictamen del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña y entre en vigor el nuevo sistema de financiación. Entonces probablemente sabremos quién se ha impuesto y con qué ventaja sobre su oponente. A Pájaro bobo le intriga el resultado porque, en su opinión, puede significar el fin político de uno o de otro, pero también de los dos.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿podemos imaginar qué haría Montilla con Zapatero si Zapatero estuviera en el lugar de  Montilla y Montilla estuviera en el lugar de Zapatero?

¿La crisis económica va de vacaciones?

Después de celebrar triunfalmente sus napoleónicos cien días de gobierno y recoger el mensaje-bomba de los seudosocialistas de Montilla y sus charnegos, parece lícito pensar que Zapatero se irá de vacaciones a descansar y a maquinar una nueva tanda de trampas, embustes y trapacerías. Mientras tanto, la crisis económica seguirá creciendo y arrasando campos y ciudades  para que, cuando los españoles vuelvan de la montaña y la playa, comprueben con horror que España ya no es España. La crisis económica los devolverá a la realidad, una realidad tanto más amarga cuanto que quienes van a pagarla no son los que la provocaron.Y viceversa.  Una vez más y de otra forma: el muerto al hoyo y el vivo al bollo.

Como es improbable que el tal Zapatero conciba otro remedio contra la crisis económica que no sea insurparse (el verbo insurparse pertenece al vocabulario de la señora Lucía) los cuatrocientos euros de su victoriosa campaña electoral, habrá que ver qué explicación da de ella, habida cuenta que la economía no es precisamente su fuerte y las medidas preventivas no tienen cabida en su pobre y torpe cacumen; lo suyo es improvisar/repentizar sobre la marcha, deshaciendo todo lo hecho y negando todo lo prometido y comprometido, pues su amoralidad lo mantiene perpetuamente  a salvo de desestabilizadores escrúpulos de conciencia. En Zapatero el cinismo contumaz se confunde con la ignorancia invencible, de modo que hay ocasiones en las que no es posible saber si miente o si  la ignorancia habla por su boca. Un caso para el pisquiatra.

Pájaro bobo no irá de vacaciones, a pesar de que en las Batuecas, tierra de Ultratumba, le espera su maestro y amigo Zaratustra, que ha escrito recientemente un Discurso al Creador. Pájaro bobo está tan intrigado que por la noche no consigue dormir, y eso que no tiene problemas económicos.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿consigue dormir Zapatero con la que está a punto de caerle encima?

Zapatero, homo oeconomicus?

A juicio de Pájaro bobo, entre los muchos y variados problemas que tiene el gobierno de Zapatero en estos momentos, el económico es con diferencia el más grave, el más apremiante y el más peligroso. El pobre aún no se ha enterado de que la economía es la base de sustentación de toda organización humana digna de tal nombre. Por eso sueña y, mientras sueña, se ríe de los peces de colores.

Afortunadamente —¿afortunadamente?–, en los últimos días ha llegado a un acuerdo, o principio de acuerdo, con Rajoy, líder de la oposición, en asuntos vitales  para la nación como son, de una parte, la renovación del CGPJ y del Tribunal Constitucional y, de otra, la lucha contra el terrorismo.

En opinión de Pájaro bobo, el terrorismo de Eta es un problema artificial, pues, a su entender, el Estado de derecho posee, por definición, medios suficientes y suficientemente eficaces para hacerle frente y acabar con él. Esos medios están contenidos en la Constitución y todo lo que hay que hacer es cumplirla. Evidentemente, entre esos medios no figura pactar y dialogar con Eta, que, precisamente  por no  ser necesario, constituye un delito, sí, un delito. Con plácet y sin plácet del Congreso, al menos a los ojos de Pájaro bobo.

Pedir la colaboración del PP para renovar el CGPJ y el Tribunal Constitucional y renovar estos dos organismos para fortalecer el sistema judicial debería tener una lectura clara y unívoca si Rajoy siguiera siendo Rajoy y Zapatero hubiera dejado de ser Zapatero aunque sólo fuera por unas horas. En cualquier caso, Pájaro bobo quiere ver esa renovación/reforzamiento de la Justicia como una medida contra el Estatuto de Cataluña, una vez los separatistas catalanes han puesto de manifiesto que su aprobación es de todo punto inadmisible. Por muy insensato que sea Zapatero, no parece que esté dispuesto a abrir otra vía de agua, habida cuenta de la que ha empezado a caerle encima.

