Artículos de junio de 2008

El clero catalán: clero politizado, clero cismático

Es comúnmente sabido que el clero catalán, no Iglesia catalana, está integrado en el frente político promovido por el Sanedrín y participa activamente en el proyecto independentista. En opinión de Pájaro bobo, esa actitud, junto con las actividades que le son inherentes, determina un comportamiento civilmente delictivo y gravemente pecaminoso en lo religioso por lo que tiene de politizado y mundanizado, máxime toda vez que, en este caso, las fuerzas políticas a las que el clero catalán presta su apoyo gozoso y cordial están supeditadas a una comunidad social –la comunidad de lengua catalana– que mantiene en condiciones de opresión a otra –la comunidad de lengua española–, a la que, a pesar de ser mayoritaria, está tratando de arrebatar dolosamente los derechos democráticos, civiles y religiosos, que en justicia le pertenecen; entre ellos, el derecho a recibir enseñanza pública y tener servicios religiosos en su lengua.
El clero catalán con su cardenal arzobispo, Martínez Sistach, al frente no sólo no condena la política opresora de los partidos catalanistas, como es preceptivo en una instancia religiosa regida, necesariamente, por criterios éticos, sino que incluso colabora con ellos en la erradicación planificada del idioma español y la privación a los fieles hispanohablantes de servicios religiosos en su lengua. Como si no tuviera bastante con todo ello, el mencionado cardenal arzobispo, llevado de una anonadante falsa buena conciencia, pide ahora la supresión de programas muy concretos de la COPE, cuando la mencionada emisora es, precisamente por esos programas, la única voz crítica que sobrevive en el espacio geográfico sometido a la dictadura encubierta pero implacable de los partidos catalanistas, con los que, repetimos, el clero catalán y el cardenal arzobispo Martínez Sistach colaboran tan estrecha como ilícitamente, llevando a la práctica en su demarcación las «recomendaciones» que la dirección de esos partidos les transmiten. Miserables, miserables.
Pájaro bobo considera que la Conferencia Episcopal debería investigar las actividades del clero catalán y sus vinculaciones con los partidos nacionalistas. Lógicamente, para ello tendría que preguntar directamente a las asociaciones religiosas y a los creyentes que sufren la opresión del llamado nacionalismo catalán. Entonces conocería la verdad, al menos una parte de ella, y podría informar a la Santa Sede para que ésta tomara cartas en el asunto y pusiera coto a comportamientos que, además de estar alejados del mensaje evangélico, están marcados por una politización con ribetes cismáticos, aunque sólo sea por su obsesión secesionista, ya que, como nos enseña la historia, la división de la sociedad conduce con frecuencia a la división de las comunidades y ésta, a su vez, a la división de la Iglesia.
Es posible que entonces, el clero catalán dejara de actuar, como viene haciendo, con indebida autoestima o, si se prefiere, con falsa buena conciencia y se cuidara de lo que realmente le incumbe: proporcionar asistencia religiosa a los creyentes y, como mínimo, mantenerse al margen de los conflictos referentes a asuntos mundanos, a no ser que decida tomar partido en favor de los más débiles.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿cómo es posible que el actual cardenal y arzobispo de Barcelona, Martínez Sistach, siguiendo la línea del abad de Montserrat, Josep Maria Soler, se preste a participar en intrigas políticas, hasta incurrir en un delito/pecado de difamación, y falte deliberada y gravísimamente a la verdad delante de cuarenta y cinco millones de españoles?

Pedagogía de la plastilina

Francesc de Carreras escribe sobre la pedagogía de la plastilina en un texto que a Pájaro bobo se le antoja una chapucilla en la que las palabras son utilizadas como trozos de plastilina. Correspondencia isomórfica: plastilina con plastilina, chapuza con chapucilla. Estamos en la universidad española, ante un catedrático de Derecho Constitucional. Y Pájaro bobo, que aprendió a pensar en los duros inviernos de Mitteleuropa, no sabe si blasfemar o dar gracias a Dios.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿podría explicarnos el susodicho, en otra lección para infantes, la relación de la pedagogía de la plastilina con la psicología de la Gestalt (Gestaltpsychologie), habida cuenta de que Gestalt viene de gestalten y gestalten significa modelar?

Las dos muertes del Partido de los Ciudadanos

Sabadell, 2 de junio de 2008, Centro Cívico de Can Rull. Una vez alcanzado el quórum previsto, Miguel Angel, excelente anfitrión y moderador, expone de manera sucinta las normas del debate-coloquio. El primero en tomar la palabra es José Domingo, que, tan pronto como ha desplegado sus papeles sobre la mesa, pasa a exponer su proyecto, proyecto que gira en torno a la idea de fortalecimiento del partido mediante un congreso extraordinario destinado a definir la situación actual y recoger aportaciones en forma de sugerencias prácticas. Joan García, defensor de la línea oficialista, fiel a Albert Rivera, le da réplica, no palique, y habla literalmente de asalto al poder y lucha de intereses. Según él, lo que está en juego no son las ideas del partido sino las personas que quieren/deben representarlo. Su acompañante, y en este caso subalterno, no sólo corrobora sus palabras y su posición sino que habla incluso de crispación y pide a los afiliados que se unan en torno a la figura de su presidente. Para Joan García lo que busca con su propuesta el sector crítico capitaneado por Robles y Domingo –de ahora en adelante conocido en esta página como el Tándem de la Ciudadela– es quitar a unas personas para poner a otras (léase: ellos mismos).
Definidas las posiciones, las espadas permanecen en alto.

Cuando le llega el turno al quórum, unos se pronuncian a favor de la línea oficialista, otros a favor del Tándem de la Ciudadela, mientras que alguien asegura categóricamente que en la situación actual sólo hay una solución: la suya, lo que nos viene a recordar, de una parte, que los atavismos persisten en las personas y, de otra, que el espíritu democrático, en cuanto actitud ética e intelectual, no se improvisa.

Después de hacer acopio de información, Pájaro bobo decide refugiarse en su búnker de pladur y, desde allí, rebobinar e ir observando mentalmente las acciones de las fuerzas en presencia para luego exponer sus impresiones y sus conclusiones. A él le gustaría que, dada su condición de Ciudadano, impresiones y conclusiones fueran proactivas, pero, como no es fácil que todos veamos las cosas de la misma manera, aspira a ser y a mostrarse al menos fiel a sus principios y mínimamente racional, habida cuenta que, como le enseñó el filósofo, sólo lo racional es real y sólo lo real es racional.

Según Pájaro bobo, actualmente en el Partido de los Ciudadanos puede apreciarse la existencia de un aparato funcionarial-burocrático fiel al presidente, Albert Rivera, y decidido a mantener el statu quo a toda costa, pero, a ser posible, mediante una entente cordiale perpetua. Esa situación no parece ni justificable ni justificada, mucho menos después de unas elecciones generales que se saldaron con un preocupante fiasco para la formación. Y toda vez que, tras alcanzar su techo en la primera comparecencia electoral, ésta se encuentra ahora en una clara fase decreciente, Pájaro bobo ha visto ahí una necrosis –muerte parcial de tejidos celulares y pérdida de votos, amén de pérdida de presencia e influencia social– y, por lo tanto, una primera defunción.

El morador del búnker de pladur considera que, en el ámbito de las ideas, Albert Rivera es un niño de pecho (unmündig). El hecho de que esté monitorizado y tutelado por un intelectual tan clamorosamente pobre como Francesc de Carreras no hace sino aumentar la gravedad de la situación y, con ella, la influencia de las personas de su entorno, convertido a la vez en aparato protegido y protector. Curiosamente, ese entorno está formado mayoritariamente por personas jóvenes; en cualquier caso, más jóvenes que los integrantes del Tándem de la Ciudadela y sus seguidores. En otras palabras: los jóvenes, instalados en el poder; los veteranos, no viejos, empeñados en la apertura dinámica del partido. La explicación de este fenómeno, nada usual, es relativamente fácil por visible, pero Pájaro bobo prefiere dejarla para otra ocasión. Si se presenta.

Cabe imaginar que el Tándem de la Ciudadela lo va a tener difícil, tanto más si opta por una línea maximalista a modo de catarsis. El horno no está para bollos, pues los integrantes/beneficiarios de este pequeño rovell de l’ou se muestran dispuestos a seguir defendiendo el statu quo con llamadas al orden en nombre de la unión y la germanor. No obstante, es de temer que, si sigue por esa línea, el partido sea víctima de la fagocitación institucional, precursora de su nihilización y, con la nihilización, de su segunda y definitiva muerte. Aun así, Pájaro bobo entiende que estamos en tiempos de pactos deudores de la Realpolitik, término que en su día él mismo adaptó al entorno y tradujo por el de política de la puta i la Ramoneta, clave hermenéutica de muchos secretos de nuestra vida colectiva.

Pájaro bobo defiende abiertamente la línea propuesta por el Tándem de la Ciudadela, convencido de que en esa línea está contenida la legitimación ética y social del Partido de los Ciudadanos y con ella su supervivencia.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿conseguirá mantener la dirección del Partido de los Ciudadanos la línea inmovilista que lo llevará inexorablemente a su segunda y definitiva muerte o, por el contrario, triunfará el proyecto impulsado por el Tándem de la Ciudadela y la formación encontrará mecanismos de dinamización/reactivación política y difusión/expansión social?

Partido de los Ciudadanos: identidad

A Pájaro bobo se le antoja que, cuando el Partido de los Ciudadanos se define como no nacionalista, pone de manifiesto una inferioridad subjetiva, a la vez impuesta y asumida: impuesta por la clase social sustentadora de la ideología dominante en Cataluña y asumida inicialmente por un colectivo que, en el fondo, intenta sublevarse contra una y otra. Ante una situación similar y una actitud básicamente idéntica, el pobre y atormentado Nietzsche, espíritu escindido de por vida, habló de una moral de esclavos.
Condenado a sobrevivir en condiciones de muerte civil en su búnker de pladur, Pájaro bobo quiere pensar que, en circunstancias democráticamente normales, el ser humano se identifica y se define a sí mismo por lo que es, por lo que cree ser o por lo que aspira a ser, rara vez por lo que no es o por lo que no quiere ser, nunca por lo que quiere no ser.
El Partido de los Ciudadanos, que ha hecho suyos los principios de la Ilustración contenidos en la fórmula Sapere aude: Atrévete a saber, acaso podría y debería actualizar esa fórmula y predicar, por ejemplo, Esse te ipsum aude: Atrévete a ser tú mismo.
Si lo hiciera y, tras despojarse de los últimos e inservibles residuos ideológicos, adoptara un ideario que fuera a un mismo tiempo reflejo de su componente humano y epítome de sus inquietudes sociopolíticas, es posible que decidiera identificarse y definirse, por ejemplo, como «partido español, humanista e interclasista en lo social, constitucional y constitucionalista en lo político».

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿cuánto tiempo puede vivir/sobrevivir un ser humano negando su identidad sin perderla y/o sin dar en loco?

Partido de los Ciudadanos: contra inanición, reactivación

Pájaro bobo ha explicado manta vegada, por activa y por pasiva, que, dado un problema, sólo son válidas aquellas aportaciones que ayudan a solucionarlo. Y si, dada una crisis, hay un camino para salir de ella, ese camino es el de la acción razonada y programada o, lo que es igual, pensada. Fórmula: el pensamiento es la acción: der Gedanke ist die Tat.

A pesar de todas las maniobras encaminadas a confundir y engañar al personal (en Cataluña, a la feligresía de lengua española) y a pesar de toda la hojarasca con la que alguien pretende ocultar y obstaculizar el camino de salida, a vista de pájaro bobo el esquema es muy sencillo.

1) Problema. Independientemente de que los entendidos, llevados de su ignorancia y/o su mala fe, hablen de desaceleración, impasse, crecimiento negativo o volatilidad, tarde o temprano se llega a un punto en el que la realidad se impone por la fuerza de los hechos. Éxito y fracaso no son abstracciones por la sencilla razón de que, en las cosas de este mundo, sus resultados (casi) nunca lo son. Y, por supuesto, la pasta gansa no lo es.

2) Reflexión. Llegados a ese punto, surgen inexorablemente preguntas como dónde estamos y, para bien o para mal, por qué estamos donde estamos. Eliminados los casos de contumacia e ignorancia invencible, cabe la posibilidad de que entonces alguien vea, admita y reconozca que, de acuerdo con un balance provisional, hay peligro de que, si se continúa por el camino cubierto hasta aquí, nunca se alcance el fin perseguido y deseado. A Pájaro bobo alguien le enseñó en una vida anterior que la racionalidad consiste esencialmente no en pensar/razonar con lógica sino en obrar de acuerdo con un fin. Reconocer el error es condición indispensable para cambiar: cambios tácticos y, si procede, cambios estratégicos, pero, por encima de todo, cambios en el cacumen y, consecuentemente, en la actitud anímica de las personas.En cualquier caso, todo imaginario humano es reflejo de una realidad y toda realidad es reflejo de una suma de imaginarios humanos. Fórmula: acción conjunta en positivo o, si se prefiere, proactividad y sinergia.

3) Solución o soluciones. Como es lógico, una vez identificado y aislado el problema –en este caso concreto, falta de actividad organizativa y dinamismo expansivo–, y sólo entonces, hay que empezar a pensar en la solución o soluciones posibles. En opinión de Pájaro bobo, aquí siempre conviene tener en cuenta el método utilizado en medicina. En su ámbito, primero se elabora un cuadro clínico del enfermo, no sólo de la enfermedad, lo más amplio y completo posible, de acuerdo con un planteamiento deductivo, o sea, procediendo de lo general a lo particular o concreto, y después se actúa directamente sobre uno o varios puntos de acuerdo un enfoque inductivo (y, por lo tanto, de sentido contrario), habida cuenta que, con igualdad de resultados, la solución más económica en términos de evitación de dolor y sufrimiento es siempre la preferible y, por supuesto, la más ética. Fórmula: planteamiento integral (deductivo) e intervención tópica o local (inductiva).

El morador del búnker de pladur quiere pensar que el Partido de los Ciudadanos se encuentra –¿afortunadamente?– en una crisis, una crisis que, a su modo de ver, es más de vitalidad que de identidad, pues está convencido de que la inmensa mayoría de sus miembros saben lo que son y lo que quieren, aunque no siempre tengan la posibilidad de expresarlo. En cualquier caso, esa crisis, inteligentemente tratada y administrada, puede y debe ser el punto de partida de una etapa caracterizada por un movimiento de reactivación y dinamización del partido y sobre todo de sus miembros. Hoy, como ayer, el secreto está en red. La red sigue siendo su arma, su gran arma, el arma que mejor se adapta a sus miembros y en definitiva a su organismo. A los ojos de Pájaro bobo, eso significa que ha llegado nuevamente la hora del Tándem de la Ciudadela. Una vez más, Robles y Domingo tienen la palabra. Por fortuna, en estos momentos ni nos encontramos en el Parlament ni estamos amordazados.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué será del Partido de los Ciudadanos si sigue entregado a la inane e inocua pedagogía de la plastilina, en vez de abrir sus puertas de par en par a quienes le traen mensajes de reactivación y dinamización basados en la lucha por la supervivencia como razón de su ser presente y futuro?

Realidad social y espíritu democrático

Pájaro bobo considera que el primer derecho/deber de quien piensa es observar la realidad y aceptarla tal como es; el segundo, tratar de entenderla o, más exactamente, interpretarla; el tercero, tomar partido ante ella.

En la práctica, tomar partido ante la realidad –en este caso, una realidad social inmediata– significa incidir o tener voluntad de incidir en ella, ya sea a favor o en contra, habida cuenta que, de hecho, no parece posible ni mantenerse al margen ni permanecer neutral.

En las entradas de su blog, Pájaro bobo toma partido a favor o en contra de asuntos de su interés, pero procura exponer sus opiniones en forma de opiniones y así lo hace constar sistemáticamente por adelantado, pues considera que no tiene derecho –y tampoco se lo arroga– ni a pontificar ni a dar lecciones de democracia o de moral.

Dos consideraciones
1) Orden. En todas sus actividades, Pájaro bobo procura respetar escrupulosamente el principio de que «el orden de las ideas es el mismo que el orden de las cosas y viceversa». Lo aprendió hace mucho tiempo de Benito (Baruch) Spinoza, filósofo nacido en Amsterdam pero descendiente de una familia de marranos radicada en Espinosa de los Monteros (Burgos), y lo ha venido aplicando a lo largo de su vida, ya se tratara de escribir algo, llevar las cuentas de casa o hacer una de esas chapuzas hogareñas que tanto le gustan. Para colmo, con el tiempo ha descubierto que el orden es, además, una forma de sinceridad. Y ahí sigue.