Le queda la economía, materia en la que, llevado de su aversión, no quiere entrar; ni entrar ni oír hablar de ella. De eso se cuidará  a la vuelta de las vacaciones, cuando las hipotecas les recuerden a los españoles que si ellos vendieron su futuro, Zapatero, nuestro ignorante e irresponsable jefe de Gobierno, ha dilapidado buena parte del patrimonio nacional.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿y si alguien, tomando por los pelos el asunto de los cuatrocientos euros, decidiera llevar a Zapatero ante los tribunales por malversación de fondos públicos?

Zapatero y el Barón de Münchhausen

El Barón de Münchausen se pasó la vida guerreando. Sus hazañas le hicieron famoso allá por el siglo XVIII y le envolvieron en una aureola de leyenda, sobre todo cuando Rudolf Erich Raspe le eligió como protagonista de uno de sus libros de aventuras. Las gestas de este barón están relacionadas mayormente con la actividad militar, pero también las hay que hablan de su peculiar ingenio. Así, se cuenta de él que, tras caer en una ciénaga, consiguió salir de ella asiéndose con las dos manos a su coleta y tirando de ella hacia arriba con todas sus fuerzas.

Pájaro bobo se ha acordado del ingenioso barón alemán al ver que ahora Zapatero intenta salir de la crisis/ciénaga económica en la que ha caído no sólo manteniendo su política social sino incluso sirviéndose de ella como fuerza impulsora/propulsora/elevadora/salvadora.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿sabe el ingenioso Zapatero en qué consiste el síndrome de Münchhausen?

Israel, ¿portaaviones o submarino?

Ramón Ibero

Puede decirse que durante los últimos sesenta años Israel ha actuado como un portaaviones anclado/apostado frente a los desiertos de Oriente Medio y sus riquísimas reservas de petróleo. Portaaviones al servicio de los Estados Unidos de América, garantes, a su vez, de la seguridad de Israel y la supervivencia de sus ciudadanos. Siete millones de seres humanos instalados en una estrecha y otrora estéril franja de tierra arrebatada, en menos de tres generaciones, al fatalismo y una desidia crónica por atávica. Israel, milagro de la inteligencia y el trabajo colectivo, existe. Pero los árabes no quieren a los judíos como vecinos y, por supuesto, mucho menos como modelos. Si algo une a los árabes es el deseo de aniquilar a sus parientes de raza, incluso de religión.

Inicialmente, la inmensa inferioridad numérica de Israel frente a los países árabes le obligó a recabar la ayuda e incluso la presencia permanente del Ejército de Estados Unidos en la zona. Relación simbiótica: seguridad a cambio de control de los tesoros de combustibles fósiles. En los últimos años, los vaivenes de la geopolítica han aconsejado a los estrategas de los dos países transformar, al menos aparentemente, el portaaviones en un submarino, aunque, evidentemente, apostado siempre en el mismo sitio y siempre en calidad de cabeza de puente, de modo que, llegado el momento, permita el rápido desembarco de las fuerzas estadounidenses y su despliegue en cualquier punto de la región, desde el Mediterráneo oriental hasta Afganistán, núcleo pétreo de Asia central.

Esto no quita que la invasión de Irak por parte de Norteamérica haya sido un gravísimo fiasco político-militar. Al menos de acuerdo con lo que sabemos y entendemos. Aun así, cabe pensar que el Departamento de Defensa lo ha convertido en un lucrativo negocio (en el que en un principio estaba llamada a participar España). En cambio, para Israel ha sido y es, como mínimo, una maniobra con la que debilitar al enemigo, azuzando los enfrentamientos fratricidas a fin de que se destruyan unos a otros y los judíos puedan vivir en paz, al menos, una temporada.

Pero detrás de Irak, reducido a escombros de acuerdo con lo previsto, se levanta Irán, dispuesto no sólo a hacerse con armas nucleares sino también y, esto es lo realmente decisivo, a asumir el liderazgo político-militar del mundo árabe que, con sus casi mil trescientos millones de seres humanos, está llamado a ser uno de los ocho bloques que, probablemente, controlarán la política mundial de los próximos treinta o cuarenta años. Grosso modo, los bloques son y serán: Europa, Rusia y países del Este europeo, Estados Unidos y Canadá, China, Japón, India, mundo árabe-musulmán, Suramérica con Brasil y Argentina.

No parece que Israel desee figurar ahora en todos los planteamientos geopolíticos como un portaaviones al servicio de Estados Unidos. Más bien hay que pensar que,  en aras de la seguridad, intentará sumergirse y  permanecer en un segundo plano, aunque siga contando con el apoyo incondicional de Estados Unidos y mantenga su decisión de atacar con todos los medios necesarios a Irán, tan pronto como pase a ser un peligro real e inminente para su supervivencia. Muchos comentaristas y observadores de política internacional están convencidos de que, llegado el caso, Israel prescindirá incluso del plácet estadounidense. Así fue en el pasado.

Con la decisión de abandonar Irak a su suerte y concentrarse en Afganistán, tomada, según parece, por Estados Unidos en los últimos meses, este país trataría de conciliar una vez más la salvaguarda de sus intereses geopolíticos con la defensa de la seguridad de Israel. Afganistán, sin sociedad civil ni estructura de Estado a la manera de Occidente, está situado en el centro geográfico de Asia. Al Norte tiene Siberia y algo así como media docena de repúblicas islámicas inmensamente ricas en combustibles fósiles. Al Sur, India y Pakistán, potencias nucleares sumamente peligrosas, sobre todo Pakistán, país con una cuantiosa población musulmana y, por lo tanto, siempre dispuesto a apoyar y ayudar a Irán,  en estos momentos el gran peligro, como elemento desequilibrador, para Israel y Estados Unidos. Al Este de Afganistán se extienden las gélidas y desérticas extensiones de Tibet y Mongolia, países/territorios que Estados Unidos desearía sustraer al dominio de China, llamada a ser la gran  amenaza/esperanza  mundial a partir de los años veinte del siglo XXI.

Al instalarse ahora, de manera permanente, en Afganistán, Estados Unidos  pretende atenazar a Irán con ayuda de Israel,  pero sobre todo  tener un enclave central, sólido y estable, desde el que observar y, a ser posible, controlar un espacio geográfico de más de treinta millones de kilómetros cuadrados, núcleo de la vieja Eurasia.

En cualquier caso, como, curiosamente, aquí el accidente es ley, una de las grandes preguntas sigue siendo:  ¿qué posibilidades de sobrevivir a medio y largo plazo tienen los siete millones escasos de israelíes, cercados y acosados como  están, ya ahora,  por millones y millones de árabes que han jurado regar las arenas del desierto con la sangre de sus parientes de raza y religión?

Obama for President?

A Pájaro bobo le resulta difícil imaginar a  Barack Obama como presidente de los Estados Unidos de América. La imagen de John Fitzgerald Kennedy sigue viva en su memoria de emigrante. En el momento en el que Kennedy proclamaba enfática, teatralmente, Ich bin auch ein Berliner, él estaba a punto de cambiar de identidad, pues, en muchos momentos, muchas cosas las pensaba ya en alemán. A Kennedy lo mataron; a Pájaro bobo, la Providencia le depararía una segunda oportunidad; a decir verdad,  ni gloriosa ni heroica. Aquí está.

Con multilateralismo  y sin multilateralismo no hay que descartar ni un pucherazo a la  suramericana ni un hold-up a lo Bonnie and Clyde: all for the winner! (¡todo para el vencedor!). Tampoco debe descartarse  que Obama alcance la presidencia y consiga morir por causas naturales. Sería una victoria póstuma del católico norteamericano. Y una prueba de que su sacrificio no fue estéril. Sin esa experiencia histórica, evidentemente ahora todo sería distinto. Probablemente, mucho más difícil para un hombre de piel oscura y mucho más fácil para los maquinadores de crímenes de Estado y sus  mercenarios mafiosos. El asesinato de Kennedy no fue un crimen perfecto, pero,  como hasta ahora no se ha resuelto, podemos decir que fue un crimen perfeto y que como tal quedará en la historia.