2) Espíritu democrático. Podemos pensar que el espíritu democrático es una actitud intelectual que nace como exigencia ética, lucha por manifestarse como acción social y, a partir de ahí, se somete ¡voluntariamente! a normas de comportamiento y expresión respetuosas con la comunidad. Resumiendo: espíritu democrático es igual a comportamiento democrático más lenguaje democrático. Eso es al menos lo que Pájaro bobo piensa y trata de tener en cuenta. Por lo tanto, quiere creer que no conoce otra censura que la que él mismo sufre.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿puede tener espíritu democrático, comportamiento democrático y lenguaje democrático una sociedad con una tradición liberal e ilustrada tan deficiente como la sociedad española?

Misterios de la política

Podemos imaginar que, si en su última etapa Zapatero se deshizo de las pocas reminiscencias socialistas que le quedaban en el caletre, fue porque entonces ya estaba convencido, por una parte, de que todo eso constituía un lastre invendible y, en consecuencia, inservible para él y, por otra, de que tenía un método mejor que el de su partido para ganar las elecciones. En realidad, más que método era una oferta compuesta en torno a un lote de promesas –sorpresa, sorpresa– capaz de cautivar a cualquier mujer de carne y hueso y no sólo de neutralizar a los poderosos e influyentes clanes periféricos sino incluso de hacerles morder el anzuelo. Peix al cove!

Si las mujeres quieren igualdad, aquí tienen un Ministerio. Eso para empezar. Y si los periféricos, nunca separatistas, quieren la independencia de sus respectivas naciones, aquí tienen, de momento, un Estado federal, criptofederal, pseudofederal y todo lo que los señores manden y ordenen. Como es sabido, la semántica nunca fue un problema para nuestro no culto pero sí refinado Zapatero.

Con el apoyo frontal de las mujeres y a tergo del Sanedrín catalán, Zapatero, además, de ganar la elecciones, comprobó que su táctica-estrategia era poco menos que invencible e infalible. Había descubierto la fórmula magíca. Tan mágica que su oponente político e ideológico, el gallego Marianín el Corto, después de dejarse asesorar y convencer por sus allegados, decidió imitar, copiar y plagiar al prestidigitador leonino. El clan de los posibilistas capitaneado por Gallardón y González Pons, con Fraga como apoyo y contrapeso, le convence de que debe acercarse al astuto y desinhibido Zapatero y, por lo tanto, llevarse bien con Jordi ben Gurión y con el cardenal arzobispo Martínez Sistach y con la Caixa y con todo el establishment de la Sagrada Familia, conocido en la provincia eclesiástica de la Tarraconense como el Sanedrín. Y ahí está ahora Marianín el Corto, convertido en aprendiz de prestidigitador y acompañado por toda su caterva de subalternos, beneficiarios y vividores.

Todos y todas menos una. En el momento mismo de que se consume el trasvase/cambiazo/traición, una mujer vasca, simplemente María, se le solivianta y se le planta. «Por ahí no paso». Dicho y hecho. Inmediatamente llama a su mejor amiga, que vive en la misma calle pero en el partido de enfrente. «Rosa, mira…» «María, cuenta conmigo». Vascongadas. Llueve. Los ojos se empañan como si fueran cristales.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿es posible que, como barrunta Pájaro bobo, la defensa de la unidad de España recaiga muy pronto en dos vascas, Rosa y María, y un catalán, Alejo Vidal-Quadras?
¿Y dónde está el gallego?

Partido Popular: ¿crisis o mutación?

Es posible que la cosa empezara como una crisis táctica alimentada por intereses personales antagónicos y enconadamente beligerantes, pero ahora hay suficientes elementos informativos para ver que en realidad se trata de una crisis estratégica que, a través de metástasis sucesivas, ha terminado por efectar a la esencia del partido, a su definición ideológica y social, y en estos momentos reclama no sólo un corrimiento operativo hacia el centro sino incluso y sobre todo un cambio de identidad. A los ojos de Pájaro bobo, que un partido político copie, calque y reproduzca en su estructura organizativa el insolidario modelo autonómico significa que ya no cree en el Estado-nación unitario y, por lo tanto, que no va a defenderlo. Eso no es un corrimiento operativo o coyuntural hacia el centro, eso, tal como él lo percibe y lo entiende, es una mutación en su dimensión estructural, mientras que en su intención y en las consecuencias previsibles es una traición de sobrecogedora gravedad.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿cuál será la próxima mutación que nos deparen los políticos y cómo pondrán fin los españoles a tanta traición?

¿Desastre total?

Parece ser que Alejo Vidal-Quadras ha hablado recientemente de «desastre total» y de sus responsables. Pájaro bobo considera que no ha sido una consideración acertada en cuanto que, a su modo de ver, supone que ese desastre total es inevitable y como tal debe darse por consumado. Él considera que quienes no están de acuerdo con un destino fatal deben luchar contra esa idea e impedir por todos los medios que se convierta en realidad. En cualquier caso, Pájaro bobo, setenta y cuatro años y un apellido que siente y vive como inviolable juramento de lealtad, se niega a sobrevivir a tamaña ignominia. Aunque la memoria le flaquea, quiere creer que fue Ortega quien escribió: «Cuando en el mundo sólo hubiera una solución, siempre habría dos: ésa y salirse del mundo».
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿tenemos derecho los españoles a asistir cobardemente a la destrucción de nuestra patria sin agotar todos los recursos del Estado de derecho en su defensa?

Ensoñaciones

Pájaro bobo sale a soponcio por día. Traición diaria de una izquierda que en rigor nunca fue de izquierdas, sólo antimilitarista, sólo anticlerical. Si la izquierda nació en un sueño, parece que debería seguir soñando para conservar, al menos, parte de ese sueño, además del nombre. Según este soñador, una izquierda que nunca soñó es una izquierda que nunca existió. Traición diaria de la derecha, que acaso siempre fue de derechas, sólo de derechas, derecha de la andorga y la faltriquera, que es lo suyo. La derecha sólo sueña despierta.

Fórmula mágica y, con variantes, universal en el tiempo que viene y en el espacio que nos queda: la Convergencia de los Pujoles es la continuación social (sociológica) del franquismo. Esa Convergencia, obra y hechura del Sanedrín catalán, ha otorgado una nueva buena conciencia a la gente de orden, la bona gent, que en realidad es gente de la clase dominante, sustentadora solícita y agradecida de la nueva ideología dominante, de cualquier ideología dominante, de todas las ideologías dominantes que es fan i es desfan, incluida, si procede, la ideología de la clase dominante española. Por motivos de seguridad, España será siempre la Casa gran. ¿Siempre? Ja veurem!
Lo que no deja se deja, pero, por la misma razón, lo que deja no se deja. Ni en broma.

Ahí están los ciudadanos del Partido de los Ciudadanos. El Tándem de la Ciudadela toca a arrebato y pide un congreso. O se reactiva el organismo o el organismo irá languideciendo hasta que le llegue la hora. Fagocitosis. Acaso todo ello sea un pelín más complicado. Para el Sanedrín, que posiblemente es el colectivo que más sabe de intrigas y conjuras después del Mosad israelí, la formación política del joven desnudo cumple, entre otras, la función de tener agrupada y controlada a la feligresía española de Cataluña que, decepcionada de pseudosocialistas e impopulares, sigue buscando una patria. Por lo tanto, lo más probable es que el Partido de los Ciudadanos sobreviva, pero aconductat por un catedrático e instalado, por motivos de seguridad y protección contra la contaminación ambiental, en un búnker de plastilina. Tres cuerpos extraños, tres masas amorfas y, sobre todo, sin cabezas pensantes. Para cabeza pensante, la de Pujol ben Gurión, Sumo sacerdote del Sanedrín de las Terras de Ponent. Las cien familias siguen haciendo historia: la hacen y la dictan. Subalternos y amanuenses a sueldo la escriben o, por mejor decir, la teclean.

Pájaro bobo se asoma a uno de los ojos de buey de su atalaya y espelunca situada a tres metros sobre el nivel del mar de la Sargantana, ayer piélago, hoy ciénaga, y a tres tiros de piedra y un palmo de la Barceloneta, otrora barrio marinero y ahora dique seco de los Sirgadores de Sant Gervasi, Tubau y su troupe.

Llega el Menesteroso, paso ligero de legionario, mano izquierda de la Providencia. En las muñecas, haces de bolsas del Tall Britànic con condumio a la carta para los gatitos del jardín de infancia el Descampao. Le recibe el Rubiales, macho alfa con el rabo anillado como un lemur malgache pero más corto. Pájaro bobo da gracias a Dios y rememora su infancia, aquella que nunca debió perder porque no es bueno perder la inocencia.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿cuándo escenificarán una nueva conjura Tubau y su troupe?
De todos modos, que Boadella empiece a preparar uno de sus happenings-performances con mucho mimo.

Del PSC y los amontillados

De entrada, el PSC debía ser, por una parte, el elemento de unión y comunicación con el PSOE, pero, por otra, debía integrarse en el frente separatista catalán y, además, retener en sus mazmorras al grueso de la charnegada, la misma que había librado la batalla contra la dictadura en las calles, en las fábricas, en los sindicatos, en las comisarías y en los cuartelillos, incluso en las sacristías. Y, como tantas veces en la historia, así se hizo. Y, como tantas veces en la historia, la burguesía local, congregada sigilosa y devotamente, de nonas a maitines, en el claustro de un convento, esperó el fin de la lucha y, con la buena nueva de la victoria, la toma del poder. Eso, por elemental, debería saberlo un historiador tan sagaz y desleal como Ferran Gallego, aunque sólo sea porque se ha repetido manta vegada a lo largo de la edad contemporánea.

Luego, el PSC se quitó la careta y dejó caer subrepticiamente el apéndice PSOE, de modo que, sin cambiar de siglas, con un simple escamoteo, el Partido de los Socialistas de Cataluña volvió a ser el Partido de los Separatistas Catalanes, mientras la charnegada, entre el ochenta y el noventa por ciento de sus votantes, seguía aherrojada en las mazmorras. De momento, y hasta nueva orden del Sanedrín, en Cataluña la política tienen que hacerla total y exclusivamente los catalanes para los catalanes. Maragall pacta con Pujol y Pujol se dedica a hacer país en un país en el que la mayoría de sus votantes carecen de representación propia y directa, proporcional y leal. ¿Palestina? No, Cataluña.

Pero un día, Zapatero, jefe del Ejecutivo español y jefe del consorcio PSOE-PSC, avisado por una lengua viperina y supuestamente amiga, se entera de la conjura y, ni corto ni perezoso, arroja a su cerebro y ejecutor, el desleal Maragall ben Ariel, a las tinieblas exteriores. Y ahí sigue todavía, en junio de 2008, a dieciséis años de los Juegos Olímpicos de Barcelona.

El elegido para sustituirle es un hombre de la confianza del florentino leonés por origen, por lengua y por línea ideológica. Eso es, al menos, lo que el elector cree. Craso error. ¿Cuál es realmente la situación?

Pues que, mientras tanto, en el ámbito del Partido de los Separatistas Catalanes ha surgido, y está a punto de entrar en escena, una generación de charnegos catalanizados, ávidos de meter cuchara en el plato de la política y colaborar con sus amos y anfitriones en la lucha contra todo lo español, incluido el PSOE, en este caso partido del Gobierno.

Integrados en el PSC y a través de él en el frente catalanista, los nuevos y celosos conversos no sólo cierran el paso a las corrientes de signo español que emergen en su seno (casos de Bouza y Robles), contribuyendo así al mantenimiento y el fortalecimiento de la dictadura separatista dentro de los límites de la Comunidad Autónoma, sino que además se ofrecen como emisarios ante el gobierno de España. Ahí está la Xacó, dispuesta a dar el escopetazo vendiendo fragatas y fragonetas al rey de Marruecos, siempre amigo cordial y futuro aliado; ahí está el tal Corbacho, hombre florero y bulto sospechosamente inútil; ahí está el bolchevique Montilla, oteando el horizonte desde la subestación espacial de la Generalidad.

Es evidente que para el Sanedrín, los amontillados son meros tontos útiles, aunque alguno tenga la perfidia de un Montilla. De momento, su misión consiste en eso, en actuar como misioneros, enviados, y en hacer que los de Madrid se traguen el Estatuto de Cataluña con puntos y comas, pero también y sobre todo en ir engrosando el lobby catalanista en la capital de España, lobby que ha de ser la avanzadilla de un ejército de mercenarios civiles llamado a atenazar y sojuzgar a España y los españoles en un máximo de diez años. Esta última idea –del lobby al asalto final del Estado– no es mía sino de un tal Enric Juliana, que la ha expuesto, plazo incluido, en La Vanguardia de Barcelona.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿quién conseguirá engañar a quiénes: ¿Zapatero a Montilla y a Pujol ben Gurión, Montilla a Zapatero y a Pujol ben Gurión, Pujol ben Gurión a Zapatero y a Montilla?
Se admiten apuestas.

El clero catalán: clero politizado, clero cismático. Contra la perfidia contumaz de un pastor de almas desleal

Es comúnmente sabido que el clero catalán, no Iglesia catalana, está integrado en el frente político promovido por el Sanedrín y participa activamente en el proyecto independentista. En opinión de Pájaro bobo, esa actitud, junto con las actividades que le son inherentes, determina un comportamiento civilmente delictivo y gravemente pecaminoso en lo religioso por lo que tiene de politizado y mundanizado, máxime toda vez que, en este caso, las fuerzas políticas a las que el clero catalán presta su apoyo gozoso y cordial están supeditadas a una comunidad social –la comunidad de lengua catalana– que mantiene en condiciones de opresión a otra –la comunidad de lengua española–, a la que, a pesar de ser mayoritaria, está tratando de arrebatar dolosamente los derechos democráticos, civiles y religiosos, que en justicia le pertenecen: entre ellos, el derecho a recibir enseñanza pública y tener servicios religiosos en su lengua.

El clero catalán con su cardenal arzobispo, Martínez Sistach, al frente no sólo no condena la política opresora de los partidos catalanistas, como es preceptivo en una instancia religiosa regida, necesariamente, por criterios éticos, sino que incluso colabora con ellos en la erradicación planificada del idioma español y la privación a los fieles hispanohablantes de servicios religiosos en su lengua.

Como si no tuviera bastante con todo ello, el mencionado cardenal arzobispo, llevado de una anonadante falsa buena conciencia, pide ahora la supresión de programas muy concretos de la COPE, cuando la mencionada emisora es, precisamente por esos programas, la única voz crítica que sobrevive en el espacio geográfico sometido a la dictadura encubierta pero implacable de los partidos catalanistas, con los que, repetimos, el clero catalán y el cardenal arzobispo Martínez Sistach colaboran tan estrecha como ilícitamente, llevando a la práctica en su demarcación las «recomendaciones» que la dirección de esos partidos les transmiten. Miserables, miserables.

Pájaro bobo considera que la Conferencia Episcopal debería investigar las actividades del clero catalán y su vinculación con los partidos nacionalistas. Lógicamente, para ello tendría que preguntar directamente a las asociaciones religiosas y a los creyentes que sufren la opresión del llamado nacionalismo catalán. Entonces conocería la verdad, al menos una parte de ella, y podría informar a la Santa Sede para que ésta tomara cartas en el asunto y pusiera coto a comportamientos que, además de estar alejados del mensaje evangélico, están marcados por una politización con ribetes cismáticos, aunque sólo sea por su obsesión secesionista, ya que, como nos enseña la historia, la división de la sociedad conduce con frecuencia a la división de las comunidades y ésta, a su vez, a la división de la Iglesia.

Es posible que entonces el clero catalán dejara de actuar, como viene haciendo, con indebida autoestima o, si prefiere, con falsa buena conciencia y se cuidara de lo que realmente le incumbe: proporcionar asistencia religiosa a los creyentes y, como mínimo, mantenerse al margen de los conflictos referentes a asuntos mundanos, a no ser que decida tomar partido en favor de los más débiles.

Pregunta ingenua e intempestiva. ¿cómo es posible que el actual cardenal y arzobispo de Barcelona, Martínez Sistach, siguiendo la línea del abad de Montserrat, Josep Maria Soler, se preste a participar en intrigas políticas, hasta incurrir en un delito/pecado de difamación, y falte deliberada y gravísimamente a la verdad delante de cuarenta y cinco millones de españoles?

Tres observaciones
1) Últimamente, la situación se ha agravado, habida cuenta que el cardenal y arzobispo Martínez Sistach, actuando, a instancias de a Generalidad, en asuntos que no son de su incumbencia, intenta ahora enfrentar entre sí a los miembros de la Conferencia Episcopal, a la que él no pertenece. Repito: delito punible y pecado grave.
) ¿Debemos dar dinero a la Iglesia, a través de los Impuestos, si después ese dinero llega al clero catalán, que colabora activamente con los que nos arrebatan nuestros derechos, entre ellos el derecho a recibir enseñanza publica y tener servicios religiosos en español?
3) ¿Se atreverá a declarar algún miembro del clero catalán, empezando por el cardenal y arzobispo Martínez Sistach, que lo que aquí se dice no es cierto?