No parece que con un Obama como President vayan a cambiar las relaciones de Estados Unidos con España, al menos mientras Zapatero sea Zapatero y Zapatero siga en el poder. A los ojos de Pájaro bobo, la visita de Hugo Chávez a España ha sido un acierto y un éxito. Ya lo ha dicho el venezolano: «Don Juan Carlos es muy travieso». Lo mejor de todo es que, al decirlo, le ha puesto un cariño que Pájaro bobo percibe como sincero. ¿Pretende Zapatero cultivar las relaciones con Suramérica para compensar el distanciamiento respecto del gigante del Norte o propiciar un acercamiento a éste por vía indirecta? Con Zapatero todo es posible y, cuando algo no es posible, siempre le queda el recurso de la trapisonda y/o la mentira. Anyhow, excelente jugada político- económica del subsodicho.

Cabe pensar que, con Obama o sin Obama, la política exterior de Estados Unidos seguirá marcada por su condición de juez y parte del juego mundial de intereses. Estados Unidos es hoy la única superpotencia, una superpotencia de corte militarista e  imperialista. Su economía se asienta en el Departamento de Defensa, en el que a su vez se asienta su inmensa máquina bélica. Tenemos Estados Unidos, o sea, superpotencia militarista-imperialista, para unos treinta o cuarenta años, dicen.

Con esas perspectivas, Obama, mensajero  de la negritud y el  mestizaje, podría constituir el anuncio del cambio que nos espera, que espera a quienes vivan entonces.

Dos preguntas ingenuas e intempestivas
1) ¿Sabremos algún día quiénes forman el Consejo Asesor del Estado en países como, por ejemplo, España y Estados Unidos?
2) Cambian los miembros del Consejo Asesor del Estado cuando cambia el Gobierno?

Montilla: empieza la cuenta atrás para el charneguete

Pájaro bobo se huele que el Sanedrín catalán, conocido oficialmente como Consejo Asesor de Cataluña, ha decidido que el charneguete Montilla ya ha realizado su trabajo –meter a dos subalternos suyos (exactamente: un subalterno y una subalterna) en el Consejo de Ministros y forzar la aprobación o, al menos, el no rechazo del Estatuto de Cataluña– y hay que prescindir de él, no vaya a ser que capitalice méritos y éxitos  y se atrinchere en la Generalidad, como hizo en el PSC,  y luego no haya manera de hacerle saltar. Se le dará una medalla de Sant Jordi como a todo quisque y va que arde. Si lo prefiere, con distintivo rojo, claro.

La Ferrusola, doña Marta, lo ha dicho: «Eso es una vergüenza para Cataluña». Y Felip Puig, lacayo servidor de su señor marido, Pujol ben Gurión, se ha apresurado a cumplir el deseo de la ilustre dama. Efectivamente, el catalán del cordobés José Montilla dista mucho de ser el que debería (no debiera).

El pretexto, no causa, está bien buscado, pues, como ha apuntado oportunamente la distinguida ex florista de la Rambla, «eso no ocurre en ningún país del mundo».

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿sabe el cordobés Montilla que para ser «català de mena»  no basta con hablar una mena de catalán?

Nota

Después de observar el acento de Montilla en catalán, Pájaro bobo —toda una vida entregada al estudio de temas lingüísticos— se atrevería a afirmar que el cordobés tiene un oído musical de malo a muy malo.

Solbes y Zapatero: dos caras duras de una misma falsa moneda

Pájaro bobo quiere recordar que, no hace mucho, Montoro se refirió a Solbes con estas o parecidas palabras: «Lo peor de todo es que está trabajando en la destrucción de España». La acusación se puede mejorar/empeorar e incluso completar diciendo, por ejemplo: «Lo peor de todo es que está al servicio de un delincuente empeñado en destruir España, y él lo sabe».