Martínez Sistach y el modelo político catalán

Según Pájaro bobo, feligrés y superviviente de la Marca Hispánica en condiciones de muerte civil, la doctrina, de origen hebraico, gira en torno al concepto de soberanía compartida, más como coartada que como fin en sí mismo. El primero en adoptarla en la península Ibérica fue Maragall, quien, además de utilizarla dolosa y ventajosamente en las relaciones del PSC con el PSOE, se la endosó/vendió a Pujol, y éste, viendo las posibilidades del hallazgo/troballa, la impuso en la Generalidad como parte de su política de Estado. En esencia, la doctrina dice:

Dado que, de una parte, Cataluña es una nación y, por lo tanto, no es España, los charnegos no tienen derecho a entrar libremente en Cataluña y, muchísimo menos, a ocupar cargos de responsabilidad en la Generalidad, a no ser en casos excepcionales y en misiones muy concretas, siempre de acuerdo con un criterio general de depuración progresiva e implacable presidido por los intereses de Cataluña. Ejemplo: Montilla y el Estatuto de Cataluña.

Pero dado que, de otra parte, Cataluña es una Comunidad Autónoma del Estado Español, los catalanes pueden y deben intervenir libremente en la política española y, a ser posible, atenazar y copar sus resortes de poder y sus centros de decisión. Y en ésas están.

Conclusión, aquí la parte es más que el todo, pues, en cuanto parte, tiene en exclusiva la parcela propia y, a la vez. participa del todo no en iguales sino en mejores condiciones que los demás miembros. Ése es el modelo político catalán. Y los españoles sin enterarse .

Como no podía ser por menos, el modelo político, a la vez táctico y estratégico, adoptado primero por Maragall en sus relaciones con los socialistas españoles y después por Pujol en las relaciones de la Generalidad con España, ha sido adoptado también por el clero catalán y concretamente por su representante, el cardenal y arzobispo de Barcelona, Martínez Sistach. Así, los obispos de la provincia eclesiástica de la Tarraconense no forman parte de la Conferencia episcopal española, pero el cardenal y arzobispo de Barcelona puede intervenir en sus debates, aunque sólo sea para enfrentar a unos miembros con otros y aprovechar el cisma para pedir la cabeza, lengua incluida, de un periodista/locutor empeñado en denunciar los abusos de los políticos y del clero de la Tarraconense. Es el modelo político catalán.

Tres preguntas ingenuas e intempestivas
¿Conseguirá el cardenal y arzobispo de Barcelona, Martínez Sistach, acallar a Federico Jiménez Losantos manipulando a la Conferencia Episcopal como Pujol ben Gurión consiguió deshacerse de Vidal-Quadras manipulando a Aznar?
¿Por qué el cismático cardenal y arzobispo Martínez Sistach prefiere que las iglesias de Cataluña estén vacías a que en ellas se rece en la lengua de Santa Teresa de Ávila?
¿Qué quedará de libertad de expresión y de democracia en Cataluña tras el triunfo de Pujol en la política y de Martínez Sistach en el ámbito religioso?

Terrorismo: trabucaires y beneficiarios

Antonio Basagoiti, candidato a la presidencia del PP vasco, ha dicho testicularmente: «Esto no quiere decir que la gente del PNV sean unos terroristas, porque no lo son». Efectivamente, amigo Basagoiti, las gentes del PNV ni son terroristas ni se alegran de que maten al vecino, pero es evidente, al menos para este pájaro bobo, que se han beneficiado y se benefician de la existencia de Eta, en cuanto que a ellas no las matan y en cuanto que Vascongadas está sometida a un régimen de terror que convierte en una heroicidad suicida declarararse públicamente español. No, amigo Basagoiti, las gentes del PNV no son terroristas, pero el lendakari Ibarretxe intentó actuar, y de hecho actuó, como emisario y beneficiario suyo, según confesión propia y propiamente delictiva: «Me niega [Zapatero] lo que prometió a Eta».

Pregunta ingenua e intempestiva: Si el lendakari Ibarretxe actuó como mensajero de Eta y no tuvo éxito, ¿por qué no actúa Eta como mensajera del lendakari Ibarretxe?

Solbes: ¿contumacia o soberbia?

En opinión de Pájaro bobo, la promesa de regalar 400 euros a cada contribuyente, si ganaba las elecciones, hecha por Zapatero era y es delictiva. Nadie tiene derecho a disponer de lo que no es suyo ni prometer algo que en rigor no le pertenece. Y, en buena lógica, el ministro de Economía debería haberse opuesto si, como cabe suponer, estaba en contra de la medida, mientras que, si estaba de acuerdo con ella, a él le correspondía darla a conocer y explicar en qué consistía y cómo iba a realizarse. Suspenso a Zapatero y a Solbes.

A la postre, la situación económica ha resultado ser peor de lo previsto. No se quería ni se quiere hablar de crisis, palabra maldita, pero ahí está la realidad con nombre o sin nombre. Parece que lo lógico en un ministro de Economía debería haber sido elaborar un programa partiendo del peor de los casos posibles (the worst case szenario) para no verse sorprendido por los acontecimientos, pero, a juzgar por lo que vemos y sabemos, hizo justamente lo contrario y se ha visto sorprendido y desbordado por acontecimientos negativos y no previstos. Pájaro bobo se siente decepcionado por la actuación de este ministro de Economía, al que, a raíz del debate televisivo con Pizarro, había asignado virtudes profesionales que no está acreditando ante una crisis que hay que suponer grave o muy grave.

Pregunta ingenua e intempestiva: si la situación económica española y mundial es tal como la vemos los profanos, ¿a qué se deben la actitud de nuestro ministro de Economía y su insistencia en negar la realidad, a contumacia o a soberbia?

El Estado español contra el pueblo español: ¿el pueblo español contra el Estado español?

Últimamente, en diversas partes de España han surgido, por iniciativa popular, varios colectivos formados por padres dispuestos a defender, entre otros, el derecho constitucional a escolarizar a sus hijos en castellano o español. El hecho constituye en sí mismo una auténtica ignominia si tenemos en cuenta, en primer lugar y ante todo, la situación de desvalimiento en la que se encuentran esos y otros muchos padres españoles y, en segundo lugar, que la situación descrita es el resultado conjunto de la dejación continuada y desleal de sus derechos y obligaciones por parte del Estado y de la usurpación, también continuada y desleal, de competencias estatales por parte de las Autonomías con ambiciones soberanistas. De hecho, el Gobierno, en vez de defender los derechos del pueblo español, sujeto de la soberanía nacional según la Constitución vigente, financia, a través del sistema autonómico, la desespañolización de España y deja a los ciudadanos españoles a merced de los separatistas que, para colmo de la ignominia y la sinrazón, son una minoría que no llega al diez por ciento en el conjunto de la población nacional.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿tendrá que actuar el pueblo español, como sujeto de la soberanía nacional, contra el Estado y llevar ante los tribunales a los responsables de esta gravísima infracción de la Constitución vigente?
He ahí una causa hecha a la medida para partidos como Ciudadanos y UPyD.

El PP: ¿nueva orientación o nuevo partido?

Tomando como referencia la línea que, a juzgar por los indicios acumulados hasta ahora, va camino de imponerse en el Partido Popular, Pájaro bobo se inclina a pensar, con las debidas cautelas, que los conservadores han decidido abandonar definitivamente el abrigo de su viejo puerto y adentrarse en las aguas mansas e incoloras del centro sociológico por la ruta de un liberalismo realista, infinitamente más pragmático que ideológico. Eso significa a un mismo tiempo adaptarse a las circunstancias o actualizarse y copiar, con las necesarias adecuaciones, el modelo ya vigente en la izquierda.

Zapatero o su think tank, guiado por su vena mimética y de manera acaso un tanto inconsciente, realizó un movimiento sumamente ambicioso en su contenido y en sus consecuencias, ya que se desprendió tajantemente de la ideología socialista y elaboró un programa electoral a modo de oferta ad hoc destinada básicamente a un público ajeno a los viejos planteamientos teóricos y atento esencial o únicamente a la realidad cotidiana y actual. Efectivamente, estamos asistiendo al fin de las ideologías.

Con ello consiguió no sólo ampliar el abanico social de votantes del PSOE y, en consecuencia lógica, ganar las últimas elecciones generales, sino también dejar al PP en la cuneta como un partido arcaico y reaccionario.