La figura de Solbes se ha venido abajo, arrastrada por la de nuestro indigno jefe de Gobierno. Es difícil entender que un ministro de Economía aceptara, como él  aceptó, el timo-fraude de los cuatrocientos euros, tratándose como se trataba y se trata de un asunto perteneciente al ámbito de su competencia. Más difícil aún es entender que aceptara, como él aceptó, ocultar deliberadamente, antes, durante y después de las elecciones,  la situación económica de España y su tendencia previsible a corto plazo y prevista. Más difícil aún es entender que, además de silenciar y negar la existencia de la crisis, no tomara ni una sola medida para prevenirla, atajarla o remediarla hasta que la realidad se impuso y  amenazó con arrollar al irresponsable jefe de Gobierno y su insolvente ministro de Economía. Miserables, miserables.

Es sabido que, en esencia,  el modus operandi de Zapatero se basa en quitarse de encima  los problemas con promesas y luego negar lo prometido con un cinismo que, por hermético y reiterativo, sobrecoge. Solbes debería saber que la táctica-fraude-timo de Zapatero no sirve en economía, pues en este campo la realidad termina por imponerse y no se la puede ni eludir ni negar ni torear con un par de capotazos mirando al tendido de los agradecidos beneficiarios de la política social.

Es sabido asimismo que lo que Zapatero presenta como política social, y Solbes acepta como tal, es en realidad un criadero de votos, en adelante llamado votofactoría.

Tres preguntas ingenuas e intempestivas
1) ¿Cómo se llama el delito de ocultar deliberadamente la realidad socioeconómica de un país  con fines electorales?
2) ¿Qué pena corresponde a quienes cometen ese delito?
3) Qué pena corresponde a Zapatero y a Solbes si se demuestra que han cometido ese delito?

Nota
La palabra votofactoría, con la que aquí se define una conocida añagaza de Zapatero, pertenece exclusivamente al idiolecto de Pájaro bobo. De momento. Si alguien se la «insurpa», por favor, que cite la fuente.

Estatut: fotut, kaputt

Pasqual Maragall, miembro redivivo del Sanedrín o Consejo Asesor de Cataluña, ha lanzado un aviso-amenaza de envergadura: si no se aprueba el Estatuto, que no se aprobará (al menos como ellos pretenden),  habrá guerra. Naturalmente,  guerra a la fenicia, o sea, intrigas, intrigas y más intrigas.

Ahí, Zapatero tendrá una nueva oport, acaso la mejor y más difícil de su vida política hasta ahora, de lucir sus virtudes/vicios de trapisondista consumado, no consumido. Ya conocemos su modus operandi, dar largas al asunto, expresión que se puede traducir a la lengua y el estilo de Pujol ben Gurión como: «fer passar amb raons a algú». Por lo tanto: ¡traición a Catalunya y los catalanes!

Pregunta ingenua e intempestiva: evidentemente, el frente pro Estatut estará presidido por Pujol ben Gurión, Sumo Sacerdote del Sanedrín y sabra de mena, nunca por el charneguete y prosélito gentil  Montilla, pero ¿qué táctica y, sobre todo, qué armas empleará para rendir/engañar a Zapatero?

El Poeta y el Menesteroso

Casi cada mañana, con la del alba, Pájaro bobo recibe la visita astral del Poeta de la Granja, madrugador, responsable, sensible, siempre atento al detalle. Por eso sabe que es él, pero también porque el visitante acaricia las teclas del ordenador con becqueriana mano de nieve y luego desaparece, silencioso, nunca furtivo,  en su vuelo astral de regreso a los Madriles. Ahí, en las teclas,  están las improntas de sus dedos y en la pantalla, cristal ahora opaco, el rastro de su vuelo. Es él, es él. El Poeta es el que era y el que será, siempre en vuelo.

¿Que cuándo voy yo, Pájaro bobo, de visita a las Batuecas? Zaratustra tiene la palabra.