A partir de ahí parece humanamente lógico que el PP, como partido perdedor de las elecciones, decida cambiar de táctica, incluso de estrategia, actualizarse y copiar el modelo ganador. En esa línea se inscriben medidas como arrinconar los componentes ideológicos más obsoletos e improductivos, junto con las personas que los sustentan y representan. Una vez más, lo que no deja se deja.

Al optar por Galllardón como jefe de filas, el Partido Popular anuncia no sólo una nueva orientación práctica sino también y sobre todo una ruptura con el contenido ideológico tradicional. Como siempre, la intención es ampliar el espectro social de posibles votantes, buscando no sólo el centro sino incluso tratando de llegar hasta las puertas mismas del Partido Socialista, sin dejar entre y uno otro espacios que tarde o temprano pudieran ser colonizados por formaciones como UPyD o Ciudadanos y, ocasionalmente, Convergencia y PNV.

A imitación del PSOE de Zapatero, el nuevo y futuro PP pretende comparecer ante sus votantes como una formación joven y moderna, dirigida por un hombre joven portador de un mensaje práctico, actual y atractivo, libre de todo o casi todo lastre ideológico.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿será Gallardón el nuevo y futuro Zapatero de la derecha española?

Federico en el banquillo: ¿insultos o calumnia?

No cabe duda de que Federico Jiménez Losantos es un luchador nato y que, como los toros bravos, se crece con el castigo. Tal vez por eso debería tener en cuenta que ni en los tiempos que vivimos ni en la democracia que padecemos hay espacio para los gestos heroicos, para los desplantes toreros y para los alardes suicidas. La democracia es el reino de la mediocridad y, en consecuencia, de la monotonía alumbrada por masas de seres mediocres. En ellos la heroicidad provoca indiferencia, hastío, a lo sumo alguna carcajada de desprecio.
Después de no pocas lecturas, Pájaro bobo sólo ha conseguido averiguar que el periodista/locutor ha sido condenado «por un delito de injurias graves contra el alcalde de Madrid, a quien acusó de querer «obviar» la investigación del 11-M con la finalidad de llegar al poder». El pobre pájaro lector sigue sin saber cuáles han sido los insultos proferidos por Jiménez Losantos contra Gallardón, habida cuenta que, en su opinión, acusar a alguien de querer «obviar» una investigación no es un insulto sino una acusación y, en el caso de que no existan pruebas, una calumnia.
Con ello pasamos del insulto a la calumnia y formulamos nuestra pregunta ingenua e intempestiva: ¿se han proferido insultos graves, injustificados y no probados o en ultima instancia todo se reduce a una calumnia urdida por Jiménez Losantos o contra Jiménez Losantos?
Doctores tiene la Iglesia.

Rosa Díez se prepara para las autonómicas

Gracias a su claridad de ideas y, cómo no, a la precariedad de sus medios económicos y humanos, UPyD, el partido de Rosa Díez y los suyos, tiene prácticamente a punto su programa para las próximas elecciones vascas. El programa gira en torno a la vigencia de la Constitución de 1978 como idea nuclear y, estrechamente relacionada con ella, en torno a la defensa del derecho de todos los españoles a recibir enseñanza en su lengua materna. Además en él se expresa la conveniencia/obligación de liberar a los ayuntamientos vascos de grupos y formaciones de filiación etarra, así como la necesidad de recuperar el recurso previo de inconstitucionalidad para reformas estatutarias.
Al no disponer de grandes presupuestos, UPyD se propone salir a la calle, como ya hizo con éxito en las generales, abordar a los transeúntes y, a través del contacto directo, tratar de conseguir su apoyo.
Como UPyD es un partido en alza, es de esperar que recabe suficientes votos de la izquierda y de la derecha, incluso de las bolsas de abstencionistas, y consiga representación en el Parlamento Autonómico.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿será UPyD el partido que ponga coto al saqueo de España por los separatistas e imponga orden en la caótica escena política española?

Soberanía nacional: pueblo e idioma

A los ojos de Pájaro bobo la situación existente hoy en Cataluña y Vascongadas es tan manifiesta como lamentable y tan lamentable como insostenible, toda vez que viene determinada por la pérdida de la soberanía nacional. Los separatistas han hecho su trabajo con probada eficacia: usurpar sendas parcelas de suelo nacional con los derechos que corresponden a sus habitantes en cuanto parte del pueblo español. Los que no han realizado su trabajo y se encuentran en permanente estado delictivo son los tres poderes del Estado: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. A ellos corresponde por derecho y obligación defender la Constitución vigente, expresión razonada y documentada de la soberanía nacional y marco legal de la España democrática constituida en Estado de derecho.

Evidentemente, las grandes víctimas de ese gravísimo delito de abandono/usurpación de la soberanía nacional son las comunidades de sentimiento español de Cataluña y Vascongadas, que ahora se ven privadas de su identidad e incluso de su lengua, erradicada del ámbito geográfico y social dominado por los separatistas ante la pasividad del Gobierno y los partidos políticos sedicentes democráticos. Al menos, que sepan todos ellos que eso es un delito. Su primera y más importante obligación es defender los derechos del pueblo español, sujeto de la soberanía nacional, con los medios, por definición eficientes y suficientes, que el Estado de derecho ha puesto en sus manos.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué se esconde detrás de tanta deslealtad y tanta traición?

PP: ¿viaje a ninguna parte pasando por el centro?

Lo racional habría sido esperar a que se produjeran los acontecimientos y enjuiciarlos a balón pasado y parado, pero, como todo bicho viviente, Pájaro bobo tiene sus prejuicios (Vorurteile), que son, ni más ni menos, juicios previos a los hechos. Y, en estos momentos, el hecho es que Pájaro bobo ha perdido toda y casi toda la confianza que tenía en el PP y sus hombres, empezando por Mariano Rajoy. Las declaraciones que vienen haciendo últimamente unos y otros, la línea que está tomando el partido y las personas elegidas para ejecutarla le han llevado a una postura marcada por un escepticismo teñido de pesimismo. Ojalá se equivoque.

Mientras tanto Pájaro bobo se queda con María San Gil, Vidal-Quadras y algunos peones negros, contrarios al viaje emprendido por el grueso del Partido Popular en busca de nuevos y mejores pastos. No parece probable que Rajoy, que ha dado la señal para que la comitiva se ponga en marcha, llegue a pisar la tierra prometida. A la luz de las historias de la historia reciente, más bien hay que apostar por un viaje en dos etapas o, de acuerdo con el vocabulario de la señora Lucía, en dos estampas. En la primera, el partido se despoja del lastre ideológico más gravoso e improductivo y, en la segunda, se despoja de las personas ligadas histórica y conceptualmente a ese lastre ideológico. Mutación en dos tiempos. Y, por lo tanto, desnaturalización y tocomocho. Eso es lo que ve y teme Pájaro bobo.
En realidad, a él le gustaría equivocarse y ver que el Partido Popular era dirigido por personas como Vidal-Quadras, Mayor Oreja y María San Gil, de modo que fuera no sólo el partido de la derecha sino también y sobre todo el partido de todos los que queremos una España unida y plenamente soberana, sin mutaciones ni amputaciones. En su opinión, ahí está la mayoría natural del Partido Popular y ahí debería buscarla.
Preguntas ingenuas e intempestivas
¿Ignorantes? ¿Ignorantes y malvados? ¿Ignorantes, malvados y vivillos al estilo de Zapatero?

Rosa, ¿es ése tu sitio?

Pájaro bobo descubre a Rosa Díez en una fiesta mundana y se siente tan contrariado que casi le da un soponcio. Diría incluso que la menuda mujer (escuchimizada según un comentarista de ABC) se ha disfrazado para la ocasión y tiene pinta de cupletista, dicho sea con cariño, pues la palabrita pertenece al vocabulario familiar del infraescrito.

Él prefiere ver a Rosa Díez en el Parlamento, en la calle, en la orilla izquierda del Nervión, levantando la voz por encima de su frágil figura para defender el derecho de los españoles a ser y vivir como españoles en su patria y especialmente en las parcelas enajenadas a la soberanía nacional.

Es cierto que en la misma fiestecita está/estaba/estuvo César Alonso de los Ríos, pero el hombre aparece protegido por una distancia hecha de bien ganado respeto, mientras que Valentí Puig tiene todo el aspecto de un golafre, que es como se dice glotón y gourmant en la lengua de Pájaro bobo.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿sabe el misacantano Juan Manuel de Prada, cronista de la mundana velada, que hacer alarde de castidad puede ser una obscenidad?

Mariano Rajoy: ¿Señor de la Tierra Media?

Haya o no haya leído la Historia de la Tierra Media, de J.R.R. Tolkien y Christopher Tolkien, sepa o no sepa lo que es el espíritu de los tiempos (Zeitgeist) y cuál es el espíritu imperante en la actualidad, Mariano Rajoy ha recibido de su amo, el Señor de los Anillos, el encargo de ocupar y colonizar –pacíficamente– la Tierra Media. Y en esas está.
Después de repartir cargos y mandobles a troche y moche, el hobbit Bilbo Marianín se dispone ahora a emprender viaje con su tropa de subalternos y subalternas hacia las planicies del Centro, también conocido como la Tierra Media, donde, después de aposentarse cómodamente, tiene previsto y programado reunirse con el gran cacique del Meridión y los reyezuelos de las taifas Fenicia de Poniente y Euskalerría, situadas en uno y otro extremo de la cordillera pirenaica y apuntando al Septentrión. El hobbit Bilbo Marianín lleva un mensaje de paz, no de guerra.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿quién es el Señor de los Anillos en esta historia de hobbits, reyezuelos, taifas y alianzas?

PP: nueva estampa para la nueva etapa

Una vez repartidas las entradas para el banquete inaugural, vemos que han quedado fuera un Pizarro ya sin gloria ni tierras que conquistar y una desesperanzada Aguirre que terminó cayendo en la trampa que había preparado al gallardo gato maula. Tal vez ahora la subsodicha y redicha dama se entere de que efectivamente los gatos tienen siete vidas. ¿Cuántas le quedan a ella?

Mariano Rajoy, que oficiaba como jefe de ceremonias, ha mencionado nombres y ha asignado cargos para la nueva etapa del partido, etapa que, dominada por caras nuevas y relativamente jóvenes, responde a una estampa más acorde con el espíritu de los tiempos y con el propósito menos noble de un partido político: ganar las elecciones generales a cualquier precio. En este caso, la medida supone entrar en contradicción con la historia e incluso con la identidad de la formación. Claro que ellos, Mariano y sus compañeros de viaje, dirán que se trata únicamente de una maniobra táctica, de una adecuación a las condiciones impuestas por el tiempo y el espacio: estamos en la España de las Autonomías, a la que algunos llaman ya la España Autonómica o el Estado Autonómico.

Parece que uno de los hombres fuertes, y por lo tanto menos visibles, será Francisco Camps, que para Pájaro bobo es un hombre enigma, pues aún no le conoce suficientemente, aunque es cierto que el muchacho apunta maneras. Listo, discreto, ¿con retranca?

A los ojos y oídos de Pájaro bobo, que toma como referencia el organigrama dado a conocer, Esteban González-Pons será la gran novedad y la gran apuesta del PP, pues este acaramelado y hábil negociador está llamado a encarnar la voz (the voice), la cara y la sonrisa de la formación en su futuro régimen. Falta ver si en él se impone el González o el Pons que lleva dentro.

Mientras tanto parece que el gallardo gato maula se deja acariciar sin dar señales ni de hambre ni de codicia depredadora.

¿Pregunta ingenua e intempestiva: ¿se le despertará el instinto de felino cuando llegue su hora?

De las ideologías a los nacionalismos

A estas alturas de la historia parece lícito afirmar que las ideologías tradicionales de derechas e izquierdas pertenecen al pasado, pues o se han extinguido o están en fase de extinción, al menos en su condición de cosmovisiones laicas, vigentes y válidas para grandes masas sociales. En Estados Unidos, núcleo duro del capitalismo más como economía de mercado que como credo ideológico, el sector conservador se bate en retirada y, para salvar sus intereses, ha decidido aceptar el advenimiento/imposición, mañana o pasado mañana, de un presidente negro y un ejército nacional de mercenarios, puesto al servicio de la sociedad opulenta, sus business y su way of life mediante cadenas de subcontratas con olor a mafia y aguas negras (BlackWaters). La falsa buena conciencia y la doble moral siguen vivas pero menos.

Para vergüenza de todos, el socialismo en sus diversas formas murió en las postrimentarías del siglo XX a manos del sano/insano egoísmo humano. Fin de la utopía como redención colectiva. 1989, año crucial: hundimiento de la Unión Soviética y con ella del irreal socialismo real, fin de la guerra fría y, por lo tanto, de la posguerra de la Segunda Guerra Mundial, pero también punto de partida de una nueva y acaso última oleada de nacionalismos, nacionalismos secesionistas y desintegradores condenados, previsiblemente, al irredentismo. Los grandes nacionalismos, los nacionalismos imperialistas, firmemente enraizados en la historia de los pueblos, conservan su poder y su vigencia. ¿Hasta cuándo? Cuántos? ¿Cuáles?

En defensa del español

El artículo 3 de la Constitución de 1978 dice: «1. El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla».

En opinión de Pájaro bobo, ese artículo debería decir por ejemplo:
«1. El idioma español es el idioma oficial del Estado español y, por lo tanto, también de todas sus instituciones, de todos sus ciudadanos y de todos sus territorios. Todos y cada uno de los ciudadanos españoles tienen el derecho y la obligación de aprenderlo y conocerlo de modo que puedan usarlo con la debida competencia lingüística y plenas garantías jurídicas como medio de expresión y comunicación en el ejercicio de sus actividades, dada su condición de miembros beneficiarios de un Estado de Derecho constituido en Monarquía parlamentaria. De acuerdo con la Constitución vigente, ningún ciudadano español deberá ser discriminado por el uso del idioma español y las Comunidades Autónomas no podrán imponer disposiciones, de la índole que fuere, que conculquen, menoscaben o invaliden ese derecho constitucional».

Ser español en Cataluña: ¿heroicidad o ignominia?

A Lluís Martínez Sistach, arzobispo y cardenal de la Tarraconense

Cabría pensar que, después de mantenerle/lo durante más de veinticinco años en condiciones de muerte civil, literalmente aislado de su entorno mediante un eficaz sistema de difamación preventiva y control social, agentes y valedores de la criptodictadura catalanista se darían por satisfechos y le dejarían vivir más o menos tranquilamente en su búnker de pladur, pero no ha sido así.

Tras arrebatarle todos y cada uno de sus contactos profesionales, se dedicaron a acosarlo concienzudamente en su entorno ciudadano con campañas de desprestigio y provocaciones donde quiera que el malparit hacía acto de presencia, hablara con quien hablara. Y, al final, lo han conseguido: Pájaro bobo es ahora una criatura casi sin realidad física. Se mueve todo el día por las mallas de la red, pero apenas si le está permitido pisar la calle. Agentes omnipresentes e invisibles están atentos a cada uno de sus pasos, a cada uno de sus encuentros, a cada uno de sus mensajes, a cada una de sus palabras, a cada una de sus ideas.

Esta mañana, nada más levantarse, ha visto en el poste de la luz situado delante de su ventana una pegatina con una de esas banderas que Terra Lliure utiliza como seña de identidad y marcador de objetivos en sus acciones nocturnas. Tonterías, ensoñaciones. «Está loco; tiene manía persecutoria».

Y, efectivamente, Pájaro bobo debe de estar loco cuando, prescindiendo de heroicidades e ignominias, ha decidido seguir siendo español en Cataluña y se resiste a caer víctima del odio que sus perseguidores —¿para justificar su acción?— tratan de inculcarle.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿no es verdad, señor cardenal y arzobispo, que la falsa mala conciencia del oprimido es el arma diabólica por excelencia de todos los opresores?

Lengua y derechos constitucionales

Dadas las constantes y graves infracciones de la legalidad vigente por parte de las autoridades de las Comunidades Autónomas con lengua cooficial y la no menos lesiva pasividad de las instancias estatales en un asunto fundamental como es el derecho de todos los españoles al libre uso de su lengua en todo el territorio de la nación, diversos colectivos surgidos en el seno de la sociedad civil llevan años, incluso lustros y décadas, lanzando mensajes en los que reclaman la intervención del Ejecutivo para cortar abusos y exigir el cumplimiento de la Constitución. En esa misma línea se inscribe el reciente  Manifiesto en defensa de la lengua española.

Aunque en el fondo todos esos proyectos apuntan a un objetivo común —defensa de la legalidad vigente y salvaguarda de los derechos constitucionales de todos los españoles en materia lingüística—, en ellos se advierte la presencia de un colectivo formado por intelectuales y otro, mucho más numeroso, que agrupa a asociaciones de carácter cultural vinculadas a su respectivo entorno social.