Tan pronto como ha desparecido el Poeta de la Granja, Pájaro bobo se asoma a uno de los  ojos de buey de su búnker de pladur, a tres metros sobre el nivel del mar de la Sargantana, a cien leguas marinas de las islas Columbretes,  y contempla al Menesteroso, mano izquierda de la Providencia, que llega con condumio abundante y calentito para los superinos.
Pájaro bobo: Buenos días, hombre de Dios.
Menesteroso: Buenos días…
Pájaro bobo: ¿Cuántos superinos tiene usted?
Menesteroso: ¿Cuántos supe…. qué?
Pájaro bobo: Cuántos gatitos.
Menesteroso: Tres, pero ahora la «sianesa», espera una camada.
Pájaro bobo: Usted es una buena persona…
Menesteroso: ¿Cómo?
Pájaro bobo: Que usted es una buena persona.
El Menesteroso lo mira, le da las gracias y se aleja sonriendo como quien no da crédito a sus oídos.
Efectivamente, el Menesteroso, que lo es porque lo ha de menester,  es una buena persona y, para los superinos, un buen padre.

Extremadura cofinancia las embajadas de Cataluña en Europa


A Lluís Suñé, miembro de ICV, Tarragona

Desde hace años, Pájaro bobo viene denunciando en esta página y en los medios a su alcance el hecho de que, a través  de los presupuestos del Estado, los españoles, extremeños incluidos,  estamos financiando la desintegración de España y, con ella, la independencia de Cataluña. Entregar dinero a la Generalidad es todo eso y muchas cosas más, pues con ese dinero la subsodicha instancia autonómica acumula competencias, en su inmensa mayoría tan indebidas como indebido es el uso que hace ellas, gana en fuerza y poder hasta el punto de plantar cara al Gobierno de la nación y financia desde la instalación de criptoembajadas catalanas en Europa y países del Magreb (aliados suyos en esta joint venture) hasta el lanzamiento de campañas para  eliminar la lengua española de su ámbito supuestamente competencial y simultáneamente  imponer el uso y abuso del catalán, amén de toda una sarta de tropelías que atentan contra la razón, la democracia y la Constitución que teóricamente está obligada a cumplir y hacer cumplir en el espacio de su jurisdicción.

En este contexto Pájaro bobo considera obligado recordar que la Generalidad de Cataluña posee una burocracia más propia de un Estado soberano que de una Comunidad autónoma por su envergadura, sus competencias y sus actividades. Como no puede ser de otro modo, todos sus miembros han sido y son elegidos y seleccionados entre el catalanismo militante más activo de palabra y obra, al igual que la entidades, empresas y particulares que reciben las ayudas, las subvenciones, los cargos y encargos oficiales y  no oficiales,  la información secreta y privilegiada y tantas y tantas formas de malversación de fondos públicos y corrupción institucional e institucionalizada como practica y cultiva la mencionada Generalidad.

Desde un punto de vista moral, todo ello, con ser grave, no lo es tanto, al menos para este observador,  como el hecho, siempre sabido, siempre ocultado, nunca confesado y nunca denunciado, de que, frente al millón largo de personas arracimadas en el complejo burocrático-político-económico de la Generalidad, establishment bautizado por Pájaro bobo con el nombre de  Rovell de l’ou o Corralito de las cien familias burguesas de Sant Gervasi,  quienes trabajan en los sectores realmente productivos son los inmigrantes: extranjeros y españoles llegados principalmente de Andalucía y Extremadura, llamados igualmente inmigrantes/emigrantes. En el sector de la construcción, por ejemplo, la presencia de indígenas o aborígenes, siempre en puestos directivos, no llega a un diez por ciento, mientras que la de inmigrantes copa el noventa por ciento restante.

Naturalmente, en ese noventa por ciento hay que incluir más de doscientos mil extremeños y un millón de andaluces. Resumiendo: aquí, en Cataluña, los de fuera trabajan; los de dentro recaudan, administran y, después de quedarse con la mayor parte del dinero recaudado, aún dicen que es poco, pues con ese dinero, que según ellos les pertenece y de acuerdo con los hechos han usurpado a los trabajadores foráneos, están empeñados en financiar la independencia de Cataluña. Miserables, miserables.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿no recuerda el comportamiento de esos recaudadores el de ciertos proxenetas o protectores de prostitutas del Barrio chino barcelonés?

Nota
Pájaro bobo quiere creer que ahora sus  paisanos de Hervás, entre ellos Francisco Moriche, sabrán a quiénes se refería cuando hablaba de miserables y por qué. Ahí están también las intrigas, las perfidias y las deslealtades que, de acuerdo con otra variante, denunció en la misma ocasión.