Si en un primer momento entre los intelectuales predominaban los vinculados a la enseñanza y a los medios de comunicación, hoy en sus filas pueden verse personas pertenecientes a los diversos campos de la cultura, incluida la vida pública. El nexo de unión es la preocupación por el español, lengua común que en este caso tiene la virtud de aunar esfuerzos y superar barreras ideológicas.

De hecho, los intelectuales firmantes del Manifiesto en defensa de la lengua española abarcan el espectro sociopolítico de un país que como el nuestro está marcado, en líneas generales, por la simetría bipolar.

Entre las entidades culturales que han respondido al llamamiento y se han declarado dispuestas ha apoyar el contenido del Manifiesto, en un texto único o en dos textos independientes, están Asociación por la Tolerancia, Convivencia Cívica, Asociación Cultural Miguel de Cervantes, Galicia Bilingüe, Círculo Balear y Plataforma por la Libertad Lingüística del País Vasco, todas ellas coordinadas por el Foro de Ermua.

En síntesis, estas entidades exigen que se cumpla la ley y, en el caso vasco, que se mantengan los tres modelos educativos A, B y C (enseñanza en castellano, mixta y en euskera). En principio, ese mismo modelo podría servir para todas las Comunidades Autónomas con dos lengua oficiales. Sólo falta que se cumpla la ley y se respete el espíritu de la Constitución.

En su Manifiesto, los intelectuales formulan una propuesta más ambiciosa, ya que propugnan que se introduzcan en la Constitución los cambios necesarios para garantizar los derechos lingüísticos de los españoles y la condición del español como única lengua oficial en todo el ámbito nacional.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿es lícito, legal y democrático que una disposición emitida por una instancia autonómica prevalezca, por vía de los hechos consumados, sobre un artículo fundamental de la Constitución vigente y prive a millones de españoles de uno de sus derechos fundamentales como es el derecho al libre uso de su lengua en el ámbito institucional, social y geográfico de la soberanía nacional?

Fútbol y patriotismo

En Cataluña, el fútbol nos permite ahora no sólo gritar a pleno pulmón ¡viva España! sino también comprobar que los que nos sentimos españoles seguimos siendo mayoría, a pesar de todas las manipulaciones y todas las añagazas de los políticos separatistas. El fútbol une a los españoles con su selección y los eleva por encima de una superestructura dictatorial que niega su existencia: la existencia de una comunidad de hispanohablantes e hispanosintientes que supera los cuatro millones, lo que equivale al sesenta por ciento de la población total de una Cataluña ficticiamente monolítica en los ámbitos de la lengua y de la política.

A los ojos de Pájaro bobo, en esta Eurocopa España está jugando el mejor fútbol que le recuerda. Un equipo formado por jugadores hábiles y codiciosos individualmente y tan compenetrados que a veces parece que han jugado juntos toda la vida. Una maravilla técnica que en varias ocasiones ha alcanzado la perfección.

Rusia, como en general los países del este y el norte de Europa, presentó un equipo que imponía por su presencia física, A pesar de ello, los españoles acertaron a tejer su filigrana de pases cortos, cambios de juego, cambios de ritmo e incursiones verticales en el área. Habilidad y movilidad frente a fuerza muscular y control a distancia. Táctica frente a estrategia. Dos concepciones del fútbol, dos planos de una misma realidad, un ganador justo: España.

Pájaro bobo viene siguiendo a la selección española de fútbol desde los tiempos de Zarra y Gaínza, en nuestra larguísima doble posguerra. Años de hambre, de estraperlo y de pelotas de trapo. Y también, cómo no, de ensoñaciones. Él fue un niño triste, sensible y apasionado. Y algo de eso debió de quedarle para siempre; por ejemplo, la vena ensoñadora, que, a partir de entonces, fue enriqueciendo con las ilusiones que le regaló la vida junto con sus amarguras. Entre ellas, la ilusión de la patria. Pájaro bobo se ha tenido siempre por patriota de acuerdo con una línea que arranca de un Ganivet doliente y llega a la Mitteleuropa en el pecho de un emigrante de los oscuros años sesenta, presa de la nostalgia. Desde entonces padece el patriotismo del emigrante. ¿Alienación? Pues claro que sí, pero ¿qué es el ser humano sino una criatura necesariamente alienada? ¿Y es que acaso esa es la única o la peor de las alienaciones?

Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿No fue un legionario español el que, sin proponérselo, glorificó la irracionalidad patriótica cuando gritó ¡Viva la muerte!?
¿Por qué Nietzsche se empeñó en blasfemar y no acertó a anticipársele con Es lebe der Tod! (¡Viva la muerte!), siendo como es el grito nietzscheano por excelencia?

La sociedad civil contra los políticos

La existencia de una sociedad civil debidamente cohesionada y activa es condición necesaria y, en ocasiones, incluso suficiente para que una democracia funcione, como mínimo, en términos aceptables. La democracia, en cuanto estructura organizativa, es fruto de la sociedad civil, no a la inversa. También las dictaduras. Engaños y autoengaños aparte, Franco es fruto de la España de los españoles, Hitler es fruto de la Alemania de los alemanes, Mussolini es fruto de la Italia de los italianos. No a la inversa.

Con democracia o sin democracia, los políticos tienden a formar una casta protegida y separada de la sociedad de la que viven y para la que no viven. Y, cuando están en peligro sus intereses, se unen contra el enemigo exterior, la sociedad civil. Aunque con otras palabras y referido a otras situaciones, eso ya nos lo enseñó Hobbes, el de homo homini lupus y bellum omnium contra omnia (El hombre es un lobo para el hombre y la guerra de todos contra todo). Como en la selva, como en el selvático mundo de los seres humanos.

Ahora, parece ser que los políticos de la Meseta han decidido aliarse con los políticos de todas las periferias para privar de sus derechos constitucionales en materia lingüística a la sociedad civil española. El Gobierno de la nación no sólo no coordina y armoniza los derechos de la mayoría y de las minorías sino que incluso antepone los derechos de minorías que no llegan al diez por ciento de la población total a los derechos de la mayoría, que forma el cuerpo de la sociedad civil española.

Y, como otras veces a lo largo de la historia, esa sociedad civil, traicionada por sus dirigentes políticos, tiene que organizarse y lanzarse a la calle para defender sus derechos, los derechos constitucionales del pueblo español, sujeto de la soberanía nacional.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿tendrá que llevar la sociedad civil al Gobierno de la nación en pleno ante los tribunales por incumplimiento de sus obligaciones como garante de la Constitución y de los derechos democráticos del pueblo español?

Fútbol y conciencia nacional

Pájaro bobo celebra de corazón la victoria de la selección española en la Eurocopa. Su triunfo final sobre la selección alemana fue, a su entender, especialmente meritorio por la talla del rival. Dispuesto a resolver el encuentro mediante un ataque por sorpresa, el conjunto alemán arrincona a los españoles en su parcela y acosa insistentemente al guardameta como respondiendo a una orden de mando. Son minutos de agobio que nuestros compatriotas aguantan con coraje y sangre fría, hasta que consiguen sacudirse la presión. Ni un solo gol, ni una sola baja. A partir de aquí, el partido entra en una fase en la que el conjunto español se va imponiendo progresivamente, salvo alguna reacción esporádica de los germanos. Nuestra defensa sigue resistiendo, el centro del campo es cada vez más español y la delantera nos depara algunas de las acciones más bellas del fútbol europeo con despliegues y contraataques de rara precisión y virtuosismo. España merece ganar. Y llega el primer gol. Alemania está derrotada. No ha podido con el juego preciso de los pitufos ni en el plano estratégico, que en principio era su fuerte, ni en el plano táctico, en el que nuestros jugadores se imponen claramente por visión del juego, por codicia, por sentido de la anticipación y por coordinación de las acciones de despliegue y repliegue. España practica el mejor fútbol de toda la Eurocopa y su mejor fútbol en muchos años.

Sería de desear que el fútbol, en cuanto acontecimiento multitudinario, fomentara no sólo la retórica patriótica sino también y sobre todo el sentimiento de pertenencia o, lo que es igual, el patriotismo de los españoles. Todos juntos, un equipo, una nación. La riqueza no está en la división sino en la unión. La riqueza, la racionalidad y la democracia, que es la racionalidad social. La democracia es una forma de racionalidad, pero sólo cuando es auténtica. Cuando no es auténtica, la democracia es un fraude o una forma de opresión encubierta. Una democracia formal, como la que tenemos en Cataluña, es una forma de opresión: una comunidad minoritaria oprime a una comunidad mayoritaria. Como tantas veces en la historia.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿no es cierto que los regímenes opresores siempre intentan perpetuarse y nunca lo consiguen?